Encontrar una oferta de empleo que resulte atractiva y se ajuste a las condiciones económicas y laborales deseadas, no es sencillo. Es por ello que, una vez que se detecta una buena oportunidad profesional, hay que prepararse de forma correcta para conseguir ser el candidato escogido para pasar con éxito el proceso de selección. Es ahí donde entra en juego la importancia de saber los mejores trucos para superar una entrevista de trabajo. Y es que no solo es relevante que el currículum cumpla con los requisitos de la empresa, sino también conocer, por ejemplo, el famoso test del agua al que una compañía puede someter al posible futuro empleado sin que este sea consciente.
Con frecuencia, sobre la mesa de la sala en la que se tiene la entrevista de trabajo hay un vaso o una jarra de agua a disposición del candidato. Aunque, en un principio, se puede llegar a creer que estos objetos están ahí colocados por casualidad, lo cierto es que permiten a los empleadores evaluar a la persona que tienen en frente. Y es que los reclutadores no solo suelen usar estas reuniones para analizar las habilidades técnicas, sino también para identificar el comportamiento de los potenciales empleados en un ambiente laboral, tal y como se explica en el periódico económico francés Capital.
En qué consiste la ‘prueba del agua’
Un candidato compartió en Reddit una experiencia peculiar: fue contratado tras superar, sin saberlo, la denominada prueba del agua. Este insólito método de evaluación consiste en observar cómo el entrevistado maneja algo tan simple como un vaso o una botella de agua durante la entrevista, lo que para algunos reclutadores puede ser un indicador de su confianza y capacidad de adaptación al entorno.
La dinámica parte de un gesto aparentemente trivial: ofrecer agua al candidato. La respuesta y el comportamiento posterior son objeto de análisis. ¿Aceptará cortésmente la oferta? ¿Beberá de forma apresurada, pausada o excesiva? Según expertos citados en el debate, estos detalles, aunque puedan parecer irrelevantes, ofrecen pistas sobre la habilidad del entrevistado para adaptarse a una cultura profesional o para reaccionar ante gestos de cortesía en un entorno formal.
Por ejemplo, rechazar sistemáticamente el agua podría interpretarse como una señal de incomodidad o desconfianza, mientras que un comportamiento demasiado acelerado podría denotar falta de control o reflexión. Más allá de estos aspectos, la prueba permite evaluar cómo el candidato gestiona pequeños imprevistos: si algunas gotas caen sobre la mesa, observar si toma la iniciativa de limpiarlas podría reflejar responsabilidad y atención al detalle, aspectos valorados en un entorno laboral.
Este curioso enfoque, aunque no es común en todos los procesos de selección, pone de manifiesto cómo los reclutadores buscan captar señales sutiles más allá de las respuestas directas. Al final, en una entrevista de trabajo, hasta un sorbo de agua puede convertirse en una prueba decisiva.
Cuál es la frase que suelen decir los candidatos y no gusta a los reclutadores
Quentin Dupuy, cofundador de una start-up tecnológica, ha advertido sobre las implicaciones negativas que pueden generar ciertos comentarios durante una entrevista de trabajo. En declaraciones recogidas por un medio especializado, explicó que afirmar haber “superado” un puesto anterior o a la empresa puede dar la impresión de arrogancia, algo que no juega a favor del entrevistado. “A veces, dependiendo de cómo lo expresen o de las ideas que transmitan, los candidatos parecen sentirse superiores a su trabajo previo y a su empresa, lo que envía una mala señal”, señala.
Otro factor que los reclutadores evalúan es la etapa profesional del candidato. Según el fundador de CK Talents, asegurar que “ya se ha hecho todo” en un puesto tras solo dos años puede interpretarse como impaciencia o falta de compromiso. Este tipo de comentarios podría generar dudas sobre la estabilidad y capacidad del aspirante para mantenerse en un empleo a largo plazo.
Asimismo, Dupuy subrayó la importancia de evitar culpar a terceros por experiencias laborales negativas. Los reclutadores valoran la reflexión y la claridad al explicar las razones para buscar un nuevo empleo. En lugar de generalidades, resulta más efectivo señalar objetivos concretos, como un ascenso, la búsqueda de nuevas responsabilidades o la mejora de las condiciones laborales.
El experto resumió la clave para afrontar con éxito una entrevista laboral: “El objetivo no es demostrar que quieres escapar de una empresa, sino que deseas incorporarte a otra”. Esta perspectiva pone el foco en proyectar interés y motivación hacia el nuevo proyecto en lugar de centrarse en los motivos de salida.