
Desde la época prehispánica el consumo de los elementos que brindaba la tierra madre eran consumidos por sus bondades nutricionales y de sanación.
Con el paso del tiempo algunas persisten hasta nuestros días, tal es el caso de los hongos. En México se cultivan cinco especies de hongos: champiñón, portobello, seta, hongo blanco y shiikate, las cuales han ganado popularidad por su versatilidad culinaria y sus beneficios nutricionales.
La producción anual de hongos y setas supera las mil 400 toneladas, y el Estado de México es el que más produce en el país. Aunado a la gastronomía, desempeñan roles vitales en los ecosistemas, como descomponedores y simbiontes en las raíces de las plantas.
Las diferencias
Es común entre consumidores y ciudadanos caer en la confusión de qué es cada cosa, es decir, la diferencia entre hongo, champiñón y seta, aquí la definición.
— HONGO. Es el nombre común de todo el reino fungi como se les denomina científicamente, en él están incluidos el champiñón, portobello, seta, hongo blanco y shiikate.
— CHAMPIÑÓN. Es una especie de hongo perteneciente a la familia Agaricales nativo de Europa y América del Norte, cultivado extensamente para su uso en gastronomía, es la más comestible. Su carne es compacta y firme, de color blanco y café, de sabor dulce y agradable.
— SETA. Es la parte fructífera del hongo, por lo regular se encuentran en las zonas boscosas, para su desarrollo necesitan de humedad y poca luz, son carnosas y de forma convexa o achatada. La mejor época para su obtención es en épocas de lluvia abundante.
Además comparten las siguientes características:
- Ricos en agua.
- Bajo contenido calórico (Entre 20 y 35 calorías por cada 100 gramos).
- Sin grasa.
- Tienen carbohidratos.
- Contienen proteínas de alta calidad.
- Tienen fibra.
- Contienen antioxidantes.
- Vitaminas: A, B1, B2, B3, C y D.
- Minerales: Hierro, fósforo, yodo, magnesio, selenio, calcio, potasio y zinc.
En sí, son una mezcla equilibrada que los convierte en un alimento saludable y muy valiosos en la búsqueda de pérdida de peso, lo cual rompe con el mito de que son altos en calorías.
Evidencia científica sugiere claramente que no sólo son una opción nutricionalmente rica, sino también un aliado valioso en la lucha contra el sobrepeso y la obesidad. Incorporarlos con regularidad en la dieta puede ofrecer numerosos beneficios para la salud y el bienestar general.
Durante su consumo es vital evitar consumir aquellos hongos que tengan un olor desagradable o amargo, sin signos de moho.