
Hacer la compra se ha complicado estos últimos años y no por falta de supermercados ni de variedad de productos, hasta de formatos o presentaciones de esos mismos productos, pero hay dos factores que obligan a pensarlo mejor a la hora de llenar la cesta o el carro para no llevarse un susto en el bolsillo o en el estómago.
Primero de todo, el precio. Desde la pandemia del Covid-19, en 2020, es decir en los últimos cinco años, este acto cotidiano se ha encarecido en un 17%, alejándose de los salarios. Segundo, no muy distinto, el etiquetado. La situación también obliga a mirar con atención ingredientes y cantidades.
A fin de un mayor beneficio económico, cadenas por todos conocidas acumulan denuncias de organizaciones de consumidores por rebajar la calidad en la composición de numerosos productos, lo que se llama cheapflación, así como cantidades, reduflación, sin aviso y sin la correspondiente rebaja en el precio.
El chocolate negro de Mercadona
Y también hay estrategias por las que un establecimiento vende un producto a un precio y ese mismo producto sensiblemente más barato pero logra que el consumidor se sienta atraído y se termine decantando por el primero.
El ejemplo más conocido de esto es el del chocolate negro al 85% de Mercadona, sobre el que llamaron la atención numerosos clientes. Una tableta de 100 gramos cuesta 1,85 euros. Es decir, 10,85 euros el kilo. Pero la empresa de Juan Roig también vende ese mismo chocolate en onzas, en una bolsa con pequeñas chocolatinas envueltas, 200 gramos en total, y lo cobra a 3,20 euros. Es decir, a 16 euros el kilo.

“Te vas ahorrar una pasta”
Y es que los supermercados han encontrado un filón en lo que muchos consumidores consideran una gran ventaja, que son raciones individualizadas. El tiktoker y youtuber Sergio Enciso, conocido en sus canales como @lacocinadelpirata, de recetas y restaurantes, fue durante años pescadero. En uno de sus últimos vídeos, avisa de lo que está ocurriendo con el salmón, que pudiera extrapolarse también por ejemplo al pollo.
“Si eres de los que compra filetes de salmón, que sepas que te están timando -avisa- ”porque los filetes cuestan 23 euros el kilo y comprar un salmón entero te cuesta 12 -el kilo-″, tomando como referencia precios de Mercadona. “Lo único, que tienes que aprender a filetearlo, pero yo te enseño, que es facilito”, aclara Enciso, que dedica el vídeo a mostrar cómo aprovecha una pieza, empezando por la cabeza “para hacer un caldito que sale espectacular”.
De ese pescado entero a 12 euros el kilo “vas a tener bastantes raciones” y basta con congelar. El ahorro es casi del 50% por limpiar tú mismo la pieza, algo que, por otro lado, también se puede pedir al pescadero. “Así que deja de comprar salmón en bandejas y cómpralo entero y pártelo, que además es muy divertido y te vas a ahorrar una pasta”, termina el ‘pirata’.

El consumidor debe ser informado
Recientemente, la OCU ha reclamado “transparencia ante la reduflación y cheapflación”. El consumidor, defiende la organización, “debe ser informado de cualquier reducción del contenido o de la calidad de los ingredientes de un alimento preenvasado cuando oculte una subida de precio, tal y como ya se hace en Francia y Alemania”.
“Cuando se ponga a la venta un producto de consumo preenvasado con una cantidad nominal constante -dice la OCU en una nota-, deberá informarse de forma inequívoca, clara y comprensible a las personas consumidoras siempre que se reduzca dicha cantidad o se utilicen materias primas de peor calidad y esto se traduzca en un aumento del precio por unidad de medida, manteniendo el mismo o similar diseño en su envase”.