
El calcio es un mineral esencial para el organismo, crucial para la salud ósea y dental. Ayuda a fortalecer los huesos y los dientes, previniendo enfermedades como la osteoporosis. Además, el calcio juega un papel fundamental en la contracción muscular, la transmisión de impulsos nerviosos y la coagulación sanguínea.
Su presencia en la dieta es fundamental durante todas las etapas de la vida, pero especialmente en la infancia, adolescencia y en la edad adulta avanzada, cuando el cuerpo experimenta mayores cambios en la masa ósea.
Así, la leche es uno de los alimentos más ricos en calcio. Pero no el único. Las personas que por alergia o intolerancia no pueden tomarla tienen muchas más opciones. Eso sí, es importante conocerlas.

¿Cómo obtener calcio si no puedes tomar leche?
El calcio es un mineral esencial para la salud ósea y muchas funciones vitales del cuerpo. Sin embargo, no todos pueden consumir productos lácteos debido a diversas razones, como intolerancia a la lactosa, alergias o dietas veganas. Afortunadamente, existen múltiples fuentes no lácteas de calcio que pueden ayudar a cubrir las necesidades diarias de este mineral.
Una de las más comunes es la de las fuentes vegetales. Los vegetales de hoja verde son una excelente opción, especialmente aquellos como la col rizada, el brócoli y las espinacas. Aunque estos vegetales contienen calcio, cabe destacar que algunos, como las espinacas, también tienen compuestos que pueden interferir con la absorción del calcio, por lo que es recomendable combinarlos con otros alimentos ricos en vitamina D para mejorar la asimilación.
Además, el tofu, elaborado a base de soja, tiene también un alto contenido en calcio. En este sentido, los alimentos fortificados son una excelente alternativa para asegurar una ingesta adecuada de calcio. Muchos productos, como los cereales, las leches vegetales (almendra, soja, avena, etc.) y algunos jugos de naranja, están enriquecidos con calcio, lo que los convierte en opciones convenientes para quienes no pueden tomar calcio.
Las legumbres, como los garbanzos, las lentejas y los frijoles, son excelentes fuentes de calcio. Incorporar estas legumbres en sopas, guisos y ensaladas no solo proporciona calcio, sino también una buena cantidad de fibra y proteínas vegetales.
Además, los granos enteros como la quinoa y la avena contienen cantidades moderadas de calcio. Si bien no son fuentes tan concentradas como los vegetales de hoja verde o los frutos secos. De estos últimos destacan las almendras, las avellanas y los anacardos como fuentes de calcio.
Suplementos de calcio
En ocasiones, obtener suficiente calcio solo a través de la dieta puede resultar complicado, especialmente en dietas veganas estrictas o con otras restricciones alimentarias. En estos casos, los suplementos de calcio pueden ser una opción útil. Sin embargo, es importante consultar con un profesional de la salud antes de incorporarlos, ya que el consumo excesivo de calcio puede ocasionar efectos secundarios como cálculos renales. Para evitar riesgos, es fundamental seguir las dosis recomendadas y asegurarse de que la ingesta de calcio sea adecuada a las necesidades personales, considerando factores como la edad, el sexo y la salud ósea.