
Los cacahuates, conocidos también como maníes, no solo son un alimento energético y calórico, sino que contienen componentes que pueden favorecer el sueño de manera natural.
Según lo publicado, su contenido de triptófano, magnesio, niacina y grasas saludables contribuye a la producción de melatonina y serotonina, sustancias esenciales para regular el sueño y el estado de ánimo.
El triptófano es un aminoácido esencial presente en los cacahuates que el cuerpo utiliza para sintetizar serotonina y melatonina. Una revisión publicada en la revista Nutrients en 2016 destacó que los alimentos ricos en triptófano, especialmente cuando se combinan con carbohidratos, pueden mejorar la calidad del sueño.
Este aminoácido actúa como precursor de las sustancias que regulan el ciclo del sueño y el estado de ánimo, lo que lo convierte en un elemento clave en la dieta para quienes buscan descansar mejor.
Otro componente relevante es el magnesio, un mineral que ayuda a relajar los músculos y a calmar el sistema nervioso. Según un estudio clínico publicado en el Journal of Research in Medical Sciences, el magnesio mejoró significativamente el sueño en adultos mayores con insomnio. Este mineral está relacionado con un sueño más profundo y menos interrupciones nocturnas, lo que refuerza su importancia en la dieta de quienes padecen problemas para dormir.

La niacina, también conocida como vitamina B3, es otro nutriente presente en los cacahuates que desempeña un papel importante en la conversión del triptófano en serotonina.
Este proceso no solo contribuye a mejorar el estado de ánimo, sino que también facilita el sueño, consolidando el papel de los cacahuates como un alimento que puede apoyar el descanso nocturno.
Por otro lado, las grasas saludables que contienen los cacahuates, como el ácido oleico y linoleico, no inducen directamente el sueño, pero ayudan a estabilizar los niveles de azúcar en sangre durante la noche. Esto puede prevenir despertares súbitos, favoreciendo un descanso continuo. Estas grasas, además, son esenciales para una dieta equilibrada y para el buen funcionamiento del organismo.
En cuanto a la forma de consumirlos, se recomienda una cantidad moderada, como un puñado pequeño de entre 15 y 20 gramos, antes de dormir. Es preferible optar por cacahuates naturales o tostados sin sal, evitando las versiones saladas o azucaradas.
Además, combinarlos con carbohidratos saludables, como una rebanada de pan integral o avena, puede potenciar los efectos del triptófano al facilitar su paso a través de la barrera hematoencefálica.
A pesar de sus beneficios, es importante considerar algunas precauciones. Los cacahuates son altos en calorías, por lo que no son ideales para quienes buscan controlar su peso o evitan comer en exceso antes de dormir.
Además, son un alérgeno común, por lo que no son aptos para personas con alergia al maní. Tampoco deben considerarse un sustituto de tratamientos médicos en casos de insomnio persistente, para lo cual se recomienda consultar a un especialista.

Aunque no son un somnífero natural tan potente como la valeriana o los suplementos de melatonina, los cacahuates pueden formar parte de una estrategia nutricional para mejorar el sueño.
Su inclusión en una dieta balanceada que favorezca la producción natural de melatonina puede ser una herramienta útil para quienes buscan mejorar su descanso.
Por último, cabe destacar que los cacahuates, aunque comúnmente considerados frutos secos, son en realidad legumbres, como los frijoles o las lentejas. Originarios de Sudamérica, son las semillas comestibles de la planta Arachis hypogaea, que tiene la peculiaridad de madurar sus frutos bajo tierra tras la polinización.
Este alimento, ampliamente consumido en países como México, forma parte de la dieta tradicional y de diversas botanas populares, consolidándose como un ingrediente versátil y nutritivo en la gastronomía mundial.