Cómo se construye la seguridad emocional en pareja: estrategias para sanar ciclos de inestabilidad

La psicoterapeuta Jessica Baum reveló en una entevista para el podcast Modern Wisdom de qué manera el cuerpo responde al apoyo afectivo y detalló prácticas que ayudan a desactivar viejos patrones

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La seguridad emocional en las
La seguridad emocional en las relaciones se construye a partir de la conexión profunda y el apoyo tanto interno como externo (Imagen Ilustrativa Infobae)

Sentirse seguro en una relación va más allá de la confianza; es una experiencia corporal y emocional que, según la psicoterapeuta Jessica Baum, se construye tanto desde el interior como a través del apoyo externo.

En una entrevista con el podcast Modern Wisdom, la experta expuso los fundamentos de la seguridad emocional, el papel de las heridas de apego y las estrategias para sanar los vínculos, integrando su experiencia clínica y los avances en neurociencia.

Para Baum, la seguridad emocional en una relación aparece cuando la persona se siente profundamente conectada, con una sensación de apertura y calma física. Esto muestra que no se trata solo de un proceso mental, sino de una experiencia corporal que surge cuando percibimos apoyo y compañía, incluso en momentos inciertos.

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Las heridas de apego y la falta de presencia emocional en la infancia pueden dejar marcas duraderas en la vida adulta y afectar los vínculos de pareja (Captura de video: YouTube)

“Lo que me da seguridad es saber que, pase lo que pase, tengo personas a mi alrededor que estarán ahí para apoyarme”, explicó la experta al conductor del podcast Chris Williamson, subrayando que la seguridad emocional se alimenta tanto de los recursos internos como de la red de apoyo externa.

El impacto de la inseguridad y las heridas de apego

La falta de seguridad se evidencia de forma clara en el sistema nervioso. Baum describió señales como vacío en el estómago, corazón acelerado, sensación de amenaza o temor a ser abandonado, así como el miedo a perderse a uno mismo dentro de la relación. Según la psicoterapeuta, estas reacciones suelen activarse por pequeños gestos, como la desconexión emocional de la pareja.

“Cuando alguien se ausenta emocionalmente, el sistema registra que no está ella, y eso puede activar una alarma interna”, relató. También señaló que diversos experimentos demuestran cómo la carencia de presencia emocional en la infancia puede dejar marcas profundas en la adultez.

El ciclo de inseguridad se perpetúa a través de mecanismos de protección desarrollados para sobrellevar el dolor emocional. Compartió que el trabajo excesivo fue uno de sus propios protectores, pero advirtió que estos mecanismos pueden tomar distintas formas: ejercicio compulsivo, consumo de alcohol, desconexión emocional o uso excesivo de tecnología.

Los mecanismos de protección, como
Los mecanismos de protección, como el trabajo excesivo o la desconexión emocional, surgen para evitar el dolor pero pueden dificultar la sanación relacional (Crédito: Freepik)

Estos comportamientos no son negativos por sí mismos, detalló en Modern Wisdom, sino que se convierten en problemáticos cuando se utilizan para evitar sentir el mundo interior.

Cultura de autosuficiencia y repetición de patrones

La cultura contemporánea refuerza estos mecanismos al exaltar la independencia y el éxito individual. “Crecemos en una sociedad que nos empuja a ser autosuficientes y productivos, pero eso nos lleva a vivir en modo supervivencia y a desconectarnos de nosotros mismos y de los demás”, afirmó.

Ella misma buscó la felicidad a través de logros y reconocimientos, solo para descubrir que la plenitud reside en las relaciones profundas. “La cultura nos engaña haciéndonos creer que el éxito nos hará felices, pero la verdadera felicidad surge de la conexión”, insistió.

Las heridas de apego y los traumas infantiles suelen repetirse en la vida adulta de manera inconsciente. “Tendemos a recrear lo familiar, incluso si eso implica revivir dinámicas dolorosas de la infancia”, señaló.

La repetición inconsciente de traumas
La repetición inconsciente de traumas infantiles y heridas de apego perpetúa dinámicas dolorosas en la vida adulta hasta que se toma conciencia de los patrones, según la experta (Captura de video: YouTube)

Tras crecer en un entorno familiar marcado por la adicción y la inestabilidad, reconoció que se sintió atraída por parejas que reproducían esos mismos patrones. “Nuestro sistema nervioso busca lo que conoce, y muchas veces confundimos familiaridad con seguridad, e intensidad con intimidad”, advirtió en el podcast.

Este ciclo se mantiene hasta que la persona toma conciencia de sus patrones y se abre a experiencias diferentes. La psicoterapeuta puntualizó que la mayoría de las personas no recibieron suficiente presencia emocional en la infancia, lo que se transmite de generación en generación.

La sanación requiere identificar las heridas originales y permitir que otras personas ofrezcan el apoyo y la presencia ausentes en el pasado.

Prácticas para fomentar relaciones seguras

Para avanzar hacia relaciones auténticamente seguras, sugirió adoptar prácticas que favorezcan la co-regulación y la vulnerabilidad. Entre sus recomendaciones se encuentra la importancia de ralentizar el ritmo, atender a las sensaciones corporales y abrirse a recibir apoyo, ya sea de la pareja, amigos o profesionales.

También resaltó el valor de iniciar conversaciones honestas sobre el estado emocional y necesidades personales, así como la búsqueda de experiencias correctivas que permitan al sistema nervioso internalizar nuevas formas de seguridad.

Buscar apoyo en personas emocionalmente
Buscar apoyo en personas emocionalmente disponibles y abrirse a nuevas experiencias permite reescribir la historia interna y fortalecer la intimidad en la pareja (Imagen Ilustrativa Infobae)

Baum explicó que la co-regulación es fundamental: “Cuando una herida se produce en un vínculo, no puede repararse de forma aislada, sino a través de nuevas experiencias emocionales compartidas con otros”.

En este sentido, la figura del “ancla”, una persona capaz de sostener el espacio emocional sin intentar cambiar al otro, resulta fundamental.

El trabajo relacional exige valentía y paciencia, especialmente en una sociedad que premia la autosuficiencia y penaliza la vulnerabilidad, en particular entre los hombres. “Ser vulnerable puede resultar aterrador, pero es el camino hacia una vida más libre y plena”, afirmó.

Recomendó buscar apoyo y rodearse de personas emocionalmente disponibles, recordando que la sanación es gradual y cada experiencia de reparación fortalece la capacidad de intimidad.

En palabras de Jessica Baum la clave para transformar las heridas relacionales reside en buscar en el presente lo que faltó en el pasado. Solo a través de nuevas experiencias de apoyo y presencia emocional es posible reescribir la historia interna y construir relaciones verdaderamente seguras.