
Como sabemos, el colágeno es una proteína esencial para el cuerpo, que aporta estructura y elasticidad a tejidos como la piel, los huesos, los cartílagos y los tendones.
Y aunque muchos la asocian únicamente con la juventud y la elasticidad de la piel, lo cierto es que interviene en una gran cantidad de funciones diferentes en el organismo debido a que no existe un solo tipo de colágeno sino que, en realidad, se han identificado al menos 28 tipos diferentes.
Si bien los principales y más conocidos son los tipos I, II, III y IV, asociados a la elasticidad de piel y tendones, existen muchos otros que participan en funciones tan vitales e importantes en el cuerpo. Es por eso que aquí te contamos sobre estos principales tipos y su importancia en el organismo.

Cuáles son las diferencias entre los tipos de colágeno y para qué sirve cada uno
Colágeno tipo I
- Descripción: Es el tipo de colágeno más abundante en el cuerpo.
- Función principal: Se encuentra en la piel, los tendones, los huesos, los ligamentos y la córnea del ojo. Proporciona resistencia y elasticidad, especialmente en la piel.
- Usos comunes: Es ideal para mejorar la salud de la piel, reducir arrugas y fortalecer uñas y cabello. También contribuye a la regeneración ósea.
Colágeno tipo II
- Descripción: Este colágeno es el componente principal del cartílago.
- Función principal: Favorece la elasticidad y resistencia del cartílago, amortiguando impactos y protegiendo las articulaciones.
- Usos comunes: Se utiliza para la salud articular, reduciendo dolores y síntomas en condiciones como la osteoartritis y el desgaste articular.
Colágeno tipo III
- Descripción: A menudo está asociado al colágeno tipo I y se encuentra principalmente en tejidos blandos.
- Función principal: Ayuda a conformar los órganos, vasos sanguíneos y músculos lisos. También está presente en la piel, aportándole elasticidad.
- Usos comunes: Apoya la cicatrización de heridas y mejora la salud cardiovascular al fortalecer la estructura de los vasos sanguíneos.
Colágeno tipo IV
- Descripción: Está presente en las membranas basales que rodean los órganos.
- Función principal: Actúa como soporte y barrera entre tejidos epiteliales (piel) y otros. Es fundamental en la función renal y en la piel.
- Usos comunes: Ayuda a mantener la integridad de la piel y las funciones internas de órganos como los riñones.

Colágeno hidrolizado
Además de los tipos antes mencionados, cuando se habla de tipos de colágeno también se suele hacer referencia a los colágenos de suplemento, de los cuales destaca el llamado colágeno hidrolizado, el cual es una forma procesada del colágeno, en la que esta proteína es descompuesta en moléculas más pequeñas llamadas péptidos a través de un proceso denominado hidrolización enzimática.
Este procedimiento facilita su absorción en el cuerpo, ya que las moléculas reducidas son más fáciles de digerir y pasar al torrente sanguíneo.
- Fácil asimilación: Al ser hidrolizado, se absorbe más rápido en el sistema digestivo y puede ser utilizado por el organismo para regenerar tejidos.
- Fortalecimiento de la piel: Promueve la elasticidad y firmeza de la piel, ayudando a reducir signos de envejecimiento, como arrugas.
- Salud articular: Contribuye a la regeneración del cartílago, mejorando la movilidad y reduciendo dolores en las articulaciones.
- Fortalece huesos y músculos: Favorece la densidad ósea y la reparación muscular, especialmente en personas con desgaste relacionado con la edad o actividad física intensa.
- Cuidado de cabello y uñas: Mejora la resistencia, grosor y crecimiento del cabello y las uñas.

Se encuentra comúnmente en formas como polvo, tabletas o líquidos, y suele añadirse a alimentos, bebidas o tomarse como suplemento dietético.
El uso regular de colágeno hidrolizado puede ser beneficioso para personas que buscan mantener la salud de la piel, articulaciones y tejidos conectivos, aunque sus efectos pueden variar según la edad, estilo de vida y alimentación.