¿Es malo hacer coraje después de comer aguacate? Esto explica la ciencia

Existe la creencia popular de que el consumo de este fruto podría traer malestares estomacales si se acompaña de emociones fuertes

Guardar
Algunas personas relacionan el consumo
Algunas personas relacionan el consumo de aguacate con emociones fuertes y malestares digestivos. Diseño: (Jesús Tovar Sosa/Infobae)

La relación entre las emociones intensas y la digestión ha sido motivo de debate en redes sociales, donde circula la creencia de que experimentar enojo tras consumir aguacate podría resultar perjudicial para la salud.

Esta idea, aunque arraigada en el imaginario popular, carece de respaldo científico y ha sido desmentida por especialistas en fisiología digestiva, quienes aclaran que el aguacate no genera efectos adversos por sí mismo al combinarse con estados emocionales alterados.

El aguacate destaca por su contenido de grasas monoinsaturadas, especialmente ácido oleico, así como por su aporte de fibra, vitaminas del complejo B y minerales. Su digestión es más lenta en comparación con otros alimentos debido a su composición lipídica, pero no representa un riesgo para personas sanas.

No existe evidencia científica que relacione el consumo de aguacate con daños específicos, intoxicaciones o efectos tóxicos derivados de experimentar enojo después de ingerirlo, a pesar de los rumores y creencias tradicionales que circulan en distintos ámbitos.

Algunos malestares que se experimentan
Algunos malestares que se experimentan responden a una respuesta fisiológica y no a un alimento en específico. Foto: (Archivo)

El origen de este mito encuentra cierta explicación en la fisiología general del cuerpo humano. El sistema digestivo está íntimamente vinculado al sistema nervioso autónomo, responsable de regular funciones involuntarias como la frecuencia cardiaca, la respiración y los movimientos intestinales.

Cuando una persona experimenta enojo, miedo o estrés repentino, el organismo activa la respuesta de lucha o huida, mediada por hormonas como la adrenalina y el cortisol. En este estado, la sangre se dirige prioritariamente hacia los músculos y pulmones para preparar al cuerpo ante una posible amenaza, lo que provoca una ralentización temporal de la digestión.

Esta suspensión parcial de las funciones digestivas puede manifestarse en síntomas como sensación de “nudo” en el estómago, pesadez, indigestión, náuseas leves, aumento de gases o molestias abdominales transitorias. Tales efectos no son exclusivos del aguacate y pueden presentarse tras la ingesta de cualquier alimento.

Sin embargo, los alimentos ricos en grasa, como el aguacate, requieren más tiempo para ser procesados, por lo que el malestar puede percibirse con mayor intensidad si el episodio de enojo ocurre durante o poco después de la comida.

El sistema digestivo está estrechamente
El sistema digestivo está estrechamente relacionado con el sistema nervioso autónomo. (Imagen Ilustrativa Infobae)

Desde la perspectiva científica, no se han identificado estudios que vinculen el enojo posterior al consumo de aguacate con consecuencias graves como inflamación severa, daño hepático o problemas cardiovasculares.

Los especialistas coinciden en que la reacción emocional intensa es la que puede alterar la digestión, sin que el alimento en cuestión tenga un papel determinante en la aparición de efectos nocivos.

En personas con condiciones como gastritis, reflujo gastroesofágico o ansiedad, la combinación de alimentos grasos y episodios de estrés puede intensificar las molestias digestivas, pero se trata de respuestas fisiológicas habituales que no implican toxicidad. No existe peligro directo asociado a la combinación de aguacate y enojo, según los estudios disponibles.

La persistencia de la creencia de que “hacer corajes” tras comer aguacate puede “cortar la digestión” o causar daño responde más a la tradición cultural que a la evidencia científica. El malestar estomacal que puede surgir en estas circunstancias se debe a la reacción del organismo ante el estrés, y no a una interacción específica entre el aguacate y las emociones.