
Los multivitamínicos se han convertido en aliados para mejorar la calidad de vida, pero su consumo no está exento de riesgos. En ciertos casos, estos suplementos pueden generar efectos adversos, especialmente bajo condiciones específicas.
Por ello, es fundamental leer detenidamente la información del producto y respetar las dosis recomendadas. Superar los niveles adecuados puede ser perjudicial, en especial si se padece alguna enfermedad, se está embarazada, en periodo de lactancia o bajo tratamiento con otros medicamentos.
Siempre es recomendable consultar a un profesional de la salud antes de iniciar cualquier suplementación para evitar complicaciones.
Posibles efectos secundarios
El consumo excesivo de vitaminas y minerales puede aumentar la sensibilidad a sus componentes. Entre los síntomas más frecuentes se encuentran:
- Náuseas.
- Malestar estomacal.
- Diarrea.
- Estreñimiento.
- Dolores de cabeza.
- Erupciones cutáneas.
- Picazón.

Un exceso de hierro puede provocar vómitos, diarrea y debilidad. En casos graves, puede desencadenar presión arterial baja, insuficiencia hepática o daño pulmonar, según MedlinePlus.
El calcio en dosis elevadas puede afectar la función renal, alterar el pH y causar síntomas como diarrea, náuseas y vómitos.

Por su parte, un consumo excesivo de vitamina A puede provocar mareos, visión borrosa, náuseas y vómitos.
La suplementación debe ser siempre segura y supervisada. Pero no siempre es mejor, y en cuestión de salud, la dosis adecuada marca la diferencia.
La interacción con otros medicamentos es otro factor a importante a considerar. Algunos suplementos pueden potenciar o inhibir el efecto de ciertos fármacos, lo que puede generar reacciones inesperadas.
Por ejemplo, la vitamina K puede reducir la eficacia de los anticoagulantes, mientras que el magnesio puede interferir con algunos antibióticos.
Además, no todos los suplementos son adecuados para cualquier persona. Las necesidades nutricionales varían según la edad, el estilo de vida y el estado de salud. Un exceso de ciertas vitaminas liposolubles, como la D y la E, puede acumularse en el organismo y causar toxicidad con el tiempo.
Optar por una dieta equilibrada sigue siendo la mejor forma de obtener los nutrientes esenciales. Aunque los multivitamínicos pueden ser un buen complemento, no deben sustituir una alimentación variada ni usarse sin criterio. La clave está en el equilibrio y la supervisión profesional.
