Una nutricionista explica por qué nos gusta tanto el azúcar: “Hemos nacido con un gusto innato por el sabor dulce”

El azúcar ha sido señalado como un producto que debe reducir su presencia en la dieta para prevenir estas patologías. Sin embargo, hay quienes intentan eliminarlo sin éxito

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Un  tarrón de azúcar
Un tarrón de azúcar (Imagen Ilustrativa Infobae)

El creciente interés por la alimentación saludable ha provocado una avalancha de contenido nutricional en redes sociales, donde cada vez más personas comparten información y consejos. Este fenómeno ha dado lugar a comunidades enfocadas en la prevención de enfermedades como la obesidad, la diabetes y los trastornos cardiovasculares.

En este contexto, el azúcar ha sido señalado como un producto que debe reducir su presencia en la dieta para prevenir estas patologías. Sin embargo, hay quienes intentan eliminarlo sin éxito, sintiéndose incapaces de dejarlo por completo.

La nutricionista Mdue_Nutrición explica que esto ocurre porque el azúcar activa nuestro sistema de recompensa, liberando dopamina, lo que genera una sensación de placer. Esta respuesta biológica nos lleva a querer repetir el consumo, creando una especie de “adicción”. Así, aunque se intente reducir su ingesta, los antojos pueden ser difíciles de controlar.

Por qué nos gusta tanto el azúcar

El azúcar, a menudo considerado un placer cotidiano, es también el principal nutriente que alimenta nuestro cerebro. Según mdue_nutricion, experta en nutrición, el azúcar “libera dopamina, activa nuestro sistema de recompensa”, lo que nos genera sensaciones de placer. Este proceso no es accidental: nuestro gusto por lo dulce tiene raíces evolutivas profundas. La lengua humana está diseñada para reconocer los sabores que indican valor nutritivo, y el dulce ha sido históricamente un indicador de energía vital. Así, desde una perspectiva evolutiva, “hemos nacido con un gusto innato por el sabor dulce”, asegura.

Sin embargo, en la sociedad moderna, el contexto ha cambiado. Hoy no estamos luchando por nuestra supervivencia. Sin embargo, estamos constantemente expuestos a alimentos altamente azucarados. Esto presenta un dilema: el sistema de recompensa de nuestro cerebro, que nos dice “si algo es placentero, repítelo”, se activa con cada dosis de azúcar, lo que nos hace más propensos a consumirlo en exceso. La dopamina, el neurotransmisor central en este proceso, “se libera cada vez que consumimos algo que nos genera mucho placer”.

Este mecanismo no es exclusivo del azúcar, sino que se asemeja al funcionamiento de las drogas o el alcohol, que también inducen un aumento de dopamina, facilitando la repetición de comportamientos placenteros. De acuerdo con la teoría de la saciedad sensorial específica, “nos hacemos de un determinado sabor para querer empezar a consumir otro”, lo que refuerza nuestra búsqueda constante de lo dulce. De hecho, cuando tratamos de restringirnos, “nuestras ganas por querer consumirlo aumentarán”, convirtiendo al azúcar en una adicción silenciosa.

(Puedes ver la publicación entera en este enlace https://www.tiktok.com/@mdue_nutricion/video/7149460567609101573?_r=1&_t=ZN-8umXPHabFTS)

Episodio: Azúcar mascabo.

Cuánto azúcar se puede comer al día

La Organización Mundial de la Salud (OMS) recomienda que el consumo de azúcar añadido no supere el 10% de las calorías diarias totales, lo que equivale a aproximadamente 50 gramos (alrededor de 12 cucharaditas) para una dieta de 2.000 calorías. Idealmente, se sugiere reducirlo al 5%, lo que correspondería a unos 25 gramos (6 cucharaditas).

Además, hay que tener en cuenta que el azúcar añadido incluye el que se encuentra en productos procesados, bebidas azucaradas y dulces. El consumo excesivo de azúcar está asociado con un mayor riesgo de obesidad, diabetes tipo 2 y enfermedades cardiovasculares.