Tener el celular siempre en silencio es la mejor estrategia para recuperar el control de tu vida

El uso excesivo del teléfono puede traer varios problemas a la salud física y emocional, como falta de sueño, ansiedad y depresión

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Esta sencilla acción reduce las
Esta sencilla acción reduce las veces que se revisa el dispositivo. (Imagen Ilustrativa Infobae)

En una jornada típica, entre reuniones, tareas domésticas o traslados, el sonido persistente de notificaciones del celular interrumpe de forma sistemática la concentración, modifica rutinas e impone una sensación de urgencia que muchas veces no responde a necesidades reales.

La dependencia al teléfono, intensificada por aplicaciones de mensajería instantánea y redes sociales, ha trastocado los límites entre lo laboral y lo personal. Esta hiperconectividad, lejos de fomentar la eficiencia, puede producir una saturación mental con efectos nocivos para el bienestar.

Frente a esta problemática, se ha popularizado una práctica simple pero efectiva: mantener el celular en modo silencioso. Esta decisión, aparentemente menor, surge como una forma de resistencia de gestionar el estrés digital y recuperar el control sobre su tiempo.

Qué riesgos tiene el uso excesivo del celular en la salud mental

Muchas personas pasan tiempo sin
Muchas personas pasan tiempo sin dormir por mirar el celular. (Imagen Ilustrativa Infobae)

El empleo intensivo del teléfono, en particular entre adolescentes y jóvenes adultos, ha sido vinculado con el incremento de trastornos como ansiedad, depresión e insomnio.

Según un estudio de la Universidad de Extremadura, que examinó a más de 1.200 estudiantes universitarios, “el uso intensivo de dispositivos está vinculado a un gran incremento de problemas como la ansiedad y la depresión”. Este tipo de uso no solo agota la atención, sino que afecta la calidad del sueño y la estabilidad emocional.

Asimismo, la Revista Española de Salud Pública advierte que el uso problemático del celular se relaciona con “la falta de sueño, el sedentarismo, el consumo de sustancias y las relaciones familiares conflictivas”.

Todos estos factores constituyen un entorno propicio para el desarrollo de alteraciones psicológicas. En este contexto, establecer límites claros se vuelve fundamental, y silenciar el teléfono se posiciona como una herramienta eficaz para comenzar a trazar esa frontera.

Por qué algunas personas optan por silenciar sus celulares

Es una forma de práctica
Es una forma de práctica de relajar su mente. (Imagen Ilustrativa Infobae)

La decisión de mantener el teléfono en silencio puede obedecer tanto a una reacción instintiva como a una estrategia deliberada para evitar la sobrecarga de estímulos.

Según expertos, esta práctica puede interpretarse como un mecanismo de defensa frente a la presión de estar siempre disponible. En lugar de responder al llamado constante del dispositivo, muchas personas buscan preservar momentos de desconexión genuina.

La “fatiga de notificaciones”, o en otras palabras, el agotamiento que provoca el flujo ininterrumpido de alertas, ha sido identificado como uno de los principales motivos detrás de esta elección.

Al silenciar el teléfono, quienes adoptan este hábito intentan delimitar su atención y reservar su energía mental para tareas o relaciones que consideran prioritarias. No se trata de renunciar a la conectividad, sino de gestionarla de forma correcta.

Qué beneficios hay al mantener el celular en silencio

Hay mayor productividad en las
Hay mayor productividad en las actividades cotidianas. (Imagen Ilustrativa Infobae)

Entre los beneficios más frecuentes se encuentran la reducción del estrés, una mayor concentración y un descanso más reparador. Al eliminar los sonidos constantes que interrumpen la atención, se produce un alivio inmediato que favorece la introspección y la productividad.

Además, existe una percepción subjetiva de mayor libertad. Al no estar condicionados por cada vibración o sonido, quienes silencian el teléfono recuperan una sensación de autonomía sobre su tiempo y sus acciones.

Esta práctica puede funcionar como punto de partida para hábitos más saludables, como establecer horarios de uso, dejar el dispositivo fuera del dormitorio por la noche o priorizar encuentros presenciales frente a las interacciones digitales.

Cómo implementar esta práctica en la vida diaria

Una medida útil es no
Una medida útil es no llevar ningún aparato a la cama. (Imagen Ilustrativa Infobae)

Incorporar el hábito de mantener el celular en silencio no requiere cambios drásticos, sino decisiones sostenidas que comienzan por lo pequeño. Se puede silenciar el dispositivo durante las comidas, en momentos de lectura o al final del día.

También, resulta útil activar modos como “no molestar” o establecer franjas horarias libres de notificaciones, para evitar caer en la compulsión de revisar constantemente la pantalla.

La clave está en crear una relación más equilibrada con el dispositivo. La acción de silenciar el teléfono actúa como una señal simbólica y práctica de que no todo mensaje exige una respuesta inmediata.