
El daño hepático es cada vez más común en el Perú, y muchas personas no lo detectan hasta que la enfermedad avanza. El hígado es el órgano central del sistema de desintoxicación del cuerpo, encargado de procesar toxinas, metabolizar nutrientes y regular el metabolismo. Mantenerlo saludable es esencial, y la alimentación juega un papel fundamental en su protección.
Existen múltiples factores que afectan su salud: el consumo de alcohol, predisposición genética, infecciones virales o algunos medicamentos pueden generar un estrés constante sobre este órgano vital. “Anteriormente, los cambios en la dieta eran la única manera de tratar la enfermedad hepática”, explica el Dr. Zhaoping Li, MD, PhD, director del Centro de Nutrición Humana y jefe de la División de Nutrición Clínica de la Facultad de Medicina David Geffen de la UCLA. “Hoy sabemos que la calidad de los alimentos y los hábitos de vida son determinantes para la salud del hígado”, declaró al portal estadounidense Parade.
Aunque no hay un alimento milagroso, ciertos frutos pueden marcar la diferencia en la salud hepática. Entre ellos, los arándanos destacan por sus propiedades antioxidantes y antiinflamatorias, que ayudan a proteger al hígado de manera natural. Incorporarlos en la dieta diaria puede ser un aliado poderoso en la prevención de enfermedades y en la mejora de la función metabólica de este órgano.
Este fruto es clave para mantener tu hígado sano
Entre todas las frutas, los arándanos son reconocidos por sus beneficios específicos para el hígado. “Los arándanos son una de las frutas más estudiadas para la protección hepática, y su efecto es notable”, asegura el Dr. Anthony Martínez, MD, hepatólogo y profesor asociado de medicina en la Universidad de Buffalo. Su poder se debe a los polifenoles y la antocianina, compuestos que combaten la inflamación y el estrés oxidativo.

Consumir arándanos ayuda a mejorar el metabolismo de las grasas, reducir la inflamación y proteger al hígado de fibrosis e incluso cambios precancerosos. Aunque la evidencia más sólida proviene de estudios en animales, los resultados son prometedores. Un estudio publicado en 2023 en Heliyon mostró que los suplementos de arándanos disminuyeron significativamente el daño hepático en ratas sometidas a medicamentos que generan estrés en el hígado.
Por su composición y efectos, los arándanos son una fruta ideal para incorporar a la dieta de quienes buscan cuidar su hígado. Además de su sabor agradable, su consumo frecuente puede reforzar la función antioxidante del organismo y contribuir a mantener una salud hepática óptima a largo plazo.
¿Cómo incluir los arándanos en tu dieta diaria?
No hay una dosis exacta, pero las Guías Alimentarias para Estadounidenses recomiendan que los adultos consuman entre 1,5 y 2,5 tazas de fruta al día. El Dr. Martínez sugiere media taza a una taza de arándanos frescos o congelados diariamente, lo que sería suficiente para obtener los beneficios metabólicos y antioxidantes.
Una taza de arándanos (148 gramos) contiene más de 13.000 antioxidantes, diez veces más que la recomendación diaria habitual. Estos compuestos neutralizan los radicales libres responsables del envejecimiento celular y de enfermedades crónicas. Además, aportan vitamina C (14%-24% del valor diario recomendado), vitamina K (24% del VDR) y manganeso (22% del VDR), nutrientes esenciales para la inmunidad, la coagulación sanguínea y la salud ósea.

Es importante recordar que cuidar el hígado no se limita a la alimentación. Las personas con enfermedades hepáticas o factores de riesgo deben acudir regularmente al médico para chequeos periódicos, ya que la detección temprana de problemas permite un tratamiento más efectivo y previene complicaciones graves. Consultar a un especialista y seguir sus indicaciones, junto con una dieta equilibrada, es la mejor estrategia para mantener la salud hepática.
Además, la fibra y el potasio de los arándanos ayudan a estabilizar los niveles de azúcar en sangre y favorecen la digestión. Incluso la versión deshidratada conserva gran parte de sus nutrientes, aunque contiene más azúcares naturales. Incorporar esta fruta diariamente es un hábito sencillo, delicioso y beneficioso para proteger el hígado y mantener un organismo más saludable.
Consejos clave para mantener un hígado saludable
Cuidar el hígado requiere hábitos diarios que protejan su función y prevengan enfermedades. A continuación, algunos consejos prácticos para mantener este órgano vital en óptimas condiciones:
- Alimentación balanceada: Incluye frutas, verduras, granos enteros y proteínas magras. Alimentos antioxidantes como arándanos, brócoli y nueces ayudan a prevenir el daño celular y favorecen el buen funcionamiento del hígado.
- Hidratación adecuada: Beber suficiente agua permite que el hígado elimine toxinas de manera eficiente y mantenga un metabolismo activo.
- Evitar el consumo excesivo de alcohol: El abuso de alcohol sobrecarga el hígado y puede derivar en enfermedades graves como cirrosis hepática.
- Actividad física regular: Realizar ejercicio ayuda a mantener un peso saludable y reduce el riesgo de hígado graso y resistencia a la insulina.
- Chequeos médicos periódicos: Acudir al médico regularmente, especialmente si se tienen antecedentes familiares o factores de riesgo, permite detectar problemas a tiempo y recibir un tratamiento adecuado.
