
La sandía contiene L-citrulina, licopeno y betacaroteno, compuestos reconocidos por su asociación con la protección cardiovascular y la mejora del flujo sanguíneo, según especialistas en nutrición consultados por Verywell Health. Sin embargo, los beneficios del jugo de sandía van más allá de su sabor o de su poder refrescante.
Esta bebida destaca por su capacidad para hidratar, reponer electrolitos y sumar nutrientes esenciales, convirtiéndose en una opción saludable y natural para quienes priorizan el bienestar.
Hidratación integral y aporte de electrolitos
Uno de los grandes atributos de la sandía es su elevado contenido de agua, que supera el 90% de su peso. Alexandra Rosenstock, nutricionista de Weill Cornell Medicine y NewYork-Presbyterian, explicó a Verywell Health: “Una taza de sandía cortada en cubitos contiene 139 mililitros de agua”. Este aporte ayuda a reponer líquidos rápidamente, sobre todo después de pasar tiempo al aire libre o de realizar actividad física. Además, a diferencia de bebidas azucaradas o con conservantes, el jugo de sandía resulta natural, sin aditivos.

En relación con los minerales, el jugo de sandía es fuente de magnesio y potasio, dos electrolitos claves. Julia Zumpano, dietista del Instituto de Nutrición de Enfermedades Digestivas de la Clínica Cleveland, señaló a Verywell Health: “Los electrolitos se pierden en el sudor, y al hacer ejercicio o sudar por calor, es útil reponer los electrolitos”. El magnesio y el potasio favorecen la función muscular, nerviosa y el equilibrio de los líquidos del cuerpo, haciendo del jugo una opción superior frente a algunas bebidas comerciales.
Nutrientes esenciales y antioxidantes
Además de hidratar, el jugo de sandía proporciona vitaminas y antioxidantes importantes. Rosenstock detalló: “El jugo de sandía contiene vitamina A, vitamina C, luteína, folato y más”. La vitamina A ayuda a la salud visual, mientras que la vitamina C apoya el sistema inmune y la formación de colágeno. La luteína y el folato colaboran en la función cerebral y la prevención de enfermedades crónicas.
El licopeno merece una mención especial: es uno de los antioxidantes más potentes de esta fruta y se ha asociado a la mejora de los lípidos en sangre y la presión arterial. Junto al betacaroteno, estos compuestos protegen las células y promueven la salud cardiovascular.
Impacto en la presión arterial y circulación

La presencia de L-citrulina y L-arginina en la sandía resulta fundamental para el control de la presión arterial. Zumpano afirmó: “La L-citrulina ha demostrado ayudar a controlar la presión arterial”, ya que facilita la producción de óxido nítrico, esencial para la dilatación de los vasos sanguíneos y el flujo circulatorio.
Cuando este mecanismo se ve afectado, aumenta el riesgo de hipertensión y enfermedades cardíacas. La combinación de estos compuestos, junto a los antioxidantes naturales, contribuye a mantener las arterias flexibles y saludables.
El jugo de sandía tiene baja cantidad de calorías, lo cual lo convierte en aliado para controlar el peso corporal. Estudios citados por Verywell Health relacionan su consumo con dietas de mayor calidad tanto en adultos como en niños, gracias a su efecto saciante y a la ausencia de azúcares añadidos. Además, permite reducir la ingesta de bebidas ultraprocesadas, facilitando una alimentación más equilibrada y variada.

Un ensayo clínico piloto aleatorio, publicado en Proceedings of the Nutrition Society, evaluó a 18 adultos jóvenes sanos que consumieron 500 mL de jugo de sandía —equivalente a 1 g de L-citrulina— en una única dosis.
Dos horas después, los investigadores registraron una disminución promedio de 5,3 mm Hg en la presión arterial sistólica en comparación con un placebo. Según los autores, este efecto se debe a que la L-citrulina favorece la producción de óxido nítrico, un vasodilatador natural que mejora el flujo sanguíneo y contribuye a la salud cardiovascular.
Más allá de la pulpa: una fruta integral
La sandía se puede aprovechar en su totalidad. No solo la pulpa es útil; la cáscara y las semillas también se suman a la alimentación. Pueden cocinarse, saltearse, encurtirse o agregarse directamente a distintas preparaciones, añadiendo valor nutricional y minimizando el desperdicio de alimentos.

El jugo de sandía, con su equilibrio natural de agua, electrolitos y compuestos antioxidantes, representa una alternativa accesible y saludable para quienes buscan mejorar su nutrición de forma deliciosa, sencilla y versátil. Incorporar esta bebida al día a día es una manera inteligente de cuidar el cuerpo y aprovechar al máximo cada porción.
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