“Embotamiento afectivo”: las razones detrás de la desconexión emocional y cuáles son las consecuencias en las relaciones cotidianas

Especialistas explican que esta sensación surgue por autoprotección mental ante situaciones difíciles. La importancia de reconocer los síntomas y cuándo buscar apoyo profesional

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La insensibilidad emocional surge como
La insensibilidad emocional surge como respuesta del cerebro ante el estrés intenso, el trauma o la sobrecarga emocional (Imagen Ilustrativa Infobae)

Sentirse desconectado de las propias emociones, como si la vida se desarrollara frente a los ojos sin posibilidad de participar plenamente, es una experiencia frecuente para muchas personas. Este fenómeno, conocido como insensibilidad emocional o “embotamiento afectivo”, surge como una reacción del cerebro ante situaciones de estrés intenso, trauma o sobrecarga emocional.

De acuerdo con la Cleveland Clinic, este mecanismo actúa como una especie de botón de pausa mental, cuya función es proteger a la persona cuando las circunstancias se vuelven abrumadoras o difíciles de procesar.

La insensibilidad emocional no constituye un diagnóstico de salud mental específico, sino que suele presentarse como una respuesta temporal frente a dificultades o como síntoma de condiciones subyacentes. Su duración varía en función de la causa que la origina. La Cleveland Clinic explica que, en esencia, representa una estrategia de autoprotección cerebral destinada a amortiguar el impacto de emociones intensas o dolorosas.

La ansiedad, la depresión o
La ansiedad, la depresión o el TEPT, así como afecciones neurológicas, están vinculados a la insensibilidad emocional(Imagen Ilustrativa Infobae)

Causas y factores desencadenantes

Diversos factores provocan embotamiento afectivo. El trauma, el estrés crónico, el consumo de sustancias, ciertos medicamentos y la presencia de trastornos de salud mental o física figuran entre los más habituales.

Durante un trauma, se activa la respuesta de lucha o huida, y el cerebro reduce la intensidad de las emociones para facilitar la supervivencia. Situaciones como el duelo, el shock o las emociones abrumadoras desencadenan este mecanismo de defensa, ya que la persona intenta asimilar lo sucedido.

El estrés prolongado eleva el nivel de cortisol; cuando esta hormona permanece alta durante mucho tiempo, el cuerpo puede desarrollar resistencia al cortisol, contribuyendo así a la sensación de desconexión emocional.

Los síntomas incluyen dificultad para
Los síntomas incluyen dificultad para conectar con otros, pérdida de interés, cansancio y sensación de vivir en piloto automático (Imagen Ilustrativa Infobae)

La Cleveland Clinic señala que la supresión emocional a largo plazo, como ocurre en algunos entornos familiares donde no se fomenta la expresión de sentimientos, favorece la aparición de insensibilidad emocional. El consumo de sustancias para mitigar emociones difíciles puede terminar por apagar todas las sensaciones, motivo por el cual este síntoma es común en los trastornos por uso de sustancias.

Además, medicamentos como los antidepresivos pueden provocar embotamiento afectivo como efecto secundario, y se recomienda consultar al profesional de salud si esto sucede. Trastornos como la ansiedad, la depresión, el trastorno de estrés postraumático (TEPT) o los trastornos disociativos figuran entre las condiciones mentales relacionadas.

Por ejemplo, afecciones neurológicas que afectan al sistema límbico —la red cerebral responsable de las emociones—, como tumores, esclerosis múltiple o demencia, pueden modificar la capacidad de sentir. Incluso problemas médicos como anemia o trastornos tiroideos pueden estar detrás de la insensibilidad emocional, por lo que es fundamental consultar a un especialista cuando no se identifica una causa clara.

Manifestaciones de la insensibilidad emocional

La supresión emocional en entornos
La supresión emocional en entornos familiares y el uso de sustancias pueden favorecer la aparición de insensibilidad emocional. (Imagen Ilustrativa Infobae)

Experimentar insensibilidad emocional implica, en muchos casos, ausencia de sentimiento. La Cleveland Clinic describe que algunas personas comparan la sensación con estar en una densa niebla: mientras se continúan las actividades cotidianas, no se experimentan emociones. Esta falta de respuesta suele resultar angustiante, especialmente cuando las emociones no coinciden con las circunstancias, como no sentir tristeza tras la pérdida de un ser querido.

Entre los síntomas frecuentes destacan la dificultad para conectar con personas cercanas, la pérdida de interés en actividades antes placenteras, el cansancio físico y mental, y la percepción de que las propias reacciones no coinciden con las de los demás. También es habitual encontrarse funcionando en piloto automático o recibir comentarios de preocupación por parte del entorno.

Cuando este “embotamiento” se prolonga y la persona siente que solo existe en vez de vivir, puede ser señal de que la insensibilidad emocional ha evolucionado hacia una depresión. La Cleveland Clinic resalta que este síntoma debe entenderse como una señal de alerta: el cerebro está pidiendo ayuda para afrontar una situación que lo supera. Consultar con un profesional de la salud es clave para determinar la causa y acceder al apoyo necesario.

Estrategias y tratamientos

Terapias psicológicas, mindfulness y actividad
Terapias psicológicas, mindfulness y actividad física ayudan a recuperar la conexión emocional y mejorar la calidad de vida (Imagen Ilustrativa Infobae)

Existen diversas estrategias para restablecer la conexión con las emociones. La terapia psicológica ayuda a identificar y nombrar los sentimientos, fortaleciendo el vínculo entre los acontecimientos y las respuestas emocionales.

En los casos relacionados con trauma, la terapia de desensibilización y reprocesamiento por movimientos oculares (EMDR) permite reorganizar los recuerdos y reducir el impacto de emociones difíciles.

Las prácticas de mindfulness, enfocado en la atención plena y la observación de sensaciones, favorecen el reconocimiento de los estados emocionales. Cuando la insensibilidad se relaciona con una afección médica, el tratamiento farmacológico puede ser útil bajo supervisión profesional. Además, la actividad física facilita la reconexión con el presente y con uno mismo.

La Cleveland Clinic enfatiza que la insensibilidad emocional, aunque inquietante, no refleja un defecto personal, sino una señal de que el cerebro alcanzó su límite y busca protegerse. Con el acompañamiento adecuado y una actitud compasiva hacia uno mismo, es posible recuperar la capacidad de sentir y volver a participar plenamente en la vida.