Qué es lo que te puede pasar si no tomas suficiente magnesio

El exceso o déficit de este mineral indispensable para el organismo puede derivar en diversas patologías

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Suplemento magnesio. (Adobe Stock)
Suplemento magnesio. (Adobe Stock)

El magnesio, un mineral indispensable para el organismo, desempeña un papel crucial en más de 600 reacciones enzimáticas y procesos biológicos, según detalla el National Institutes of Health (NIH) de EEUU. Este componente, que no puede ser producido por el cuerpo humano, debe ser obtenido a través de la dieta, y su deficiencia puede desencadenar una serie de problemas de salud que afectan tanto el bienestar físico como mental.

De acuerdo con la Sociedad Española de Farmacia Hospitalaria (SEFH), el magnesio es fundamental para el funcionamiento adecuado de los músculos, el sistema nervioso y el corazón. Además, contribuye a la regulación de la presión arterial y los niveles de glucosa en sangre, así como a la formación de huesos, proteínas y material genético. Sin embargo, tanto su exceso como su déficit pueden derivar en diversas patologías, algo que pone de relieve la importancia de mantener niveles adecuados de este mineral en el organismo.

Fuentes alimenticias y requerimientos diarios

El magnesio se encuentra de manera natural en una amplia variedad de alimentos. Entre las principales fuentes destacan las verduras de hoja verde, como las espinacas; las frutas, como el albaricoque y el aguacate; las nueces, las legumbres, la soja, los cereales integrales como el arroz, y los productos lácteos, como la leche y el yogur.

Según el Comité Científico de la Agencia Española de Seguridad Alimentaria y Nutrición (AESAN), las cantidades diarias recomendadas de magnesio varían según la edad y el género. Por ejemplo, los hombres adultos deben consumir 350 miligramos al día, mientras que las mujeres necesitan 300 miligramos.

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Usos médicos y aplicaciones terapéuticas

El magnesio no solo es esencial como parte de una dieta equilibrada, sino que también tiene múltiples aplicaciones médicas. Según la SEFH, este mineral se utiliza en diversos medicamentos, ya sea solo o en combinación con otros minerales, en formas como cloruro, sulfato, bromuro, hidróxido, fluoruro y carbonato. Entre sus usos más destacados se encuentran:

  • Como laxante para tratar el estreñimiento ocasional.
  • Como antiácido, junto con aluminio y calcio, para aliviar la acidez estomacal y el ardor.
  • En el vaciado intestinal previo a procedimientos médicos como exploraciones radiológicas o endoscópicas.
  • Para el aporte de minerales y agua, tanto por vía oral como intravenosa.
  • En la prevención y tratamiento de deficiencias de magnesio.
  • Durante la conservación de órganos en trasplantes, desde su extracción hasta el injerto.
  • En la reposición de líquidos y electrolitos durante sesiones de diálisis o paracentesis.
  • Para tratar niveles elevados de fósforo en pacientes con insuficiencia renal crónica sometidos a diálisis.
  • En el manejo de alteraciones del ritmo cardíaco, como la Torsades de Pointes.
  • En casos de eclampsia, una complicación grave del embarazo que puede incluir convulsiones y coma.

Consecuencias de la deficiencia de magnesio

Aunque es poco común que una dieta insuficiente provoque niveles bajos de magnesio, existen factores que pueden aumentar el riesgo de deficiencia. Según el NIH, dietas ricas en proteínas, calcio o vitamina D incrementan las necesidades de este mineral. Además, ciertas condiciones médicas, como enfermedades gastrointestinales, cirugías, alcoholismo crónico, diabetes y el envejecimiento, pueden dificultar su absorción o favorecer su eliminación. Algunos medicamentos también interfieren en este proceso.

La falta de magnesio puede manifestarse a través de síntomas como pérdida de apetito, náuseas, vómitos, debilidad muscular, fatiga, somnolencia, entumecimiento, hormigueo, contracciones musculares, calambres, convulsiones, latidos cardíacos irregulares, cambios de personalidad y niveles bajos de calcio y potasio en sangre.

El NIH y la SEFH coinciden en que, en la mayoría de los casos, una dieta equilibrada es suficiente para cubrir las necesidades de magnesio, por lo que no se recomienda el uso generalizado de suplementos. Sin embargo, en situaciones específicas, como las mencionadas anteriormente, puede ser necesario recurrir a ellos bajo supervisión médica.

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