Analizan si una región europea podría sumarse a las “Zonas Azules”, reconocidas por su longevidad saludable

Un estudio científico abordó las características demográficas, sociales y ambientales de esta área con el objetivo de identificar factores que favorecen patrones de bienestar entre adultos mayores

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El estudio evaluó cuatro áreas
El estudio evaluó cuatro áreas de Finlandia occidental para analizar posibles vínculos entre longevidad y el estilo de vida de las Zonas Azules (Imagen ilustrativa Infobae)

El interés global por la longevidad y las denominadas Zonas Azules impulsa la investigación sobre regiones donde la esperanza de vida y la salud alcanzan niveles excepcionales. Tradicionalmente, estos enclaves se encuentran en lugares como Italia, Grecia o Japón, pero un reciente estudio científico publicado en el Journal of Aging Research dirigió la atención hacia el oeste de Finlandia, con el objetivo de analizar si alguna de sus regiones podría considerarse una “Zona Azul” nórdica.

El análisis examinó cuatro áreas de Finlandia occidental: Åland, Ostrobotnia suecohablante, Ostrobotnia finlandesahablante y Sur de Ostrobotnia. El objetivo fue determinar la relación entre longevidad, salud y la adhesión a los principios de estilo de vida saludable característicos de las Zonas Azules. Los resultados muestran una interacción compleja entre estos factores y cuestionan la universalidad de los modelos de longevidad.

Hallazgos sobre longevidad, salud y estilo de vida en Finlandia occidental

El análisis comparativo reveló diferencias notables entre las regiones estudiadas. Según los autores, la zona suecohablante de Ostrobotnia destaca por su buena salud y por seguir de manera más consistente los principios de estilo de vida asociados a las áreas con mayor longevidad. Esta región, donde la esperanza de vida es alta y la población mantiene hábitos saludables, se perfila como un posible caso de Zona Azul en el contexto nórdico, aunque los expertos subrayan la necesidad de estudios demográficos adicionales para validar este estatus.

Por el contrario, Åland, que ostenta la mayor longevidad y los mejores indicadores de salud de Finlandia, se aparta de varios de los principios de vida saludable típicos de las Zonas Azules, salvo en lo referente a la calidad del entorno. El estudio señala que, aunque lidera en esperanza de vida y salud, no cumple con la mayoría de los hábitos que caracterizan a las poblaciones longevas de otras partes del mundo. Esta paradoja sugiere que otros factores, como el entorno físico o el acceso a servicios sociales y sanitarios, podrían influir en la longevidad de la región.

El análisis comparó subregiones según
El análisis comparó subregiones según lengua materna para examinar diferencias etnolingüísticas en patrones de longevidad (Imagen Ilustrativa Infobae)

En palabras de Sarah Åkerman, autora principal e investigadora postdoctoral en Política Social e investigadora principal del proyecto Zonas Azules en los Países Nórdicos de la Universidad Åbo Akademi, “el posible vínculo entre la longevidad, la salud y el estilo de vida puede variar según el contexto cultural, político, social y económico de las distintas regiones. En este sentido, necesitamos estudios demográficos adicionales para verificar la extraordinaria esperanza de vida en Ostrobotnia, especialmente entre la comunidad suecoparlante”.

El Sur de Ostrobotnia mostró la peor salud entre las regiones analizadas, a pesar de que sus habitantes siguen los principios de vida saludable en un grado similar al de Ostrobotnia suecohablante. En cambio, Ostrobotnia finlandesahablante se aleja más de los patrones de las Zonas Azules y presenta resultados intermedios en salud y longevidad.

Metodología del estudio: fuentes, criterios y variables analizadas

La investigación se basó en datos estadísticos nacionales y en la encuesta GERDA (Gerontological Regional Database), realizada en 2021 y 2022. El cuestionario se envió a más de 12.000 personas nacidas entre 1930 y 1955 en las regiones seleccionadas, con tasas de respuesta que oscilaron entre el 45% y el 62% según la zona.

Para el análisis, los investigadores dividieron Ostrobotnia en dos subregiones según la lengua materna (sueco o finés), lo que permitió examinar diferencias etnolingüísticas en los patrones de longevidad y salud. Se consideraron variables sociodemográficas como edad, género, nivel educativo e ingresos personales, y se ajustaron los resultados para controlar posibles sesgos.

La adherencia a la actividad
La adherencia a la actividad física, alimentación, vínculos familiares y sentido de propósito fue medida bajo el modelo de Zonas Azules (Imagen ilustrativa Infobae)

El estudio evaluó tanto la longevidad (a través de estadísticas oficiales de esperanza de vida y proporción de personas mayores de 90 y 95 años) como la salud (mediante indicadores como dependencia en actividades diarias, salud dental, autopercepción de salud, dolor, condiciones médicas, uso de medicamentos, fatiga y memoria). Además, se midió la adherencia a los principios de las Zonas Azules adaptados al contexto finlandés, que incluyen actividad física natural, alimentación saludable, manejo del estrés y sueño, vínculos familiares y comunitarios, respeto por el entorno, sentido de propósito y características ambientales favorables.

Principios de las Zonas Azules y su adaptación en el estudio

El concepto de Zona Azul surgió originalmente como una categoría demográfica para describir regiones con longevidad excepcional, como Ogliastra (Italia), Ikaria (Grecia), Okinawa (Japón) y Martinica. Con el tiempo, la definición se amplió para incluir factores ambientales y de estilo de vida compartidos por sus habitantes: movimiento natural en la vida diaria, alimentación equilibrada, relaciones sociales sólidas, sentido de propósito y un entorno agradable.

En el estudio, estos principios se operacionalizaron a través de indicadores concretos. Por ejemplo, la actividad física se midió según las recomendaciones de la Organización Mundial de la Salud, la alimentación se evaluó mediante el índice de masa corporal, y el apoyo social se analizó a través de la frecuencia de contactos familiares y comunitarios, la participación en voluntariado y la percepción de soledad. El entorno se valoró considerando la proximidad a espacios verdes y la integración en la comunidad.

La alimentación fue evaluada mediante
La alimentación fue evaluada mediante el índice de masa corporal, adaptando el principio de dieta saludable de las Zonas Azules en el estudio (Imagen ilustrativa Infobae)

Los resultados mostraron que Ostrobotnia suecohablante y Sur de Ostrobotnia obtuvieron las puntuaciones más altas en adherencia a estos principios, mientras que Åland destacó únicamente en aspectos ambientales. Ostrobotnia finlandesahablante se situó en el extremo opuesto, con menor alineación con el modelo de Zona Azul.

Implicaciones para la investigación y las políticas de envejecimiento

El estudio revela que no existe una correspondencia directa entre longevidad, salud y estilo de vida saludable a nivel regional en Finlandia occidental. Mientras que Åland lidera en longevidad y salud, no sigue los patrones de vida saludable típicos de las Zonas Azules. Ostrobotnia suecohablante, en cambio, combina buena salud y alta adherencia a estos principios, lo que la convierte en una candidata a Zona Azul nórdica, aunque se requieren análisis demográficos más rigurosos para confirmarlo.

Estas diferencias sugieren que factores como el entorno físico, la cohesión social, el acceso a servicios y posibles particularidades genéticas pueden influir en la longevidad y la salud, más allá de los hábitos de vida. El trabajo también destaca la importancia de considerar el contexto etnolingüístico y socioeconómico en el diseño de políticas de envejecimiento y promoción de la salud.

El entorno, la cohesión social
El entorno, la cohesión social y el acceso a servicios pueden influir tanto como los hábitos personales en la longevidad (Imagen ilustrativa Infobae)

Entre las limitaciones señaladas por los autores se encuentran la imposibilidad de distinguir la longevidad entre hablantes de sueco y finés en las estadísticas oficiales, el posible sesgo de participación en la encuesta y el impacto de la pandemia de COVID-19 en la recogida de datos. Los investigadores subrayan la necesidad de estudios adicionales que incorporen enfoques socioecológicos y análisis demográficos más precisos para comprender mejor la relación entre longevidad, salud y estilo de vida en diferentes contextos.

Los datos muestran que la salud y el estilo de vida no siempre se corresponden a nivel regional, lo que refuerza la necesidad de seguir investigando cómo los hábitos y el entorno pueden favorecer un envejecimiento saludable.