
Es común que al enfrentarnos a escenarios desconocidos surja una sensación de ansiedad. Esta es una respuesta natural del organismo que actúa como un mecanismo de alerta ante posibles riesgos.
Diversos factores pueden desencadenar esta condición, incluyendo traumas infantiles que abarcan desde negligencia hasta abuso físico o psicológico.
Otros elementos, como la represión emocional y el uso de mecanismos de defensa inadecuados, también contribuyen al desarrollo e intensidad de la ansiedad, pudiendo evolucionar hasta convertirse en un trastorno.
<b>Síntomas más comunes de la ansiedad</b>

Entre los síntomas más frecuentes se encuentran:
- Inquietud.
- Falta de concentración.
- Caída del cabello.
- Alteraciones en el ciclo del sueño.
- Tensión corporal.
- Dolor en el pecho.
- Sudoración excesiva.
- Taquicardia y palpitaciones.
- Falta de aliento.
- Problemas gastrointestinales.
- Dermatitis.
<b>Cómo enfrentar la ansiedad</b>

Según la Organización Mundial de la Salud, aprender habilidades para gestionar el estrés, como técnicas de relajación o atención plena (mindfulness), puede ser clave para reducir los síntomas de la ansiedad. Dado que este trastorno tiene un origen emocional, cada persona necesita encontrar estrategias que mejor se adapten a sus necesidades.
Especialistas de la Universidad Nacional Autónoma de México han recopilado un conjunto de herramientas para el manejo de la ansiedad, conocidas como “kit para el manejo de ansiedad”. Algunas de las prácticas recomendadas son las siguientes:
- Respiración diafragmática: En una posición cómoda, cierra los ojos. Inhala aire por la nariz durante tres segundos, reténlo durante otros tres segundos y exhala lentamente por la boca en el mismo tiempo. Haz una pausa y repite el ejercicio varias veces.
- Relajamiento muscular progresivo: Consiste en tensar brevemente y luego relajar distintos grupos musculares sin llegar al dolor. Se inicia por la cara y se continúa con los hombros, brazos, manos, abdomen, piernas y pies.
- Técnicas de concentración a través del mindfulness: Implican prestar atención plena a los sonidos a tu alrededor, escuchándolos tal como son, sin intentar identificarlos o reflexionar sobre ellos.
Estas prácticas pueden servir como herramientas útiles para reducir los niveles de ansiedad y recuperar la sensación de calma.