
El aumento del sobrepeso y la obesidad infantil en el Perú está desencadenando un problema de salud pública de alto riesgo: cada vez más niños presentan enfermedades cardiovasculares que antes solo se veían en adultos. Especialistas del Instituto Nacional de Salud del Niño (INSN) han detectado casos de menores con hipertensión arterial y diabetes a edades tan tempranas como los 10 o 12 años, lo que genera alarma en el sector salud.
El Dr. Carlos Álvarez Murillo, jefe del Servicio de Cardiología del Instituto Nacional de Salud del Niño-INSN, advirtió que ciertos síntomas en los niños podrían indicar problemas en el corazón. “Si un menor manifiesta que se cansa rápidamente al caminar o correr, no tolera el esfuerzo físico, siente dolor en el pecho o palpitaciones intensas, los padres deben prestarle atención y llevarlo a un cardiólogo lo antes posible”, enfatizó el especialista en el marco del Día de la Cardiología Peruana, celebrado el 12 de marzo.
Aumento de casos de enfermedades cardíacas en niños
Según datos del INSN Breña, cada año más de 5,000 niños y adolescentes son atendidos en consultorios externos por problemas cardíacos. De estos casos, el 80% corresponde a cardiopatías congénitas y el 20% a enfermedades adquiridas, muchas de ellas vinculadas al sobrepeso y la obesidad.
El Dr. Álvarez explicó que una de las principales preocupaciones de los especialistas en cardiología es el aumento de factores de riesgo desde edades tempranas. “Antes, la hipertensión y la diabetes eran enfermedades de adultos mayores. Hoy, estamos viendo niños de 10 a 12 años con estos problemas debido a altos niveles de grasa en la sangre y desórdenes metabólicos”, señaló.

Para el especialista, este problema se debe, en gran medida, a la mala alimentación y el sedentarismo. “Todavía persiste el paradigma de que un niño gordito es un niño sano, y eso es un grave error. Un niño con sobrepeso es un niño con problemas de salud. Si no controlamos su alimentación y peso ahora, en el futuro será un adulto con enfermedades cardiovasculares crónicas”, advirtió.
La obesidad infantil: una pandemia silenciosa
La obesidad infantil ha sido catalogada como una pandemia global por la Organización Mundial de la Salud (OMS), y el Perú no es ajeno a esta crisis. “En el país vivimos una paradoja: por un lado, tenemos niños con desnutrición y, por otro, menores con obesidad severa. Ambos extremos afectan gravemente su salud y aumentan el riesgo de enfermedades crónicas”, precisó el especialista.
El Ministerio de Salud y diversas instituciones han lanzado campañas para concientizar a los padres sobre la importancia del control del peso en sus hijos, pero los casos siguen en aumento. “La educación sanitaria es clave. Si no se realizan cambios urgentes en la alimentación y el estilo de vida de los niños, en unos años enfrentaremos una crisis de salud aún mayor”, indicó el cardiólogo.

¿Cómo prevenir enfermedades del corazón en niños?
El Dr. Álvarez sostiene que la prevención debe empezar desde la infancia. “Los padres deben inculcar hábitos saludables en sus hijos. La alimentación juega un papel fundamental: hay que alejarlos de las frituras, los dulces y los alimentos ultraprocesados, y acercarlos a las proteínas como el pescado, las frutas, verduras y menestras”, recomendó.
Otro factor clave es la actividad física. “El sedentarismo está afectando la salud de los niños. Mientras más se muevan, mejor será su metabolismo y su sistema cardiovascular. Por eso, es importante que salgan a caminar, correr, montar bicicleta o practicar algún deporte de manera regular”, agregó.
Además, el especialista destacó la importancia de enseñar a los niños a manejar el estrés y la frustración. “El estrés también impacta en la salud cardiovascular. Desde pequeños, deben aprender a regular sus emociones y a encontrar formas saludables de lidiar con la presión”, dijo.
Ante esta creciente amenaza para la salud infantil, el Dr. Álvarez hizo un llamado a los padres para que actúen a tiempo. “Si su hijo presenta sobrepeso o ha mostrado signos de fatiga, dolor en el pecho o palpitaciones, no lo pase por alto. Un chequeo a tiempo puede marcar la diferencia entre una vida saludable y una enfermedad crónica en el futuro”, concluyó.