
El consumo regular de pescado en nuestras recetas presenta numerosos beneficios para la salud, ya que es una excelente fuente de ácidos grasos omega-3, proteínas, vitaminas y minerales esenciales. De hecho, la Agencia Española de Seguridad Alimentaria y Nutrición (AESAN) recomienda consumir al menos tres raciones de pescado a la semana. Aunque el pescado congelado y las conservas son opciones completamente válidas, no hay nada como una pieza de pescado fresco para incluir en nuestras recetas semanales.
A la hora de comprar pescado, garantizar su frescura es esencial tanto para disfrutar de su sabor como para evitar riesgos para la salud. Para conseguir encontrar las mejores piezas, así como las más frescas, siempre es recomendable comprar el pescado en establecimientos de confianza, donde se garantice una adecuada conservación y manipulación. También es importante consumirlo lo antes posible, para disfrutar de todo su sabor y textura y esquivar posibles intoxicaciones.
Más allá de estas recomendaciones básicas, existen algunos detalles que pueden ayudarnos a identificar cuándo un pescado es fresco y cuándo, en cambio, lleva varios días almacenado. Así lo ha explicado José María Sánchez, el pescadero conocido en redes sociales como ‘Beli’, que ha acudido al programa ‘La Tarde, aquí y ahora’ de Canal Sur para revelar sus trucos para comprar el pescado más fresco de la pescadería.
Los trucos de un pescadero para diferenciar el pescado fresco
Uno de los aspectos más relevantes que mencionó ‘Beli’ durante su intervención fue el estado de rigor mortis del pescado. Este término, que hace referencia a la rigidez que adquiere el cuerpo tras la muerte, es un indicador de que el pescado ha sido capturado recientemente. “Esto es rigor mortis, cuando están tiesos”, explica el pescadero mostrando un pescado a cámara. “Esto es un indicio de que el pescado tiene pocas horas de pesca”. En efecto, es importante que al tocar el pescado, la carne se sienta firme y elástica. Si al presionar la pieza con el dedo la carne se hunde y no recupera su forma, es probable que no esté fresco.

Otro de los consejos compartidos por el pescadero sevillano en Canal Sur fue observar el estado de la piel del pescado. Según el experto, una piel brillante, húmeda y resbaladiza es un claro indicativo de frescura. Por el contrario, una piel apagada, seca o con signos de deshidratación puede ser señal de que el pescado lleva varios días fuera del agua.
Pero es posible que nuestro pescadero no nos permita tocar el pescado o que, incluso, haya rociado las piezas con agua disimulando la sequedad de sus escamas. Por ello, ‘Beli’ propone dos trucos más que pueden observarse a simple vista. En primer lugar, el pescadero destacó la importancia de revisar las agallas del pescado, ubicadas bajo su cabeza. Según explica, estas deben presentar un color rojo vivo o rosado y un aspecto húmedo. Si las agallas están decoloradas, pardas o secas, es un claro indicativo de que el pescado no es fresco.
Por último, el pescadero nos recomienda fijarnos en un último detalle. ”Otra cosa es el ojo, que tiene que estar ovaladito y con viveza”, asegura. Un pescado fresco debe tener ojos brillantes, claros y con un aspecto húmedo. Si los ojos están opacos, hundidos o presentan un tono grisáceo, es un claro indicativo de que el pescado ha perdido calidad debido a una exposición prolongada al aire.