
En el marco del Día Internacional del Trabajador, celebrado el 1 de mayo, el Instituto Nacional de Salud Mental (INSM) ha emitido una alerta sobre el impacto que las condiciones laborales precarias están teniendo en el bienestar emocional de la población trabajadora peruana. A pesar de la creciente preocupación sobre el estrés laboral, el bienestar emocional sigue siendo un tema desatendido que afecta a una parte significativa de la fuerza laboral en el país.
La salud mental en el trabajo ha evolucionado de ser una preocupación marginal a convertirse en un tema de importancia crítica en los últimos años. Arturo Changana, médico psiquiatra del Departamento de Emergencia del INSM “Honorio Delgado – Hideyo Noguchi”, destaca que el entorno laboral ha dejado de ser una mera fuente de ingresos para convertirse en un factor de riesgo significativo para la salud emocional de los asalariados.
Según datos oficiales, aunque las cifras sobre el impacto específico en la salud mental aún son limitadas, se observan tendencias preocupantes. En 2023, más de 42.000 casos de estrés severo fueron atendidos por el Ministerio de Salud (Minsa). Además, un estudio realizado en 2022 indicó que un alarmante 72 % de los trabajadores peruanos se sienten exhaustos debido a sus condiciones de trabajo.
Factores de riesgo en el entorno laboral

Arturo Changana explica que hay varios factores dentro del entorno laboral que contribuyen de manera significativa al deterioro de la salud mental de los trabajadores. Entre los principales factores de riesgo, destacan los siguientes:
- Sobrecarga laboral: Las jornadas de trabajo que superan las 48 horas semanales aumentan considerablemente el riesgo de sufrir el síndrome de burnout, también conocido como agotamiento profesional. En Perú, el 24 % de los trabajadores ha identificado la sobrecarga laboral como la causa principal de este síndrome. La falta de descanso adecuado y la presión constante afecta la productividad y genera malestar emocional severo.
- Falta de claridad en las funciones: Los trabajadores que no tienen una visión clara de sus responsabilidades o que carecen de autonomía para tomar decisiones experimentan un nivel elevado de ansiedad. Esta incertidumbre genera tensiones emocionales que afectan tanto la productividad como la calidad de vida.
- Inseguridad laboral: La precariedad contractual y la amenaza constante de despido son factores que elevan los niveles de ansiedad, estrés y depresión entre los trabajadores. Esta preocupación influye en su rendimiento y en su capacidad para afrontar los desafíos cotidianos.
- Maltrato y conflictos laborales: Según el INSM, un alarmante 20 % de los trabajadores ha experimentado maltrato psicológico en el ámbito laboral. Los conflictos constantes generan un entorno tóxico que puede derivar en trastornos graves como la depresión o el trastorno de estrés postraumático.
- Ambientes tóxicos: La Organización Mundial de la Salud (OMS) ha advertido sobre los efectos de los ambientes laborales tóxicos en la salud mental de los empleados. Estos entornos, caracterizados por la falta de apoyo, la competitividad desmedida y el maltrato, son caldo de cultivo para trastornos emocionales.
Recomendaciones y soluciones

Ante esta situación preocupante, el INSM “HD-HN” hace un llamado urgente a la acción para transformar la cultura organizacional en el país. Según el instituto, la solución a la crisis de salud mental en el ámbito laboral va más allá de mejorar las condiciones salariales. Para abordar este problema de manera efectiva, se requiere una transformación profunda que priorice la salud mental y el bienestar de los trabajadores.
Algunas de las recomendaciones clave incluyen:
- Evaluar y reducir la carga laboral: Las jornadas laborales extensas y la sobrecarga deben ser revisadas y ajustadas para evitar el agotamiento y el burnout. Es esencial que los empleadores tomen medidas para garantizar que sus trabajadores no se vean sobrepasados por la carga laboral.
- Capacitar a los líderes y fomentar un equilibrio vida-trabajo: Es fundamental que los líderes de las organizaciones estén capacitados para reconocer los signos de estrés y burnout en sus equipos. Además, se debe fomentar un equilibrio adecuado entre la vida personal y laboral, lo cual es esencial para mantener la salud emocional de los empleados.
- Brindar apoyo psicológico y crear ambientes libres de violencia: El apoyo psicológico es un componente clave en la prevención de problemas de salud mental en el trabajo. Las organizaciones deben ofrecer servicios de apoyo para los empleados que enfrenten dificultades emocionales. Además, se debe garantizar que los ambientes laborales sean libres de violencia y maltrato, lo cual contribuye significativamente al bienestar general.
En un país como Perú, donde la productividad es frecuentemente priorizada sobre el bienestar humano, es crucial recordar que la salud emocional de los trabajadores no es un lujo, sino un derecho esencial. El Día Internacional del Trabajador debe ser un recordatorio de la necesidad de mejorar las condiciones laborales y garantizar un futuro más humano y sostenible para todos los trabajadores.