¿Es posible burlar el paso del tiempo, “hackear” el propio organismo para vivir 150 años? El multimillonario Bryan Johnson ha decidido gastar buena parte de su fortuna en este cometido, como ha dado a conocer al mundo a través de su documental de Netflix No te mueras: El hombre que quiere vivir para siempre.
Mediante una rutina espartana, el magnate pretende desafiar el envejecimiento y alargar su vida hasta límites aún desconocidos. Para ello, rodeado de todo un equipo médico que monitoriza minuciosamente su salud, Bryan Johnson realiza toda una serie de actividades únicamente enfocadas a revertir su reloj biológico.
En su rutina forma parte hacer una hora de ejercicio físico diaria enganchado a una máquina de oxígeno, terapia de luz roja y más de 300 diodos directos al cuero cabelludo para estimular el crecimiento del pelo. Este estadounidense también ha llegado a inyectarse plasma sanguíneo de su hijo, de entonces solo 17 años.
Bryan Johnson acompaña estas actividades de una estricta dieta vegana (y 100 pastillas al día). “Como súper vegano todos los días y me encanta”, cuenta en su web.
Su almuerzo antienvejecimiento, como él lo llama, consta de 150 gramos de lentejas cocidas, 250 gramos de brócoli, 150 gramos de coliflor, 50 gramos de champiñones, un diente de ajo, tres gramos de raíz de jengibre, una lima, una cucharada de vinagre de sidra de manzana, una cucharada de semillas de cáñamo y una cucharada de aceite de oliva virgen extra.
Por qué estos alimentos ayudan en la longevidad
Los alimentos escogidos por este magnate no son al azar, evidentemente. Cada uno de ellos está respaldado por el equipo médico basándose en diversos estudios que demuestran su riqueza en antioxidantes, vitaminas, minerales y compuestos bioactivos contribuye a mejorar la función celular, fortalecer el sistema inmunológico y reducir el riesgo de enfermedades crónicas.
El alimento base de la comida de Bryan Johnson son las lentejas, que son una excelente fuente de proteínas vegetales, fibra, vitaminas del complejo B, hierro y magnesio. Su alto contenido en fibra favorece la salud digestiva y regula los niveles de azúcar en sangre, reduciendo el riesgo de diabetes tipo 2. Además, contienen polifenoles, compuestos con propiedades antioxidantes y antiinflamatorias que protegen las células del envejecimiento.
El brócoli y la coliflor son crucíferas ricas en sulforafano y glucosinolatos, compuestos con efectos antioxidantes y anticancerígenos. El sulforafano ayuda a activar enzimas desintoxicantes en el hígado, lo que facilita la eliminación de toxinas y reduce el daño celular.
Los champiñones contienen beta-glucanos, compuestos que estimulan el sistema inmunológico y mejoran la respuesta del organismo ante infecciones. También son ricos en antioxidantes como la ergotioneína, que protege las células del estrés oxidativo y el envejecimiento prematuro.
El ajo es conocido por sus propiedades antibacterianas, antivirales y antiinflamatorias. Además, contiene alicina, un compuesto con efectos antioxidantes que protege el corazón y ayuda a reducir la presión arterial y el colesterol.
El jengibre es un potente antiinflamatorio y antioxidante que protege el cuerpo del daño celular y del envejecimiento prematuro. Sus compuestos activos, como el gingerol, ayudan a reducir la inflamación crónica, un factor clave en el desarrollo de enfermedades cardiovasculares, cáncer y trastornos neurodegenerativos.
