La vitamina que cuida los músculos, mantiene fuerte los huesos y combate virus y bacterias

Nuestro cuerpo puede obtener esta vitamina a través de algunos alimentos, de la exposición a la luz solar o de suplementos

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Alimentos ricos en vitamina D
Alimentos ricos en vitamina D (AdobeStock)

Existe una vitamina esencial para nuestro cuerpo y que podemos obtener a través de la alimentación, la piel o los suplementos. Nuestro organismo necesita vitaminas para crecer y desarrollarse correctamente, y para llevar a cabo ciertas funciones fundamentales recurre a la vitamina D. Su importancia radica en su capacidad para regular la absorción de calcio y fósforo, fortalecer el sistema inmunológico, promover la función muscular y contribuir a la salud neurológica.

Uno de los principales beneficios de la vitamina D es su papel en la salud ósea, indican los profesionales de MedlinePlus. Sin una cantidad suficiente de esta vitamina, el organismo no puede absorber adecuadamente el calcio, lo que resulta en huesos débiles y propensos a fracturas. En los niños, la deficiencia de vitamina D puede provocar raquitismo, una enfermedad caracterizada por el ablandamiento y debilitamiento de los huesos, lo que puede causar deformidades óseas. En los adultos, una ingesta inadecuada de vitamina D puede contribuir a la osteoporosis, una afección que debilita los huesos y aumenta el riesgo de fracturas, especialmente en personas mayores.

Además de su papel en la salud ósea, la vitamina D también cumple otras funciones esenciales en el cuerpo, pues los músculos la necesitan para moverse de manera eficiente, ya que esta vitamina ayuda a mejorar la fuerza y la coordinación muscular. Su deficiencia se ha asociado con debilidad muscular, lo que puede aumentar el riesgo de caídas, especialmente en adultos mayores.

Por otro lado, los nervios también dependen de la vitamina D para transmitir mensajes entre el cerebro y el cuerpo. Por ello, se cree que unos niveles adecuados de vitamina D pueden estar relacionados con un menor riesgo de enfermedades neurológicas, como la esclerosis múltiple y el deterioro cognitivo.

Otro aspecto fundamental de la vitamina D es su impacto en el sistema inmunológico, pues esta vitamina juega un papel clave en la respuesta inmune del cuerpo, ayudando a combatir infecciones bacterianas y virales. Así, una deficiencia de vitamina D podría estar asociada con un mayor riesgo de infecciones respiratorias, como la gripe y el resfriado común.

Romina Pereiro habla de la importancia de una alimentación equilibrada para fortalecer nuestro sistema inmunológico.

Fuentes de vitamina D

El cuerpo humano puede obtener vitamina D de tres maneras principales: la exposición a la luz solar, el consumo de ciertos alimentos y el uso de suplementos.

  1. Exposición al sol: la principal fuente natural de vitamina D es la exposición a la radiación ultravioleta B (UVB) del sol. Cuando la piel recibe luz solar, el cuerpo sintetiza vitamina D de manera natural. Sin embargo, factores como la latitud, la época del año, el uso de protector solar, la contaminación y el color de la piel pueden influir en la producción de esta vitamina.
  2. Alimentos ricos en vitamina D: aunque pocos alimentos contienen vitamina D de forma natural, algunos alimentos fortificados pueden ayudar a alcanzar los niveles recomendados. Entre los alimentos ricos en vitamina D se encuentran los pescados grasos como el salmón, el atún y la caballa, así como el hígado de res, la yema de huevo y los productos lácteos y cereales fortificados.
  3. Suplementos de vitamina D: en algunos casos, especialmente en personas con deficiencia de vitamina D o en aquellas que tienen dificultades para obtener suficiente cantidad a través de la exposición al sol y la dieta, los suplementos pueden ser una opción recomendada por los profesionales de la salud.
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