Las cocinas de gas y otras alternativas salvan las comidas durante el apagón: “Por la noche hicimos barbacoa con las cosas que se habían descongelado”

En un contexto en el que la gran mayoría de españoles cocinan en vitrocerámicas y hornos eléctricos, el apagón impidió a muchos poner un plato caliente sobre la mesa

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Las cocinas de gas salvan
Las cocinas de gas salvan la comida de muchos españoles que todavía las conservan en sus casas (Adobe Stock)

El apagón eléctrico masivo que ha afectado a España y Portugal dejaba a millones de hogares sin luz, pero también, en una gran mayoría de ocasiones, sin cocinas. En un contexto en el que aproximadamente el 74% de las casas españolas cuenta con cocinas eléctricas, según un estudio elaborado en 2023 por la Federación de Consumidores y Usuarios CECU, las cocinas propulsadas por gas se han convertido a día de hoy en un reducto casi vintage, incluso inconveniente para algunos.

Sin embargo, el lunes se convirtieron en un bien de enorme valor. Con las placas de inducción y vitrocerámica completamente apagadas y los hornos y microondas inutilizados, las cocinas o cocinillas de gas, o incluso hornillos propios de camping o barbacoas se convirtieron en la única alternativa viable para echar una comida caliente en el plato. “Cuando vi que se había ido la luz, lo primero que pensé fue que menos mal que tenemos cocina de gas”, cuenta Carlos, al que el apagón le pilló en casa antes de irse a trabajar. “Pensé en hacerme cualquier tontería y había unos filetes de pollo en la nevera, así que para que no se estropearan, me los hice en un momento”.

En las zonas rurales, donde las cocinas y hornos de gas son más frecuentes, la situación fue distinta a la de las ciudades. En casa de Míriam, habitante del pueblo navarro de Andosilla, los guisos y recetas más especiales, sobre todo en fiestas y fechas señaladas como Navidad, siempre se preparan en el merendero o txoko, sacando provecho a la cocina y horno de butano, que, para ellos, deja “la comida mucho más jugosa”. “Teníamos carne y la cocinamos en el butano, fue algo normal para nosotros”, cuenta.

Al ser lunes, a otros muchos la situación les sobrevino con comida preparada del fin de semana en la nevera, el ahora popular batchcooking que permite tirar de táper durante varios días de la semana. Es lo que pasó en casa de Isabel, habitante del pueblo riojano de Calahorra. “Cuando dio la hora de comer en mi casa había comida preparada, un arroz con alcachofas que mi padre preparó el fin de semana”, explica. “Tenemos en la bajera bombonas de butano y un camping gas algo viejo que nos hizo la función. Lo subió a la terraza, lo encendió y echamos el arroz a la sartén. Al final pudimos comer caliente”.

Algunos optaron por cocinar utilizando
Algunos optaron por cocinar utilizando hornillos de gas habituales de camping (Adobe Stock)

Quienes no contaban ya con estas herramientas a mano, tuvieron que tirar de improvisación. “En cuanto se fue la luz fui con mi madre a comprar un camping gas al bazar", cuenta Nuria, rápida en detectar que la comida sería uno de sus grandes problemas. Cuando llegaron al establecimiento, asegura, una gran parte de los clientes andaba buscando, como ellas, un hornillo pequeño que les salvara del apuro. Aún quedaban unidades en esas primeras horas, aunque luego fueron desapareciendo poco a poco con el avance de la jornada. “Por la noche hicimos barbacoa en mi jardín con la comida que teníamos en el congelador que se estaba descongelando. Una mezcla de carne picada, verduras, todo lo que se estaba poniendo malo”.

Los peligros de las cocinas de gas

A pesar de su utilidad en momentos como este, cabe recordar el peligro que diversos análisis e investigaciones internacionales asocian al uso de este tipo de métodos de gas. En un estudio pionero publicado en 2024, se encontró que la contaminación de las cocinas de gas acorta la vida de 2.062 españoles cada año, con una cifra total de muertes prematuras que asciende a 39.959 en la toda la Unión Europea y el Reino Unido, según estima una investigación de la Universitat Jaume I de Castellón.

De hecho, el estudio también pone sobre la mesa que las recomendaciones de la Organización Mundial de la Salud (OMS) para emplear con seguridad este sistema se incumplen en los hogares de 14 países europeos. Los países más afectados son Italia, Polonia, Rumanía, Francia y el Reino Unido, donde más hogares cocinan con gas.