Esto es en lo que te deberías de fijar antes de comprar canela, según una nutricionista: “Hay dos tipos de canela”

Los supermercados suelen jugar a confundir los tipos de canela para ofertar siempre el más barato, a pesar de las propiedades de cada uno

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Ramas de canela. (iStock)
Ramas de canela. (iStock)

Es habitual ir a la compra y, además de todos los alimentos que están apuntados en la lista, incluir en el carrito algún capricho y, al final, entre unas cosas y otras, el precio de la compra termina siendo muy elevado, a pesar de solo tener cuatro cosas apuntadas en la lista. Lo que no es tan habitual es atender a las etiquetas de los productos. No todo el mundo se para a leer esta letra pequeña que, realmente, es muy importante, ya que, cumpliendo con la legalidad, en ella deberían estar indicados todos y cada uno de los ingredientes y cantidades utilizadas para el producto. Sin embargo, hay ocasiones en las que, por mucho que se lean estas etiquetas, ya sea por desconocimiento o porque se ignoran, el producto acaba en la cesta de la compra de todas formas.

Muchas veces, se trate de productos que se suelen comprar de forma habitual o de caprichos puntuales, las etiquetas pueden ofrecer una información, en cierta manera, oculta, que es posible descubrir e interpretar, para así ver si el producto es adecuado o no para nuestra salud. Aun así, las sorpresas más grandes e inesperadas aparecen al descubrir que un ingrediente, en principio, inofensivo, puede tener trampa nutricionalmente hablando.

Una persona en un supermercado,
Una persona en un supermercado, leyendo la etiqueta de un producto. (Getty)

Las propiedades de la canela

La canela es una especia que se obtiene directamente del árbol y a la que, históricamente, se le han atribuido numerosas propiedades, ya que ha sido muy utilizada para la medicina tradicional. Según aclara la dietista-nutricionista y farmacéutica Laura García, para un artículo de la Academia Española de Nutrición y Dietética, lo cierto es que esta especia es rica en hierro y calcio, y numerosos estudios han relacionado la canela con beneficios para la salud y propiedades del tipo antiparasitario, antimicrobiano y antioxidante.

Sin embargo, existen algunos mitos sobre la canela, como que es bueno tomarla tras un embarazo o para perder peso y, sobre todo, esta especia tiene algunas contraindicaciones importantes, sobre todo relacionadas con la salud del higado: “Hay que tener cuidado con los suplementos y extractos de canela por su alto contenido en cumarina, con el consiguiente efecto hepatotóxico“, aclara la nutricionista Laura García. Es precisamente en este compuesto llamado cumarina donde hay que poner el foco a la hora de comprar canela en el supermercado.

La canela del supermercado y las etiquetas engañosas

Blanca es también nutricionista, y está especializada en el aparato digestivo y en la microbiota. En su cuenta de Instagram, explica que lo que muchos no saben es que hay dos tipos principales de canela y que, dependiendo de su procedencia, pueden estar más o menos indicados para nuestra salud: “¿Sabes que no es lo mismo consumir canela Ceilán que Cassia?“, explica Blanca. La nutricionista recomienda fijarse siempre en el origen de la canela al comprarla en el supermercado, ya que ”hay dos tipos de canela": “La más utilizada en Europa es la canela Cassia, procedente de China, que es mucho más barata”, apunta la nutricionista en su vídeo de Instagram.

Blanca explica que esta canela Cassia contiene “elevados niveles de cumarina”, y que este compuesto no es recomendable en cantidades elevadas. Además, explica el truco que utilizan en los supermercados para hacer pasar un tipo de canela por otro: “Si te fijas en la canela del Mercadona, por detrás viene que es canela Ceilán procedente de Sri Lanka e Indonesia”. Blanca incide en que no es correcto fijarse en si el tipo de canela es Ceilán o Cassia, sino en el origen ya que, en este caso, la procedente de Indonesia es la Cassia, “aunque no lo pone”: “Siempre fíjate en los ingredientes, que ponga que solo es canela de Ceilán o Cinnamomun verum”.