Cuáles son los efectos secundarios de las tunas

Aunque estas frutas poseen múltiples beneficios para la salud, existen ciertas medidas que se deben tomar en cuenta al consumirse

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Las tunas poseen múltiples propiedades
Las tunas poseen múltiples propiedades beneficiosas, pero deben consumirse bajo ciertas condiciones. Foto: (iStock)

Las tunas, fruto del nopal y parte fundamental de la dieta tradicional mexicana, son ampliamente valoradas por su sabor dulce, su contenido en fibra, antioxidantes y vitaminas, así como por sus propiedades para ayudar a regular la glucosa en sangre.

Sin embargo, como ocurre con muchos alimentos naturales, su consumo en exceso o en ciertas condiciones particulares puede provocar efectos secundarios que conviene conocer, especialmente para personas con ciertas condiciones de salud o para quienes no están acostumbrados a su ingesta frecuente.

Uno de los efectos secundarios más comunes del consumo de tunas es el estreñimiento. Aunque este fruto es rico en fibra, su alto contenido en pectina y otras fibras solubles puede provocar que, si se consume en grandes cantidades sin la suficiente ingesta de agua, se ralentice el tránsito intestinal.

La tuna se ha vuelto
La tuna se ha vuelto un referente de la comida mexicana por su sabor. Foto: (iStock)

En lugar de favorecer la digestión, como suele ser el caso con otros alimentos ricos en fibra, las tunas pueden endurecer las heces y generar dificultad para evacuar. Esta situación se agrava cuando se ingieren las semillas, las cuales pueden acumularse en el tracto digestivo si no se eliminan adecuadamente, contribuyendo a la formación de fecalomas o bloqueos intestinales en casos extremos.

Además del estreñimiento, otro efecto secundario que se ha documentado es la distensión abdominal o sensación de hinchazón. Esto se debe a la fermentación de los azúcares y fibras presentes en la tuna dentro del colon, lo cual puede generar gases y molestias gastrointestinales, sobre todo en personas con síndrome de intestino irritable o digestiones sensibles. La presencia de fructosa también puede causar malestar en personas con intolerancia a este tipo de azúcar.

En algunos casos, se han reportado episodios de dolor abdominal o cólicos intestinales tras el consumo excesivo de tunas, especialmente cuando se ingieren sin pelar correctamente o sin retirar las espinas finas que pueden quedar en la piel.

Aunque esto es poco común, la presencia de pequeñas espinas (llamadas gloquidios) puede generar irritación en la boca, garganta o sistema digestivo si no se manejan con cuidado durante la preparación.

Para prevenir problemas secundarias, las
Para prevenir problemas secundarias, las tunas se deben consumir adecuadamente. Foto: (iStock)

Por otro lado, las tunas también tienen efectos sobre el nivel de azúcar en sangre. Si bien esta propiedad es beneficiosa para personas con diabetes tipo 2 en el contexto de una dieta equilibrada, su capacidad de disminuir la glucosa puede representar un riesgo si se consume junto con medicamentos hipoglucemiantes sin supervisión médica. En tales casos, podría producirse una hipoglucemia leve o moderada, lo que se traduce en síntomas como sudoración, temblores, mareos o fatiga.

En lo referente a posibles alergias, aunque son raras, algunas personas pueden presentar reacciones alérgicas leves tras el consumo de tunas, como picazón oral, urticaria o molestias digestivas leves. Este tipo de reacciones generalmente está asociado a una sensibilidad cruzada con otras frutas, como el kiwi o el higo.

Aunque las tunas son un alimento nutritivo y seguro para la mayoría de las personas, su consumo debe ser moderado y acompañado de una adecuada hidratación. Personas con antecedentes de problemas digestivos, diabetes o sensibilidad alimentaria deben tener precaución y, en caso de duda, consultar con un profesional de la salud antes de incluirlas de forma habitual en su dieta.