Una nutricionista explica si es cierto que dejar de cenar ayuda a bajar de peso: “En mis pacientes he visto mucho más beneficio cuando las calorías las divides durante todo el día”

La experta defiende que evitar una comida con la idea de reducir calorías puede tener el efecto contrario

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Una cena (AdobeStock)
Una cena (AdobeStock)

En los últimos años, el interés por la nutrición y la alimentación saludable ha crecido mucho. Factores como el acceso a la información, el auge de las redes sociales y el aumento de enfermedades relacionadas con la mala nutrición, han llevado a muchas personas a buscar hábitos nutricionales equilibrados. Sin embargo, en un contexto en el que continuamente se difunde información, buscar el consejo de voces expertas es clave. Además, afortunadamente, sus lecciones pueden aprenderse a través de las redes sociales.

Cora Liliana Guerrero es el claro ejemplo de ellos. Esta nutricionista utiliza su perfil de TikTok para promover hábitos alimenticios saludables. Y en línea con esto, también desmitifica las falsas creencias sobre alimentación que hay en la cultura popular. En uno de sus videos más populares desvela si es cierto que no cenar ayuda a bajar de peso.

Un ejemplo de cena (Adobe
Un ejemplo de cena (Adobe Stock)

¿Dejar de cenar ayuda a adelgazar?

“Hablemos del mito de que dejar de cenar te ayuda a adelgazar”, empieza diciendo Cora Guereiro. Tras presentar el tema, pasa a matizar la creencia. “La realidad no es que dejes de comer, sino la cantidad que comes o consumes durante el día”, explica.

En este contexto, defiende que evitar una comida con la idea de reducir calorías puede tener el efecto contrario. Al llegar con más hambre a la siguiente ingesta, es más probable que se consuma una mayor cantidad de calorías de las necesarias, “en mis pacientes he visto mucho más beneficio cuando las calorías las divides durante todo el día de manera respetando el desayuno, comida y cena a reducirlas a dos comidas y el paciente empieza a crear una sensación de hambre o de ansiedad que esto lo lleva a consumir más calorías”, relata.

Por tanto, en lugar de eliminar la cena, lo que ella recomienda es optar por una alimentación balanceada durante todo el día, asegurando una distribución adecuada de los nutrientes para evitar excesos y mantener un metabolismo estable.

Uno de los pescados más sanos y completos es también el más barato: “Una ración casi cubre el 100% de los objetivos nutricionales del día”.

Por qué no es recomendable hacer una cena muy abundante

Ahora bien, aunque no hay que saltarse las comidas, sí que es verdad que no es lo mismo una comida que otra. Mientras que es importante hacer un almuerzo contundente, una cena de las mismas características puede causarnos algún que otro problema. En este sentido, puede empeorar el dolor abdominal nocturno en las personas con síndrome del intestino irritable. Y no hace falta tener problemas digestivos.

Una cena abundante puede dificultar la digestión y afectar la calidad del descanso, haciendo que este no sea reparador. Sin embargo, su impacto varía según los alimentos consumidos. La presencia excesiva de proteínas o grasas en la última comida del día puede hacer que el proceso digestivo sea más lento y pesado. Factores como la cantidad de comida, el horario y la composición nutricional influyen en cómo el organismo asimila los alimentos antes de dormir, afectando a la calidad del descanso.

En consecuencia, en una cena saludable se recomienda incluir proteínas magras, como pollo, pescado o tofu, acompañadas de verduras en ensaladas, cremas o al vapor, y una pequeña ración de carbohidratos, como quinoa o pan integral. Además, es clave limitar las grasas saturadas y los azúcares refinados.

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