
Emigrar en busca de una buena oferta de empleo es, para muchos, la única opción. Y es que encontrar un trabajo con las condiciones económicas y profesionales deseadas no siempre es sencillo. Sin embargo, existe un pueblo en España que consigue combatir la despoblación por medio de oportunidades laborales: más de la mitad de sus vecinos trabajan en empresas locales. De hecho, tiene apenas 225 habitantes, pero Cipérez, una localidad de Salamanca, ya se ha convertido en un ejemplo.
También puedes seguirnos en nuestro canal de WhatsApp y en Facebook
Sueldo alto, facilidades para conciliar vida personal y profesional, buen horario, proximidad al hogar, posibilidad de seguir creciendo en el terreno laboral… Son muchas las características de un empleo que tienen en cuenta las personas que están en el paro o que, simplemente, quieren encontrar un nuevo trabajo. De ahí que el caso de Cipérez resulte aún más llamativo, ya que sus empresas locales son capaces de generar cerca de 100 empleos directos.
Una situación poco habitual en localidades similares

Cipérez, un pequeño municipio de la comarca de Vitigudino, cuenta con tan solo 225 habitantes, pero su economía local tiene una curiosa particularidad: las empresas establecidas en la localidad generan cerca de 100 empleos directos, lo que significa que casi la mitad de la población trabaja y vive en el propio municipio. Esta realidad, poco frecuente en localidades de su tamaño, lo convierte en un lugar atractivo para echar raíces.
El alcalde, Juan Francisco Alonso, destaca esta singularidad en declaraciones a La Gaceta de Salamanca, donde subraya que Cipérez es “el pueblo de menos de mil habitantes más industrial de Salamanca”. Además, Alonso señala que la implantación de fibra óptica en la localidad sería clave para fomentar el crecimiento económico, al abrir la puerta a nuevas empresas y negocios.
Una fábrica de obleas y de muebles o pequeños negocios
El pueblo destaca por su notable dinamismo económico, impulsado por diversas iniciativas empresariales que fomentan el empleo local. Entre ellas, resalta la histórica fábrica de obleas Pan de Ángel, que lleva más de 160 años formando parte esencial del tejido social y económico de Cipérez, empleando a una treintena de personas. En reconocimiento a su trascendencia, el pasado mes de agosto Fabián Martín, representante de varias generaciones al frente de este negocio, fue nombrado Hijo Predilecto. El alcalde señala que, para muchos, Martín es “un ídolo” y para otros, “un referente a seguir”.
Además de Pan de Ángel, el municipio alberga otras empresas clave, como una fábrica de muebles de cocina con más de treinta empleados y una empresa de transporte que, aunque tiene su sede fiscal en Cipérez, cuenta con una veintena de conductores. A estos negocios se suman otros pequeños comercios locales, como los dos bares y un supermercado, que atienden las necesidades diarias de los vecinos. Alonso también destaca que es el municipio con mayor actividad ganadera de la zona, lo que genera empleo en el sector.
Este conglomerado de empresas y servicios demuestra cómo una pequeña localidad puede ofrecer oportunidades laborales y atraer a nuevas familias, consolidándose como un ejemplo de sostenibilidad y dinamismo en el entorno rural de la provincia de Salamanca.