¿Cuánto tiempo toma revertir el hígado graso con cambios en el estilo de vida?

El tiempo para revertir el hígado graso depende del grado de avance y la constancia en los hábitos saludables

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La actividad física regular, con
La actividad física regular, con ejercicios aeróbicos y de fuerza, mejora la sensibilidad a la insulina y la función hepática. (Foto: Infobae México/ Jesús Aviles)

El hígado graso (esteatosis hepática) es una condición caracterizada por la acumulación excesiva de grasa en las células del hígado, la cual puede deberse a distintos factores, como el consumo elevado de alcohol o a causas no relacionadas con el alcohol, como obesidad, diabetes tipo 2, colesterol alto o síndrome metabólico .

En la mayoría de los casos, el hígado graso no presenta síntomas al inicio; sin embargo, sin un tratamiento adecuado, esta condición puede progresar a inflamación hepática (esteatohepatitis), fibrosis e incluso cirrosis.

Una vez diagnósticado, los especialistas recomiendan cambios en el estilo de vida como principal medida para controlar y revertir la acumulación de grasa en el hígado, la cual puede tardar en ocurrir.

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Revertir el hígado graso es vital para prevenir complicaciones. (Foto: Infobae México/ Jesús Aviles)

Cuánto tiempo puede tomar revertir el hígado graso con cambios en el estilo de vida, de acuerdo con especialistas

El tiempo necesario para revertir el hígado graso mediante cambios en el estilo de vida varía según el grado de avance de la enfermedad y la constancia en la implementación de hábitos saludables.

Sin embargo, especialistas señalan que la esteatosis hepática puede llegar a mostrar mejoría dentro de los primeros seis meses de ajustes sostenidos en alimentación, actividad física y control de peso.

En este sentido, la Sociedad Española de Patología Digestiva (SEPD) indica que una pérdida de entre el 5% y 10% del peso corporal puede reducir de forma significativa la cantidad de grasa acumulada, lo que genera impacto positivo en los marcadores hepáticos.

Por su parte, de acuerdo con datos recogidos por BBC News Mundo, este proceso requiere mantener estos cambios durante varias semanas, ya que los efectos no son inmediatos.

Con una alimentación balanceada y ejercicio regular, la mejoría bioquímica puede aparecer a partir de tres a seis meses aunque requiere de la continuación de los hábitos para conservar la mejoría y evitar una recaída.

La perdida de peso es
La perdida de peso es una de las medidas más importantes para revertir el hígado graso. (Imagen Ilustrativa Infobae).

Cuáles son los cambios de hábitos que debo tener para lograr la reversión total del hígado graso

Las recomendaciones internacionales establecen que la adopción de una dieta baja en azúcar, grasas saturadas y ultraprocesados resulta fundamental para el tratamiento.

La inclusión de frutas, verduras y proteínas magras, junto con la restricción del consumo de alcohol, también aporta beneficios directos.

“Cuando el paciente logra mantener la reducción de peso y un patrón alimenticio saludable, puede observarse una regresión del daño hepático”, aclaró la Asociación Americana del Hígado (AASLD, por sus siglas en inglés).

La actividad física, especialmente ejercicios aeróbicos y de fuerza, favorece la utilización de las reservas de grasa y contribuye a mejorar la sensibilidad a la insulina, ambos aspectos vinculados con la salud hepática.

La Organización Mundial de la Salud (OMS) recomienda realizar al menos 150 minutos semanales de ejercicio moderado para potenciar estos efectos.

De acuerdo con la OMS, “las personas con hígado graso que incorporan rutinas regulares de actividad pueden percibir cambios favorables entre los tres y los doce meses, dependiendo de la constancia y la severidad inicial de la enfermedad”.

Según indicó la Fundación Española del Aparato Digestivo (FEAD), la reversión total puede no ser igual para todos los pacientes; quienes presentan daño avanzado o cirrosis pueden requerir un seguimiento más prolongado y controles médicos estrictos.

(Imagen Ilustrativa Infobae)
(Imagen Ilustrativa Infobae)

Las guías clínicas sugieren realizar controles cada tres a seis meses, en especial durante el primer año tras el diagnóstico de esteatosis hepática para asegurarse de que no haya una recaída, ya que el hígado grasos siempre puede volver sino se continua con el cambio de hábitos.