
El ayuno intermitente ha ganado popularidad en los últimos años como una estrategia para mejorar la salud metabólica y cardiovascular. Esta práctica consiste en alternar períodos de ayuno con períodos en los que se permite comer, variando en función del tipo de régimen elegido. Algunos estudios sugieren que el ayuno intermitente puede ser eficaz para reducir factores de riesgo como la resistencia a la insulina, el peso corporal y mejorar la salud cardiovascular. Durante los períodos de ayuno, el cuerpo recurre a las reservas de grasa como fuente de energía, lo que puede favorecer la pérdida de peso y la regulación de los niveles de glucosa y lípidos en sangre.
Sin embargo, a pesar de los resultados prometedores, aún se están investigando los efectos a largo plazo de esta práctica. Si bien algunos estudios preliminares indican beneficios en la reducción de ciertos riesgos cardiovasculares y metabólicos, no existen conclusiones definitivas sobre su efectividad y seguridad a largo plazo. Además, expertos señalan que el ayuno intermitente no es adecuado para todos, especialmente para personas con antecedentes de enfermedades cardiovasculares o problemas metabólicos.

Qué riesgos tiene para la salud el ayuno intermitente
Según una revisión publicada en el Journal of the American Heart Association (JAHA), el ayuno intermitente podría mejorar indicadores clave de la salud cardiovascular, como los niveles de lípidos en sangre, la presión arterial y el control de la glucosa. Durante los períodos de ayuno, el cuerpo recurre a las reservas de grasa como fuente de energía, lo que favorece la pérdida de peso y la salud cardiometabólica.
Sin embargo, los expertos advierten que el ayuno intermitente no es adecuado para todos. La American Heart Association señala que quienes tienen antecedentes de enfermedades cardiovasculares deben proceder con cautela, ya que las restricciones alimenticias podrían generar desequilibrios en personas con ciertas condiciones médicas. Además, períodos prolongados de ayuno podrían aumentar los niveles de cortisol, la hormona del estrés, lo que podría afectar negativamente la salud del corazón.
Un estudio de 2021 publicado en Nutrients también resalta que los beneficios del ayuno intermitente pueden variar según la edad, el género y el estado de salud general. Para las personas con alto riesgo cardiovascular, es crucial consultar a un médico antes de comenzar esta práctica. En resumen, aunque el ayuno intermitente parece ofrecer potencial para reducir factores de riesgo cardiovascular, su implementación debe ser cuidadosamente adaptada a las necesidades individuales y siempre acompañada de supervisión médica, especialmente en personas con enfermedades preexistentes o riesgo de complicaciones.
Tipos de ayuno intermitente
Si el especialista médico considera que eres apto para llevar este tipo de alimentación, es momento de elegir qué tipo de ayuno quieres llevar.
Así, el ayuno intermitente ofrece varios enfoques, cada uno adaptado a diferentes necesidades y estilos de vida. Uno de los más populares es el método 16/8, que consiste en ayunar durante 16 horas y comer en una ventana de 8 horas. Otro es el método 5:2, en el que se restringe la ingesta calórica a unas 500-600 calorías durante dos días a la semana, mientras que los otros cinco días se come normalmente. También está el ayuno en días alternos, que implica ayunar cada dos días y comer normalmente en los días intermedios. Por último, el método de 24 horas consiste en ayunar durante 24 horas una o dos veces a la semana.