
El cortisol, más conocido como la hormona del estrés, es una hormona esteroidea que se libera en momentos de estrés o cuando el cuerpo interpreta que estamos ante cualquier tipo de peligro, como definen desde Neoactives. Pero, también participa en otros tantos procesos corporales como: regular la presión arterial, controlar los niveles de azúcar en sangre, reducir la inflamación o gestionar cómo el cuerpo usa los macronutrientes (carbohidratos, grasas y proteínas).
Por lo tanto, a pesar de que su nombre no le de buena fama, el cortisol cumple un papel fundamental en nuestra salud y bienestar. Sólo hay que tenerlo controlado.
Tal y como detallan en el portal de la Fundación René Quinton, el organismo incrementa la producción de esta hormona como parte de la respuesta de “luchar, huir o inmovilizarse”, lo que ayuda al cuerpo a adaptarse ante un peligro potencial.
Por qué aumenta el cortisol
El cortisol alto hace que nos mantengamos en estado de alerta. Sin embargo, cuando esos niveles no descienden y se mantienen inusualmente altos, significa que algo no va bien. Esto puede deberse porque estamos sometidos a situaciones estresantes.
No obstante, su incremento también puede darse en personas que se someten a entrenamientos intensos y que tienen un déficit de calórico, proteico y de grasas esenciales, así como en aquellas cuyos patrones del sueño son insuficiente o tienen los ciclos nocturnos alterados.
Cómo reducir los niveles de cortisol de forma natural
Según detallan los expertos de Neoactives, las señales que indican que tenemos el cortisol elevado son muy diversas e incluyen cambios en el estado de ánimo o problemas digestivos. Además de trastornos de sueño, cambios de peso sin razón aparente, fatiga y baja energía, problemas en la piel, cambios en la libido o problemas de concentración.
Para reducir los niveles de esta hormona de forma natural, se debe:
- Hacer ejercicio de forma regular.
- Tener un sueño reparador.
- Llevar una alimentación saludable, equilibrada y variada .
- Realizar prácticas de relajación como la meditación y el yoga.
- Tener relaciones sociales saludables.
- Priorizar tareas y gestionar el tiempo.
- Aprender a reconocer y controlar situaciones o pensamientos estresantes.
- Tomar pastillas naturales de Omega 3: este potente antiinflamatorio es capaz de reducir la inflamación causada por el cortisol.
- Consumir alimentos ricos en magnesio para favorecer el sueño de calidad.
Cómo afecta el nivel de cortisol alto a la salud
Aunque desempeña un papel importante en varias funciones del cuerpo, niveles moderados a altos de cortisol mantenidos durante períodos prolongados pueden generar diversos problemas de salud, entre ellos:
- Enfermedades crónicas: el exceso de cortisol puede aumentar el riesgo de desarrollar enfermedades crónicas como hipertensión arterial, enfermedades cardíacas, diabetes tipo 2, osteoporosis, entre otras.
- Aumento del peso: puede inducir un aumento del apetito y modificar el metabolismo del cuerpo, promoviendo el almacenamiento de grasa. Esto puede contribuir al aumento de peso, especialmente en la zona abdominal.
- Falta de energía o dificultad para dormir: puede interferir con las hormonas que regulan el sueño, lo que afecta tanto a la calidad como a la duración del descanso. Esto puede generar problemas de insomnio y una sensación generalizada de fatiga.
- Dificultad de concentración: puede provocar confusión mental, falta de claridad y problemas para concentrarse, lo que afecta la productividad y el bienestar general.
- Irregularidades menstruales en mujeres: pueden experimentar periodos menstruales irregulares o la ausencia de menstruación debido al impacto del cortisol en el sistema hormonal.
- Ansiedad y depresión: los niveles elevados de cortisol están relacionados con un mayor riesgo de sufrir trastornos de ansiedad y depresión, afectando el estado emocional y psicológico.
- Reducción del deseo sexual: puede disminuir el deseo sexual, afectando la función sexual y las relaciones de pareja.
- Sistema inmunológico debilitado: puede reducir la capacidad del sistema inmunológico para defender el cuerpo contra infecciones, haciendo más difícil combatir enfermedades.
- Síndrome de Cushing: los niveles extremadamente altos de cortisol pueden dar lugar al síndrome de Cushing, una enfermedad grave que afecta el metabolismo, la piel, los huesos y otros sistemas del cuerpo.
- Sensación de fatiga: puede generar una sensación constante de cansancio y agotamiento, incluso después de haber descansado.