Este es el mejor truco para evitar que las fresas se pongan malas

Este sencillo método no solo limpia la fruta, sino que también alarga su vida útil

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Cuál es la manera correcta
Cuál es la manera correcta para conservar las fresas (Pixabay)

La fresa, pequeña y de color rojo brillante, es una fruta conocida por la jugosidad y suavidad. Su piel ligeramente rugosa oculta un interior que ofrece un equilibrio perfecto entre dulzura y un toque sutilmente ácido, lo que la convierte en una de las frutas más refrescantes y apreciadas en primavera y verano. Su sabor no solo es un deleite para los sentidos, sino que también es reconocido por sus beneficios nutricionales.

Según la Fundación Española de Nutrición (FEN), las fresas y los fresones son frutas de bajo contenido energético, siendo el agua su principal componente. Los hidratos de carbono representan alrededor del 7% de su peso, destacando la fructosa, glucosa y xilitol. Además, son una fuente excelente de vitamina C, con un contenido superior al de la naranja. Una ración de 150 gramos de fresas aporta 86 mg de vitamina C, frente a los 82 mg que contiene una naranja de tamaño medio. Esta cantidad supera ampliamente la ingesta diaria recomendada de 60 mg. La fruta también contiene ácidos orgánicos, como el ácido cítrico, málico y oxálico, así como pequeñas cantidades de ácido salicílico. Entre tanto, si hay una pega que sacarla, es que a veces se ponen malas con demasiada facilidad. Pero para esto hay solución.

Cuál es la manera correcta
Cuál es la manera correcta para conservar las fresas (Pixabay)

Esto es lo que tienes que hacer para evitar que las fresas se pongan malas

Uno de los errores más comunes es lavar las fresas antes de almacenarlas. Aunque pueda parecer lo más lógico, el exceso de humedad acelera el proceso de descomposición. Las fresas contienen mucha agua, y si se les añade más al momento de almacenarlas, esto favorece el crecimiento de moho y bacterias. Por eso, es recomendable no lavar las fresas hasta que las vayamos a consumir. Si ya están lavadas, asegúrate de secarlas bien antes de guardarlas.

Por otro lado, el lugar en el que guardes las fresas también influye en su conservación. En lugar de dejarlas en la caja o bolsa en la que las compraste, lo ideal es almacenarlas en un recipiente ventilado, como una caja de cartón con agujeros o un recipiente de plástico con tapa perforada. Esto permite que circule el aire y evita que se acumule humedad en el interior, lo que favorece el deterioro de las fresas. Además, antes de guardarlas revisa las fresas y elimina aquellas que estén dañadas o imperfectas. Una sola fresa en mal estado puede acelerar el deterioro de las demás. Si encuentras algunas con manchas o moho, retíralas de inmediato para evitar que afecten al resto.

Expertos esperan que los precios de las frutas y verduras frescas suban debido a la creciente guerra comercial.

El vinagre, el mejor aliado para evitar que las fresas se pongan malas

Un truco eficaz para prolongar la frescura de las fresas es sumergirlas en una solución de vinagre y agua. El vinagre, con propiedades antibacterianas, ayuda a eliminar contaminantes y reduce el riesgo de moho. Para hacerlo, mezcla una taza de vinagre blanco con tres de agua y sumerge las fresas durante unos minutos. Después, escúrrelas bien y sécalas con cuidado antes de almacenarlas.

Este sencillo método no solo limpia la fruta, sino que también alarga su vida útil, manteniéndola fresca por más tiempo y reduciendo la proliferación de bacterias.