
La pasta suele asociarse con platillos abundantes y calóricos, pero también puede transformarse en una opción ligera y saludable si se eligen los ingredientes adecuados. La clave está en sustituir las salsas pesadas por combinaciones frescas y en moderar las porciones para mantener el equilibrio nutricional.
En esta receta, la pasta integral se convierte en la base perfecta para un platillo que aporta fibra y saciedad, mientras que las verduras frescas añaden color, textura y vitaminas. El toque de limón aporta frescura y realza los sabores sin necesidad de recurrir a grasas adicionales.
El resultado es un plato versátil que puede servirse como comida principal en menos de 20 minutos. Es ideal para quienes buscan practicidad sin sacrificar sabor, y al mismo tiempo desean mantener una alimentación balanceada. Con pocos ingredientes y pasos sencillos, esta receta se adapta fácilmente a cualquier cocina casera.
Ingredientes (2 porciones)

- 160 g de pasta integral (80 g por persona)
- 1 calabacín pequeño en rodajas finas
- 1 zanahoria en tiras
- ½ pimiento rojo en tiras
- 1 diente de ajo picado
- 1 cucharadita de aceite de oliva
- Jugo y ralladura de ½ limón
- Sal y pimienta al gusto
- Opcional: perejil fresco picado y queso rallado light
Método de preparación

- Cocer la pasta en agua con sal hasta que quede al dente. Escurrir y reservar.
- En una sartén, calentar el aceite de oliva y sofreír el ajo unos segundos.
- Añadir las verduras (calabacín, zanahoria y pimiento) y saltear a fuego medio durante 5–7 minutos, hasta que estén tiernas pero crujientes.
- Incorporar la pasta cocida, mezclar bien y añadir el jugo y la ralladura de limón.
- Ajustar con sal y pimienta. Servir caliente con perejil fresco y, si se desea, un toque de queso rallado light.
Beneficios de esta pasta ligera

La elección de pasta integral en lugar de pasta tradicional aporta un beneficio inmediato: mayor cantidad de fibra, lo que ayuda a prolongar la sensación de saciedad y favorece una digestión más estable. Este detalle convierte al platillo en una alternativa más equilibrada para quienes buscan cuidar su alimentación sin renunciar al sabor.
Las verduras frescas incluidas en la receta suman vitaminas, minerales y antioxidantes que complementan el aporte energético de la pasta. El calabacín, la zanahoria y el pimiento rojo ofrecen textura y color, además de nutrientes esenciales que fortalecen el sistema inmunológico y aportan ligereza al plato.
El toque de limón no solo realza los sabores, también añade frescura y contribuye a reducir la necesidad de salsas pesadas o ingredientes grasos. De esta manera, el resultado es un platillo bajo en calorías, fácil de preparar y con un perfil nutricional que se adapta a una dieta balanceada.


