
Francia ha declarado la guerra la soja. La Agencia Nacional de Seguridad Sanitaria de Francia (Anses) ha pedido la retirada de todos los alimentos con soja de los comedores de colegios, institutos, hospitales, residencias de ancianos, empresas y demás instituciones. Según las autoridades sanitarias, el consumo excesivo de soja puede presentar ciertos riesgos para la salud.
La soja cuenta con una alta concentración de isoflavonas, unos compuestos que “pueden tener efectos nocivos para la salud, en particular en el sistema reproductor si se consumen en gran cantidad". De hecho, hasta los alimentos más aparentemente saludables, como los yogures o la leche, deben consumirse con moderación.
Las isoflavonas son fitoestrógenos y tienen una estructura similar a los estrógenos, que son las hormonales sexuales de las mujeres. Es por ello por lo que las autoridades sanitarias francesas han puesto el foco de los efectos de la soja en la fertilidad, pues los estudios han mostrado que en torno al 75% de los niños de entre 3 y 5 que consumen alimentos de soja superan los valores toxicológicos de referencia (VTR). Y, por tanto, estarían en riesgo.
Los niveles de estos fitoestrógenos varían en función de varios factores, desde la variedad de la soja, las condiciones en las que se ha cultivado o el punto de madurez con el que se cosechó la legumbre, así como el procedimiento de fabricación. Por ello, la Anses recomienda su retirada de los comedores para así evitar una actividad hormonal estrogénica desequilibrada.
Sin embargo, las isoflavonas nada tienen que ver con el estrógeno como tal. Así lo sostiene Laia Pascual, dietista-nutricionista del equipo del Centro Júlia Farré (www.centrojuliafarre.es) especializada en fertilidad y alteraciones hormonales. Según aclara la experta a Infobae España, “donde hay situaciones en las que hay bajos niveles de estrógenos, como la menopausia, lo que hace [la isoflavona] es actuar como un modulador hormonal”.
En cambio, cuando los niveles de estrógenos están elevados (hiperestrogenismo), como ocurre en el caso de la endometriosis, las isoflavonas “se colocan atenuando o inhibiendo esta respuesta estrogénica”. Por ello, estos fitoestrógenos, más que actuar como estrógenos, “buscarán siempre la homeostasis, el equilibrio hormonal, así que efecto estrogénico directo no tiene”.
Frente a la petición de la Anses, Pascual aclara que la soja no debería tener ningún efecto en la fertilidad femenina. Así también lo demostró una investigación de la Universidad de Harvard publicada en la Journal of Clinical Endocrinology & Metabolism y que estudió a 239 mujeres sometidas a fertilización in vitro.
“Incluso en la población infantil no tendría por qué haber ningún tipo de impacto”, sentencia. Aun así, depende de la dosis, pues se ha de evitar un consumo excesivo, como con cualquier alimento.

El efecto de la soja en la salud
Laia Pascual asegura que “”el consumo de soja es seguro siempre en un contexto de alimentación variada y en cantidades razonables". De hecho, la nutricionista recoge varios de los beneficios de esta leguminosa para la salud, originaria de China, Japón e Indochina y consumida ya en todo el mundo.
Al ser rica en proteínas de alta calidad, fibra, grasas insaturadas y algunos micronutrientes, la soja aporta beneficios a nivel cardiovascular, ya que puede reducir el colesterol LDL y mejorar el perfil lipídico. “También aporta beneficios en cuanto a salud ósea por sus micronutrientes, por el calcio y por el magnesio”. concluye.