Capitales del vino en México: ¿Cuántas son y qué distingue a cada una?

Las características de cada una de estas regiones, desde los suelos y climas hasta las variedades de uva cultivadas, contribuyen a la riqueza y diversidad de los vinos nacionales

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Estas regiones se consolidan como
Estas regiones se consolidan como las principales productoras del país, generando vinos con identidad que los colocan entre los destinos preferidos por enoturistas. (Imagen Ilustrativa Infobae)

Aunque también se pueden fermentar otras frutas, como las manzanas o las cerezas, el término “vino” se utiliza casi exclusivamente para referirse a la bebida elaborada con uvas a partir de la fermentación de su jugo, un proceso en el que las levaduras transforman los azúcares naturales de dicho fruto en alcohol.

Existen diferentes tipos, los cuales se caracterizan por su método de elaboración y el tipo de uva utilizada, por ejemplo, el vino tinto se produce con uvas negras y se fermenta junto con las pieles, lo que le da su color oscuro; el vino blanco generalmente se elabora con uvas blancas y se fermenta sin las pieles; mientras que el vino rosado se obtiene dejando las pieles de uvas negras en contacto con el jugo solo por un corto tiempo.

Además de las variedades mencionadas, también existen el vino espumoso, como el champán, que contiene burbujas por una segunda fermentación, y el vino fortificado, como el oporto o el jerez, al que se le añade alcohol, comúnmente brandy.

La Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural afirma que las regiones más aptas para el cultivo de la vid en el mundo comparten condiciones climáticas y geográficas específicas que favorecen la calidad de la uva destinada a la producción vinícola. En México, la producción se concentra en cuatro estados principales: Baja California, Coahuila, Querétaro y Guanajuato, los cuales han convertido al país en un referente emergente en el mundo del vino, destacando tanto por la calidad de sus productos y por su creciente oferta enoturística.

Las capitales del vino en México

La diversidad geográfica de México
La diversidad geográfica de México es un factor que impulsa su éxito en vinos.

El sabor y aroma de los vinos varía significativamente dependiendo de factores como el tipo de uva, el clima, el suelo y el proceso de elaboración, por ello, la cata es una experiencia sensorial rica y compleja. En el caso de los suelos, según la Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural, generalmente todo depende del drenaje, ya que uno pedregoso produce vinos ligeros y perfumados, mientras que uno arcilloso produce vinos más sólidos, diferencias que también se reflejan en las siguientes regiones productoras.

Baja California

La región vinícola más importante de México se encuentra en el Valle de Guadalupe, en Baja California, según detalló la firma de análisis de mercado Informes de Expertos. Este estado, que alberga unas 260 bodegas, produce el 70% del vino mexicano, con una distribución que incluye 70% de vino tinto, 20% de blanco, 8% de rosado y 4% de espumoso. Además, cuenta con una tradición vinícola que se remonta a siglos atrás, siendo hogar de las casas vinícolas más antiguas del país, las cuales conforman la internacionalmente conocida Ruta del Vino.

Según la línea de vinos artesanales Uvas de México, las condiciones climáticas de este valle, caracterizadas por episodios de calor extremo, fuertes vientos y una marcada amplitud térmica que genera bajo rendimiento en las plantas, resulta en vinos con una alta concentración. Además del Valle de Guadalupe, Baja California cuenta con otras zonas destacadas para la producción de esta bebida, como el Valle de Ojos Negros, situado a 750 metros sobre el nivel del mar, el cual presenta un clima más frío que el resto de la región y permite el cultivo de variedades de uva que no toleran altas temperaturas. Los vinos producidos aquí se distinguen por sus notas frutales, un equilibrio entre acidez y frescura, y niveles moderados de alcohol.

Por su parte, el Valle de Palmas, ubicado en el municipio de Tecate, se caracteriza por su clima templado y suelos minerales. Estas condiciones son ideales para el cultivo de vides que requieren mayor cuerpo y estructura, lo que resulta en vinos de alta calidad.

Coahuila

Viñedos de la Casa Madero,
Viñedos de la Casa Madero, establecida en 1597 en Parras de la Fuente, Coahuila. (WikiCommons/Noche Bel)

Conocida como la “cuna de la vitivinicultura en América”, es la segunda región vinícola más importante de México, según la distribuidora Mr. Vinos. Este estado alberga el viñedo más antiguo del Nuevo Mundo, ubicado en la región de Parras, así como otras zonas productoras como Arteaga y Saltillo. Las condiciones climáticas de Coahuila, marcadas por temperaturas extremadamente altas y cambios bruscos, favorecen el cultivo de diversas cepas, tanto blancas como tintas.

Entre las variedades blancas destacan la Chardonnay, Chenin blanc, Semillon y Colombard, mientras que en las tintas sobresalen la Cabernet Sauvignon, Merlot, Syrah, Tempranillo, Uva Lenoir y Rosa del Perú. De igual manera, Coahuila es hogar de importantes casas vinícolas como Domecq y Casa Madero, esta última considerada la bodega más antigua de América del Sur.

La Sierra Madre Oriental, que atraviesa el estado de norte a sur, genera un clima templado en las zonas boscosas, mientras que el resto del territorio presenta un clima desértico, especialmente en el sur, donde se concentra la mayor parte de la producción vinícola, condiciones extremas que contribuyen a la singularidad de los vinos coahuilenses.

Querétaro

Querétaro se caracteriza por ofrecet
Querétaro se caracteriza por ofrecet una industria vinícola adaptada a condiciones extremas.

En el centro del país, este estado destaca por tener la región vinícola más al sur del hemisferio norte, según la página oficial de Turismo del Estado de Querétaro. Dicha ubicación geográfica da lugar a lo que se conoce como “viticultura extrema”, donde factores como el riesgo de granizo, las lluvias veraniegas, los microclimas y la altitud promedio de mil 950 metros sobre el nivel del mar influyen directamente en la calidad de la uva.

La región enoturística de Querétaro abarca 11 municipios y se encuentra en una zona semidesértica con suelos calcáreos y franco arcillosos, ideales para el cultivo de la vid. Además de su producción vinícola, la región es conocida por ofrecer actividades turísticas que complementan la experiencia del vino, atrayendo a visitantes nacionales e internacionales.

Guanajuato

Primera cosecha en los Viñedos
Primera cosecha en los Viñedos San Miguel de Allende, Guanajuato. (WikiCommons/Eugenio Gonzalez)

Finalmente, según el portal web de la Ruta del Vino de Guanajuato, la combinación de suelos fértiles y un clima favorable ha permitido que los viñedos de esta región produzcan vinos de alta calidad, reconocidos tanto a nivel nacional como internacional.

Mr. Vinos explicó que dos factores clave contribuyen a esta calidad son la altitud cercana a los dos mil 400 metros sobre el nivel del mar y el estrés hídrico provocado por las lluvias de verano, condiciones que favorecen una uva con alta concentración de taninos, acidez, antioxidantes y azúcar, lo que resulta en vinos complejos y variados que deleitan a sus consumidores.