Cuántas veces es normal despertarse por la noche en función de tu edad, según la ciencia

A todo el mundo le ha pasado alguna vez eso de desvelarse, en mitad de la noche, y tratar de volver a conciliar el sueño, sin ningún éxito y sin saber muy bien lo que hacer para conseguirlo. Dar una vuelta, y luego otra, y al mismo tiempo comerse la cabeza, pensando en lo muy necesario que es quedarse dormido, porque al día siguiente se madruga, y con la frustración del esfuerzo inservible, empeorando aún más la situación.

En realidad, y aunque se dice con mucha más facilidad de la que tiene hacerlo, lo mejor en estos casos es intentar conservar la calma. Acabar golpeando la almohada, por si fuera culpa suya, es realmente contraproducente - para sorpresa de nadie - y, aunque no existen trucos infalibles para volver a quedarse dormido, por suerte existen maneras de mejorar los ciclos del sueño y evitar que vuelva a pasar (dentro de la medida de lo posible). Irse siempre a dormir a la misma hora y hacer lo propio con el levantarse, mantener el orden en el dormitorio, o evitar consumir cafeína o tabaco son algunas de las formas en las que se puede propiciar unos mejores hábitos de sueño.

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En realidad, aunque pueda ser frustrante y, sin duda, un gran inconveniente, es algo natural hasta cierto grado, el cual tiene que ver con varios aspectos, como la edad, el insomnio, la ansiedad, o incluso si hay algo que pueda generar preocupación o si en ese momento concreto se siente algún dolor. De acuerdo con un estudio de Maurice M. Ohayon - catedrático de Psiquiatría y Ciencias del Comportamiento y de Medicina del Sueño - publicado en Science Direct, algo menos de un tercio de las personas se despiertan en mitad de la noche al menos tres veces por semana.

De acuerdo con expertos de la Fundación del Sueño, esos datos varían con la edad debido a que, a partir de los 60-65 años, los ritmos circadianos cambian (el ciclo natural de cambios físicos, mentales y de comportamiento que experimenta el cuerpo en un intervalo de 24 horas). Por ejemplo, los adolescentes tienen el ritmo circadiano más largo, lo que supone que el momento natural de despertarse llegue más tarde de lo normal en adultos.

Sin embargo, a partir de esos 60-65 años (aproximadamente) tiene lugar lo que se conoce como el adelanto de las fases del sueño que, aunque puede suponer que las personas que lo estén atravesando se despierten más descansadas, también adelanta el momento en que entran las ganas de irse a dormir. En términos prácticos, puede suponer que las personas mayores se acuesten alrededor de las 7-8 de la tarde para despertarse sobre las 3 o 4 de la madrugada y que, al tratar de seguir durmiendo, en una lucha contra su propio cuerpo, acaben por descolocarse el ciclo de sueño.

Según expertos del instituto médico John Hopkins, las personas suelen desvelarse ligeramente unas 20 veces cada noche, aunque por lo general ni lo recuerdan ni llegan a despertarse lo suficiente como para registrar que lo han hecho. En cuanto a despertarse del todo, lo normal es que el adulto promedio lo haga unas 2 o 3 veces cada noche, por lo que, si sucede con esa frecuencia, uno no debe preocuparse. Sin embargo, la National Sleep Foundation (la Fundación Nacional del Sueño), indica que lo habitual es que solo suceda una vez por noche para menores de 65 años, y que a partir de esa edad ese número se multiplique por dos.

Por otro lado, el National Health Service (Servicio Nacional de Salud) del Reino Unido, según ha compartido el Huffington Post, matiza que “si alguien no puede quedarse dormido o mantenerse dormido durante el tiempo suficiente para sentirse descansado, puede ser que tengan insomnio”, a lo que añaden que, si alguien se despierta “varias veces por noche, es recomendable que acuda a un médico de cabecera”. El National Institute of Ageing (Instituto Nacional del Envejecimiento) estadounidense, por su parte, indica que “despertarse todos los días sintiendo cansancio es una señal de que no se está descansando lo suficiente”. Realmente, no tiene que ver tanto con el número de veces que uno se desvela, sino con el nivel de cansancio que se sienta debido a ello.