
El Estudio de Harvard sobre el Desarrollo de Adultos (Harvard Study of Adult Development), una investigación que ha seguido la vida de cientos de personas durante más de ocho décadas, reveló que las relaciones cercanas y satisfactorias son el factor más determinante para una vida larga y feliz, incluso más que el dinero, la salud física o los genes.
De acuerdo con The Harvard Gazette, el estudio mencionado es uno de los análisis longitudinales más extensos sobre la vida adulta, con participantes originales entre los que se encontraban figuras destacadas como el expresidente de Estados Unidos John F. Kennedy y Ben Bradlee, editor del Washington Post, y aunque solo 19 de los participantes iniciales siguen vivos, todos mayores de 90 años, la investigación se ha ampliado a nuevas generaciones, incluyendo a sus hijos, que suman mil 300 personas de entre 50 y 60 años.
Aunque a lo largo de los años ha reportado resultados impresionantes, uno de los hallazgos más significativos del estudio es el impacto negativo de la soledad en la salud ya que, según Robert Waldinger, psiquiatra del Hospital General de Massachusetts y actual director del proyecto, ésta puede ser tan perjudicial como el tabaquismo o el alcoholismo, por lo que mantener relaciones cercanas que protejan la salud emocional ayuda a retrasar el deterioro mental y físico.
Aunado a ello, según un artículo titulado “¿Y qué tiene que ver el amor con esto?”, publicado por Waldinger, existe una correlación directa entre la calidad de las relaciones personales y la salud física, por ejemplo, el nivel de satisfacción con las relaciones a los 50 años resultó ser un mejor indicador de la salud futura que los niveles de colesterol. Además, quienes mantenían matrimonios felices a los 80 años reportaron menos impacto emocional incluso en días de dolor físico, mientras que aquellos con matrimonios infelices experimentaron mayores niveles de sufrimiento físico y emocional.
“Cuando recopilamos todo lo que sabíamos sobre ellos a los 50 años, no fueron sus niveles de colesterol en la mediana edad lo que predijo cómo envejecerían. Fue su nivel de satisfacción en sus relaciones”, reveló Waldinger en una conferencia TED .
Las relaciones sanas favorecen un envejecimiento saludable

Después de los primeros resultados, las esposas de los participantes también fueron incluidas en la investigación, lo que permitió un análisis más completo de las dinámicas familiares y su impacto en la salud. Gracias a los resultados, Waldinger explicó que las relaciones no necesitan ser perfectas para ser beneficiosas, pues incluso las parejas que discutían con frecuencia mostraron mejores resultados de salud si sentían que podían apoyarse mutuamente en momentos difíciles, además, esto también resultó ser un factor protector contra el deterioro cognitivo.
Gracias al análisis de los resultados y las dinámicas evaluadas, se descubrió que las mujeres que se sentían seguras y conectadas con sus parejas eran menos propensas a la depresión y reportaban mayor felicidad en sus relaciones, además, mostraron mejores funciones de memoria en comparación con aquellas que enfrentaban conflictos maritales frecuentes sin recibir empatía emocional o seguridad.
¿En qué consiste el estudio?

El Estudio de Harvard sobre el Desarrollo de Adultos ha sido financiado principalmente por los Institutos Nacionales de Salud de los Estados Unidos, a través del Instituto Nacional de Salud Mental y, más recientemente, del Instituto Nacional sobre el Envejecimiento. Con cuatro directores a lo largo de su historia, ha documentado los cambios en la vida de sus participantes a través de una metodología en constante evolución con un enfoque particular en las ciencias médicas y sociales.
Según The Harvard Gazette, en sus primeras décadas, bajo la dirección de Clark Heath, la investigación se centró en el determinismo biológico, con un enfoque en la genética y la constitución física, por ello, los investigadores realizaron mediciones detalladas de características físicas, como la forma del cráneo y la actividad cerebral, y analizaron incluso la caligrafía de los participantes.
Actualmente, con el avance de la tecnología, las técnicas de investigación se han modernizado y los científicos utilizan análisis de ADN y resonancias magnéticas para estudiar los órganos y tejidos de los participantes cuando se trata de análisis no observables, lo que les ha permitido obtener una visión más completa de cómo las experiencias de vida afectan la salud y el envejecimiento.
Dado que el envejecimiento es un proceso continuo que comienza desde el nacimiento, Waldinger enfatizó la importancia de cuidarse desde una edad temprana, destacando que las decisiones tomadas a los 30 años influyen significativamente en la vejez, por lo que el psiquiatra aconsejo: “Cuida tu cuerpo como si lo fueras a necesitar durante 100 años”.