
El té verde es una bebida que se elabora a partir de las hojas de la planta Camellia sinensis, originaria de Asia. A diferencia de otros tipos de té, el té verde no pasa por un proceso de oxidación completo, lo que preserva sus compuestos naturales, como las catequinas y polifenoles, responsables de sus propiedades antioxidantes y su sabor característico.
Se produce a través de un proceso de secado o vaporizado inmediato tras la recolección de las hojas, lo que permite mantener su color verde y su perfil nutritivo.
Es muy popular en países como China y Japón, y su consumo se ha extendido mundialmente debido a su reputación como una bebida saludable, ya que está ampliamente documentado que su consumo ayuda a la prevención de un gran número de padecimientos, sobre lo cual te contamos a continuación.

Cuáles son las propiedades curativas del té verde
El té verde es conocido por sus posibles propiedades beneficiosas para la salud debido a su alto contenido de antioxidantes, vitaminas y minerales. Algunas de las principales propiedades relacionadas con su consumo incluyen:
- Propiedades antioxidantes: El té verde contiene catequinas, especialmente epigalocatequina galato (EGCG), un poderoso antioxidante que puede ayudar a combatir el daño provocado por los radicales libres.
- Mejora de la salud cardiovascular: Su consumo puede contribuir a reducir los niveles de colesterol LDL (“colesterol malo”) y a mejorar la circulación sanguínea, lo que favorece la salud del corazón.
- Apoyo al control del peso: Algunos estudios sugieren que el té verde puede aumentar ligeramente el metabolismo y favorecer la oxidación de grasas, especialmente si se combina con actividad física.
- Propiedades antiinflamatorias: Los compuestos del té verde pueden ayudar a reducir la inflamación, lo que puede beneficiar a personas con enfermedades inflamatorias crónicas.
- Salud cerebral: Las catequinas del té verde pueden ofrecer propiedades neuroprotectoras, reduciendo el riesgo de enfermedades neurodegenerativas como el Alzheimer y el Parkinson.
- Refuerzo del sistema inmunológico: Sus antioxidantes pueden fortalecer las defensas naturales del cuerpo, mejorando la respuesta inmunitaria.
- Regulación de los niveles de glucosa: También se ha relacionado con un posible control del azúcar en sangre, ayudando a prevenir picos significativos de glucosa después de las comidas.
- Salud bucal: Gracias a sus efectos antimicrobianos, puede contribuir a reducir el crecimiento de bacterias en la boca, disminuyendo el riesgo de caries y favoreciendo la higiene oral.

Aunque el té verde tiene propiedades potencialmente beneficiosas, su consumo debe ser moderado, ya que el exceso puede provocar efectos adversos como insomnio, ansiedad o molestias estomacales debido a su contenido de cafeína.
La cantidad recomendada de té verde para obtener sus posibles beneficios varía según el estilo de vida y la tolerancia de cada persona, pero en general se sugiere consumir entre 2 y 3 tazas al día (aproximadamente 240-720 ml). Esto es suficiente para aprovechar sus antioxidantes, como las catequinas, sin exceder el consumo de cafeína