Zanahorias naranjas y amarillas, ¿Cuál es la diferencia y qué beneficios tienen?

A pesar de su apariencia similar, cada una aporta beneficios nutricionales únicos debido a sus diferentes antioxidantes

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Aunque ambas variedades son ricas
Aunque ambas variedades son ricas en vitamina A, poseen otras propiedades que las hacen diferentes. (Imagen Ilustrativa Infobae)

Las zanahorias son uno de los vegetales más consumidos en el mundo, conocidas por su sabor dulce y por sus amplios beneficios para la salud. Originarias de Persia, se cultivaban inicialmente en colores morados y amarillos, pero con el tiempo, su producción se extendió a Europa y otras partes del mundo, donde adquirieron una gran popularidad y su actual color anaranjado.

Hoy en día, el clima ideal para el cultivo de zanahorias es el templado, con temperaturas frescas y constantes que favorecen su crecimiento, pues además prefieren suelos ricos en nutrientes y a la intemperie, no obstante, son altamente sensibles a las heladas, por ello, generalmente se siembran durante la primavera o el otoño, cuando las condiciones climáticas son más estables.

De acuerdo con la Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural de México, en el país, Guanajuato, Puebla y Zacatecas son los principales productores de esta hortaliza que, además de las tradicionales zanahorias naranjas, también es posible encontrarlas en variedades moradas, amarillas y rojas, cada una con características nutricionales propias.

A pesar de su variedad, las más comunes y ampliamente cultivadas son las zanahorias naranjas y amarillas, que suelen ser confundidas debido a su apariencia similar y a que ambas son las más fáciles de encontrar en el mercado gastronómico alrededor del mundo, no obstante, ofrecen distintos beneficios para la salud.

¿Cuál es la diferencia entre estas dos variedades?

Aunque las zanahorias naranjas son
Aunque las zanahorias naranjas son las más conocidas debido a su alto contenido de betacaroteno, las amarillas ofrecen propiedades antioxidantes a través de las xantofilas

Las zanahorias naranjas, cuyo nombre científico es Daucus carota sativus, son las más populares a nivel mundial debido a su versatilidad culinaria. De acuerdo a la revista gastronómica Directo al Paladar, pueden consumirse crudas, cocidas, fritas o al vapor, y su cultivo bianual permite obtener variedades con diferentes intensidades de color, dependiendo de la estación.

En cuanto a sus propiedades nutrimentales, estas raíces son una fuente importante de vitamina A, esencial para el sistema inmunológico, y su consumo regular puede prevenir problemas visuales como cataratas, sequedad ocular y ceguera nocturna. Además, su contenido de fibra contribuye a la salud digestiva, previniendo el estreñimiento y regulando los niveles de azúcar en la sangre.

De igual manera, El Poder del Consumidor destacó que las zanahorias naranjas son ricas en antioxidantes, por lo que tienen la capacidad de combatir el envejecimiento celular y reducir el riesgo de ciertos tipos de cáncer. Asimismo, su bajo contenido calórico las hace ideales para dietas equilibradas y planes de pérdida de peso. Además de los beneficios ya mencionados, su consumo durante la lactancia mejora la calidad de la leche materna, mientras que su capacidad para estimular la producción de melanina protege la piel de los efectos nocivos de la radiación solar.

Por otro lado, las zanahorias amarillas, aunque menos comunes, presentan algunas características que las diferencian de sus contrapartes naranjas, especialmente por su menor contenido en betacarotenos y a que contienen xantofilas. Según la empresa agrícola Nature’s Produce, estas variedades, pertenecientes al tipo Nantes, se cultivan específicamente para obtener un sabor más dulce y una textura firme y crujiente, con un sabor similar al apio y perejil.

La distribuidora Frutas Eloy subrayó que las zanahorias amarillas son una excelente fuente de vitamina A, al igual que las naranjas, gracias a su contenido de beta-caroteno. Este nutriente es fundamental para la salud ocular, el fortalecimiento del sistema inmunológico y el crecimiento celular. Además, su aporte de vitamina C contribuye a la formación de colágeno, esencial para la piel, los huesos y los vasos sanguíneos, mientras que su contenido de potasio ayuda a regular la presión arterial y mantener el equilibrio de electrolitos en el cuerpo.

En cuanto a las xantofilas, el Centro Nacional para la Información Biotecnológica de Estados Unidos las define como “la versión oxidada de los carotenoides” y afirma que tienen efectos neuroprotectores, además, protegen contra el deterioro del ADN celular, reduciendo la formación de células cancerosas y aparición de tumores malignos, así como la degeneración macular, es decir, una afección que daña la parte central de la retina.

¿Qué define el color de las zanahorias?

El color vibrante de las
El color vibrante de las zanahorias naranjas es producto del betacaroteno.

El Servicio de Información y Noticias Científicas (SINC), reveló que un estudio liderado por la Universidad de Wisconsin-Madison, en colaboración con la empresa española Sequentia Biotech, logró secuenciar el genoma de la zanahoria, gracias a lo que se identificó un gen responsable de la acumulación de beta-caroteno en las raíces, el cual permitió la transición de las zanahorias a las variedades naranjas actuales.

El investigador Philipp Simon, coautor del estudio, explicó que la mutación de dos genes específicos, denominados Y y Y2, es necesaria para que las zanahorias acumulen altas cantidades de beta-caroteno y adquieran su característico color naranja. Sin estas mutaciones, las raíces serían blancas o de un tono naranja pálido, similar a la variedad amarilla.

En cuanto a la historia de su evolución, hay que remontarse mucho tiempo atrás, pues durante siglos, las zanahorias moradas dominaron los cultivos agrícolas debido a su alta concentración de antocianinas, pigmentos antioxidantes presentes también en frutas como las moras y las uvas. Sin embargo, el cambio hacia el color naranja se produjo en el siglo XVII, cuando los agricultores holandeses comenzaron a experimentar con el cruce de variedades para mejorar su sabor y apariencia.

Según la Formación Avanzada Europea, una teoría popular sugiere que este cambio fue un tributo a la Casa de Orange-Nassau, la familia real que lideró la lucha por la independencia de los Países Bajos y aunque la veracidad de esta historia es debatida, lo cierto es que la selección genética y el cultivo dirigido llevaron al predominio de las zanahorias naranjas en el mercado global, aunque actualmente existen más de 150 variedades reconocidas.