Leer por placer, la clave para disfrutar más libros sin sentir culpa

Hacer de la lectura un hábito constante es un reto para muchos. GQ reunió estrategias de lectores expertos para lograrlo sin que se vuelva una carga

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La clave para leer más
La clave para leer más no está en la obligación, sino en encontrar el momento y el formato adecuados para disfrutar cada libro (Imagen Ilustrativa Infobae)

Leer más libros suele figurar entre los propósitos de Año Nuevo de muchas personas, pero pocos logran cumplir esa meta.

Entre la falta de tiempo, las distracciones digitales y la presión de leer “buena” literatura, la lectura se convierte en un hábito difícil de consolidar.

Sin embargo, algunos lectores apasionados han compartido sus estrategias para aumentar el número de libros leídos sin perder el placer de la lectura.

Uno de los mayores obstáculos para la lectura es el ruido ambiental. Henry Oliver, autor del libro Substack The Common Reader, recomienda los auriculares con cancelación de ruido para aprovechar los momentos muertos y convertirlos en oportunidades de lectura.

“La semana pasada fui a Edimburgo y, en mis tiempos en el aeropuerto, leí entre 200 y 300 páginas de Guerra y paz, comenta.

Oliver, quien no lleva la cuenta exacta de los libros que lee al año, estima que en 2024 superó los 100 títulos.

Crear un momento fijo para
Crear un momento fijo para leer puede ayudar a consolidar este hábito, sugiere dedicar tardes libres al disfrute literario (Imagen Ilustrativa Infobae)

Para quienes no son madrugadores, encontrar un momento fijo para leer es clave. Se puede convertir la lectura en una actividad innegociable, como el gimnasio.

“Si pasas los domingos en la tarde desplazándote por Instagram sin hacer nada productivo, quizá sea mejor dedicar ese tiempo a un libro y una bebida caliente o alcohólica”, sugirió Oliver.

Otra estrategia eficaz es alejar el teléfono móvil de la vista. Si cuando tienes un libro y el celular en la mesa, este último siempre gana, es mejor guardarlo en otra habitación o pedirle a alguien que lo esconda.

Leer en distintos formatos

La mayoría de los lectores sugieren el uso de audiolibros, especialmente para aquellas obras donde la trama es más importante que el estilo narrativo.

Los audiolibros pueden ser aliados perfectos para escuchar historias mientras se camina, se lava la ropa o se realiza cualquier tarea repetitiva.

Otra opción es combinar el libro en formato físico con su versión en audio. “Cuando quiero leer un libro largo, me motiva alternar entre el ejemplar impreso y el audiolibro, en lugar de cargar con un tomo pesado”, explicó Oliver.

Ya sea en papel, tabletas
Ya sea en papel, tabletas o Kindle, lo importante no es dónde lees, sino que disfrutes cada página (Imagen Ilustrativa Infobae)

Asimismo, el uso de lectores electrónicos puede ser una gran ventaja, ya que permiten llevar varios títulos en un solo dispositivo y facilitan la lectura en cualquier momento y lugar.

Uno de los temores de los lectores frecuentes es olvidar lo que han leído. Henry mencionó que empezó a tomar notas en una libreta Smythson que le regalaron hace años.

“Por cada libro que leo, apunto algunas notas sobre el estilo, las ideas principales o anécdotas interesantes”, señaló.

Leer por placer, no por obligación

Uno de los mayores errores al intentar leer más es convertir la lectura en una tarea tediosa. Henry Oliver propone leer como lo haría un niño: sin preocuparse por entender cada detalle de un libro.

“Tal vez el 20% de una novela victoriana no te quede claro, pero sigue leyendo. En general, entenderás el libro”, mencionó.

Abandonar libros poco atractivos puede
Abandonar libros poco atractivos puede evitar que la lectura se convierta en una obligación desmotivadora (Imagen ilustrativa Infobae)

Si alguien no sabe qué leer, puede buscar libros similares a aquellos que le han gustado en el pasado o investigar las influencias de sus autores favoritos.

Seguir a creadores de contenido literario o unirse a un club de lectura también puede ayudar a encontrar nuevas lecturas y mantener la motivación.

Finalmente, no hay que temer abandonar un libro que no se está disfrutando. Forzarse a terminar una lectura poco atractiva solo convierte la experiencia en una carga, lo que puede desmotivar para seguir leyendo.

Leer debe ser un placer
Leer debe ser un placer y no una tarea; cuando se prioriza el disfrute, la lectura se convierte en un hábito sostenible que enriquece la mente y la vida a largo plazo

Muchos creen que leer más los hará mejores personas, pero Oliver critica la actitud moralizante y elitista que rodea la lectura. “No estás en la escuela”, afirmó. “Si el placer no es lo primero, no obtendrás ninguno de los otros beneficios de leer”.

Para él, los clásicos no deben intimidar. “Jane Austen y Charles Dickens usan las mismas palabras que tú. Sus frases son un poco más largas, pero no son inalcanzables”, aseguró.

En última instancia, la lectura debe ser un placer. Si se convierte en una carga o en un deber, será difícil sostenerla a largo plazo.

Como concluye Oliver: “Si quieres leer más, simplemente hazlo. Leer a Tolstói será una de las mejores cosas que te pasen”.

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