Rebeca García, la doctora que acumula denuncias por mala praxis y estafas, abre nueva clínica ante la indignación de varios pacientes: “Me ha afectado a mi salud”

La doctora Rebeca García, conocida en España por su trabajo en cirugía estética y tratamientos para la obesidad, se ha visto involucrada en una serie de denuncias que la acusan de mala praxis, estafas y abandono médico. A pesar de los testimonios de pacientes afectados, la doctora ha mantenido su presencia en el sector sanitario, incluso inaugurando una nueva clínica en una finca privada de Pozuelo de Alarcón, Madrid.

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Esta situación ha generado preocupación entre las autoridades sanitarias y los consumidores (FACUA, OCU), quienes alertan sobre la escasa regulación en el sector de la sanidad privada. Entre las personas afectadas que han sido contactadas por Infobae España se encuentran varios pacientes cuyas denuncias reflejan casos de mala praxis, negligencia médica y serios daños económicos.

Elisabeth, quien decidió someterse a un tratamiento de balón gástrico en junio de 2023 en una clínica en Málaga asociada a la doctora García (Doctor Life, nombre de la clínica afiliada), sufrió complicaciones graves tras la intervención. Apenas una semana después de la cirugía, desarrolló trombos pulmonares y en las piernas.

Para someterse a la operación, Elisabeth solicitó un préstamo al banco Abanca. Se realizó las pruebas pertinentes y la clínica dio luz verde a la intervención. No obstante, Elisabeth sufría de un tromboembolismo pulmonar, del que ella no sabía nada hasta después de la cirugía, pues no fue avistado en dichas pruebas.

Tras la operación, el estado de salud de Elisabeth empeoró considerablemente. “Durante este tiempo yo me encontraba mal de salud porque el balón me provocaba los síntomas de una gastroenteritis y si un día comía más de la cuenta era como un dolor menstrual en el estómago”, señala.

Según ella, la complicación no fue advertida previamente y la clínica no la informó sobre los cuidados postoperatorios necesarios. “No echo la culpa al balón gástrico, pero sí a la anestesia. No me avisaron de que tendría que estar con heparina”, explica Elisabeth a este diario.

A pesar de sus intentos por obtener seguimiento médico, la clínica cerró de manera inesperada en agosto de 2024, sin previo aviso. “En la última semana de agosto (cuando se tenía que quitar el balón gástrico) empiezo a llamar y me salía que el teléfono no existía, los mensajes no llegaban y en Facebook ponía que estaba cerrado”, recuerda la joven.

“Mi madre fue a la clínica en Málaga y estaba cerrada, las letras de la fachada quitadas, y un número de teléfono que no contestaba”, relata Elisabeth. Además, aún enfrenta una deuda de 2.730 euros, a pesar de haber pagado 2.310 por el tratamiento (105 euros al mes para hacer frente a la deuda con el banco).

Tras varios meses de espera sin obtener respuesta de la clínica Doctor Life, en noviembre de 2024, Elisabeth decidió “pagar de su bolsillo” para que le quitaran el balón.

Otro caso es el de Mari Carmen, quien junto a su hijo contrató un procedimiento de reducción de estómago en la clínica Doctor Life de Sevilla, asociada también a la doctora García. A pesar de haber pagado 12.995 euros por el tratamiento, la operación fue cancelada sin previo aviso.

“Nos enviaron un mensaje por WhatsApp diciendo que se había cancelado la operación. Mi hijo ya se había hecho todas las pruebas”, indica Mari Carmen. Sin recibir ninguna solución, los afectados no lograron contactar con la clínica por ninguno de los medios proporcionados.

La situación se agravó cuando Mari Carmen encontró documentación personal de su hijo y de otros pacientes desechada en la basura enfrente de la clínica. “Yo cogí el DNI de mi hijo de la basura, junto con un montón de documentación de otros pacientes”, asegura a Infobae España, una revelación que desató aún más sospechas sobre la gestión de la clínica.

A pesar de este descubrimiento, la clínica seguía sin reconocer la no intervención a su hijo, por lo que Mari Carmen está a la espera de que le devuelvan 12.500 euros del tratamiento.

No obstante, les ofrecieron una posible solución, inyectando durante un año el medicamento Mounjaro (que quita las ganas de comer) y alegando que así “estarían en paz”, cuenta la mujer. Al rechazar este servicio, la clínica ofreció a su hijo la posibilidad de implantar una manga gástrica, a lo que también se opusieron.

A la vista de la falta de soluciones, Mari Carmen se acercó un día a la clínica, pero al ver que no era bien recibida, se puso en contacto con la Policía Nacional. Los agentes entraron en la consulta para intentar solucionar el dilema, pero, según cuenta Mari Carmen a Infobae España, la doctora le dijo a los agentes que “que no quería saber nada de nosotros”.

Por consiguiente, la mujer decidió interponer una denuncia contra la clínica y la doctora Rebeca García, de la que todavía no ha tenido ninguna respuesta.

El testimonio de Jesús, otro afectado por la clínica Doctor Life (Sevilla), añade un nuevo capítulo a las denuncias contra la doctora Rebeca García. En 2023, Jesús decidió someterse a una abdominoplastia y, tras recibir un presupuesto, pagó la operación en su totalidad, un monto de 5.200 euros. “Al principio no vi nada raro”, cuenta el hombre a Infobae España.

El procedimiento comenzó con las pruebas médicas habituales (analítica de sangre y resistencia a la anestesia), pero cuando llegó el momento de la cirugía comenzaron los problemas. La clínica cancelaba continuamente las fechas programadas, argumentando que estaban cuadrando citas para el quirófano.

“Me marearon”, asegura Jesús, quien nunca llegó a operarse. Sin embargo, la clínica se quedó con los 5.200 euros que él había pagado. “Cuando ella cerró de nuevo, se declaró en quiebra”, relata Jesús. La situación empeoró cuando, al denunciar su caso en redes sociales, recibió amenazas de los abogados de la doctora.

Varios meses después recibió una llamada para operarse en Madrid, pero él la rechazó. “Con todo lo que sé ahora, no quería arriesgarme. A saber qué me hubieran hecho”, añade.

“Llevo un año muy malo. Me han robado. Me ha afectado a mi salud, a mis estudios… Había días que no tenía ganas ni de levantarme ni de comer”, confiesa a este diario.

Las denuncias contra la doctora García no son casos aislados, sino que forman parte de una sucesión de irregularidades en varias clínicas asociadas a ella. Además, este diario se ha intentado poner en contacto con la doctora Rebeca García y con el Ministerio de Sanidad para saber de qué manera afrontan esta situación y posibles soluciones, sin obtener respuestas.

Los testimonios de los afectados, especialmente a través de grupos organizados en redes sociales, subrayan una serie de problemas comunes: complicaciones médicas graves, la falta de seguimiento adecuado, el cierre repentino de clínicas y la desaparición de los fondos económicos pagados por los pacientes. Entre ellos, se pueden recoger los siguientes:

Encarni Lucena Del Castillo (Granada): “Me puse un balón gástrico el 31 de mayo (mi auto-regalo de cumple). Desde el primer día me fue fatal (si lo llego a saber no me lo pongo). Contraté el tratamiento de 1 año más otro de seguimiento nutricional. A los 6 meses me lo tuve que quitar porque me iba a costar la vida, literalmente. Eso fue en enero. Hasta febrero tuve seguimiento, pero la cita de marzo, me llamaron para cancelármela y hasta el día de hoy… Quiero que me devuelvan mi dinero porque yo no he llegado a fin con el tratamiento y ando muy mal emocionalmente, porque estoy recuperando peso, perdí 30 kilogramos, pero ya llevo ganados la mitad”.

Iraya Gómez (Tenerife): “Soy afectada también de las Clínicas Doctor Life, concretamente la de Tenerife. Me pusieron el balón y a los seis meses desaparecieron, dejando mi tratamiento a medias y ahora sin opción para quitármelo”.

Persona anónima (Huelva): “Fui cliente de su clínica en Huelva y, a la fecha, desde el mes de mayo del 2023, estoy a la espera de recibir un reembolso de 4.995 €, por una intervención pagada y no realizada. He escrito innumerables correos, he llamado por teléfono a otro número innumerables veces, pero hasta la fecha no se han puesto en contacto conmigo formalmente, bueno sí, una abogada en su nombre ante la reclamación de la OMIC (Oficina Municipal de Información al Consumidor)”.