Más allá de la estética: por qué estar musculoso te ayudará a tener una vejez más cómoda y una mejor esperanza de vida

Un adulto mayor con masa muscular será mucho menos propenso a enfermedades y limitaciones, podrá caminar y moverse sin problemas y tener una vida digna

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Ir al gimnasio se ha
Ir al gimnasio se ha convertido en una actividad necesaria si quieres llegar a la vejez con mayor salud (Imágen Ilustrativa Infobae)

La preocupación por la longevidad y calidad de vida en la vejez ha impulsado el interés en estrategias preventivas que van más allá de la alimentación y la medicina tradicional. El desarrollo y mantenimiento de la masa muscular se destaca actualmente como uno de los factores más influyentes en la promoción de una vida más larga y funcional. Numerosos estudios científicos han respaldado la relación directa entre el nivel de musculatura y el pronóstico de salud a lo largo de los años.

En los últimos años, profesionales de la salud han comenzado a reconocer la importancia del acondicionamiento físico no solo en atletas o en personas jóvenes, sino también en adultos mayores.

Conservar la fuerza muscular permite enfrentar el deterioro físico típico del envejecimiento y reduce el riesgo de dependencia. Por esto, incrementar y preservar los músculos no se trata simplemente de una cuestión estética, sino de una estrategia central para un envejecimiento saludable.

Beneficios para la salud a corto y largo plazo de contar con masa muscular

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Conoce los beneficios a la salud que tiene el entrenamiento de pesas (Imagen ilustrativa Infobae)

Contar con un nivel adecuado de masa muscular favorece la protección frente a lesiones en la vida cotidiana, disminuye el riesgo de caídas y mejora la estabilidad corporal. En la etapa adulta y en la ancianidad, el músculo actúa como una reserva funcional que permite mantener la autonomía en tareas básicas. Una musculatura fortalecida posibilita que las personas continúen realizando actividades esenciales como levantarse de una silla, subir escaleras o transportar objetos, lo cual influye directamente en la calidad de vida diaria.

A mediano plazo, el tejido muscular ayuda en la regulación del metabolismo corporal, permitiendo un mejor control de la glucosa en sangre y favoreciendo la utilización eficiente de la energía. Esta función metabólica es clave para prevenir enfermedades crónicas como la diabetes tipo 2 y la obesidad. La musculatura contribuye a una mayor sensibilidad a la insulina y a estabilizar los niveles de azúcar, defendiendo al organismo de las complicaciones asociadas a estas patologías.

Ir al gimnasio todos los
Ir al gimnasio todos los días es necesario si quieres evitar las limitaciones de la tercera edad (Imagen Ilustrativa Infobae)

Por otro lado, vivir con suficiente masa muscular puede marcar una diferencia importante durante procesos de enfermedad o períodos de hospitalización en la vejez. Diversos informes médicos han resaltado que quienes presentan mayor fuerza muscular enfrentan menos riesgo de infecciones, retienen mejor la movilidad y recuperan la salud con más rapidez tras cirugías o enfermedades agudas. Además, el músculo protege frente a la osteoporosis, la sarcopenia y la fragilidad ósea, problemas frecuentes en personas mayores que suelen disminuir drásticamente la independencia.

El entrenamiento de fuerza regular, adaptado a cada etapa de la vida, incrementa la secreción de hormonas beneficiosas, disminuye la inflamación crónica y ayuda a mantener una composición corporal saludable. Estas adaptaciones permiten que la esperanza de vida no solo se extienda, sino se disfrute en mejores condiciones físicas y mentales. Mantener la masa muscular constituye, en definitiva, una herramienta eficaz para prevenir la discapacidad, mejorar el bienestar y envejecer con mayor dignidad.