¿Qué es el trastorno por atracón de azúcar y por qué puede potenciar el riesgo de diabetes?

Este comportamiento compulsivo al comer está asociado con sensaciones como culpa o vergüenza, que refuerzan un ciclo perjudicial para la salud mental y física

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El trastorno por atracón va
El trastorno por atracón va más allá de un simple exceso de comida, es una lucha interna con el control y las emociones. (Imagen Ilustrativa Infobae)

Ir al cine suele ser una experiencia llena de emoción, y la comida forma parte de ella. Compramos palomitas, refrescos y dulces, pero antes de darnos cuenta, ya los hemos terminado, incluso sin sentir hambre. La película avanza y seguimos comiendo de forma casi automática, sin pensar en si realmente lo deseamos. Al final, en lugar de satisfacción, llega la culpa por haber comido más de lo necesario sin poder detenernos.

Este comportamiento le ocurre a muchas personas con trastornos alimentarios, un problema silencioso que va más allá de la comida y suele pasar desapercibido. Según el Instituto Nacional de Diabetes y Enfermedades Digestivas y Renales de Estados Unidos, el trastorno por atracones se define como episodios recurrentes de comer grandes cantidades de comida en un corto periodo de tiempo, acompañados por una sensación de pérdida de control.

Estos episodios, cuando ocurren al menos una vez a la semana durante tres meses consecutivos, pueden convertirse en un padecimiento grave, afectando tanto la salud emocional como física de una persona. A menudo, quienes lo padecen sienten una profunda vergüenza, lo que lleva a ocultar el problema, incluso a amigos cercanos y familiares.

El tratamiento del trastorno por
El tratamiento del trastorno por atracón no busca una pérdida de peso rápida, sino la mejora de la relación con la comida y el bienestar emocional.

¿Cómo saber si tengo trastorno por atracón?

A diferencia de otros trastornos alimenticios como la bulimia, quienes padecen un trastorno por atracón no recurren a conductas compensatorias como vómitos autoinducidos, uso de laxantes o ejercicio excesivo.

De acuerdo con el Manual Diagnósticos y Estadísticos de los Desórdenes Mentales en su versión 5 (DSM-5), una persona con este trastorno ingiere una cantidad mucho mayor de comida de lo que sería habitual en circunstancias similares. Durante y después del atracón, es común experimentar culpa, angustia y malestar, pero sin poder detener estos episodios. No se trata de comer en exceso ocasionalmente, sino de episodios repetitivos que afectan la calidad de vida.

Para el diagnóstico del trastorno por atracón, los especialistas de la salud consideran ciertos criterios clínicos, entre ellos:

  • Atracones al menos una vez por semana durante tres meses.
  • Sensación de falta de control al comer.
  • Al menos tres de los siguientes signos:
  • Comer más rápido de lo normal.
  • Comer hasta sentirse incómodamente lleno.
  • Comer grandes cantidades sin tener hambre.
  • Comer solo por vergüenza.
  • Sentirse disgustado, deprimido o culpable después de comer en exceso.

Este trastorno no es exclusivo de un grupo de edad. Aunque es más común en personas jóvenes y de mediana edad, también afecta a los mayores. De acuerdo con el Manual MSD, se estima que alrededor del 3.5% de las mujeres y el 2% de los hombres sufrirán este trastorno en algún momento de sus vidas. Las personas con diabetes tipo 1 y tipo 2 tienen un mayor riesgo de desarrollar este trastorno, lo que hace aún más importante reconocer los signos a tiempo.

Además suele ir acompañado de problemas emocionales como depresión, ansiedad y preocupación por el peso o la imagen corporal. Por ello, es fundamental no autodiagnosticarse y acudir a un profesional de la salud para obtener una evaluación adecuada y, si es necesario, iniciar un tratamiento especializado. El abordaje terapéutico puede incluir apoyo psicológico, cambios en la alimentación y, en algunos casos, tratamiento médico para mejorar la relación con la comida y la salud emocional.

La obesidad y la diabetes
La obesidad y la diabetes tipo 2 están estrechamente relacionadas con los trastornos alimentarios, lo que resalta la importancia de un enfoque integral en el tratamiento.

El trastorno por atracón y su relación con la Diabetes Tipo 2

La diabetes tipo 2, la obesidad y el síndrome metabólico son enfermedades que, en muchos casos, se asocian con trastornos en la conducta alimentaria. Estos padecimientos son reconocidos e incluidos tanto en la Clasificación Internacional de Enfermedades (CIE-10) como en el Manual Diagnóstico y Estadístico de los Trastornos Mentales (DSM-5). En pacientes adultos, se incluyen trastornos como el trastorno por atracón, la bulimia nerviosa, el síndrome de comedor nocturno, la anorexia nerviosa y el trastorno de purga.

Según las estadísticas, la prevalencia de los atracones aumenta notablemente en personas con diabetes tipo 2 y obesidad. Se estima que hasta un 20% de los pacientes con diabetes tipo 2 y un 13.9% de los pacientes con sobrepeso u obesidad padecen trastornos de la conducta alimentaria.

El Centro de Atención Integral de Pacientes con Diabetes (CAIPaDi) menciona: “Los pacientes con trastorno por atracón tienen 13 veces más riesgo de desarrollar diabetes tipo 2, ya que durante un episodio de atracón hay un incremento considerable de la ingesta calórica.”

Este aumento en la ingesta calórica provoca varios efectos metabólicos perjudiciales, como la hiperinsulinemia, la resistencia a la insulina, el deterioro del control glucémico, la modificación de la adiposidad central, cambios en los lípidos, un aumento en los niveles de cortisol y un impacto negativo sobre los marcadores proinflamatorios.

Es fundamental reconocer la relación entre estos trastornos y buscar la intervención adecuada de profesionales de la salud, ya que el tratamiento adecuado puede prevenir complicaciones graves y mejorar la calidad de vida de quienes enfrentan estas condiciones.

Aunque la obesidad es uno
Aunque la obesidad es uno de los factores de riesgo más comunes, el trastorno por atracón puede afectar a personas de todas las edades y tamaños.

¿Cuál es el tratamiento para el trastorno de atracón?

El tratamiento del trastorno por atracón se centra en ayudar a los pacientes a modificar los patrones de conducta y los pensamientos que contribuyen a los episodios de atracón. La terapia cognitivo-conductual (TCC) es el tratamiento más estudiado y respaldado para este trastorno.

A través de la TCC, los pacientes aprenden a identificar y cambiar los pensamientos y comportamientos que desencadenan los atracones. Este enfoque ha demostrado ser altamente eficaz, con tasas de remisión superiores al 60%, y los beneficios suelen mantenerse a largo plazo. Sin embargo, es importante destacar que este tratamiento no conduce a una pérdida de peso significativa en pacientes con obesidad, sino que se enfoca en mejorar la relación con la comida y el bienestar emocional.

La psicoterapia interpersonal (IPT) también es efectiva en el tratamiento de la enfermedad, esta alternativa se enfoca en mejorar las relaciones interpersonales y la forma en que los pacientes manejan el estrés y las emociones, que a menudo están vinculadas a los episodios de atracón. Al igual que la TCC, la IPT tiene altas tasas de remisión, con resultados duraderos en muchos pacientes. Ambos enfoques psicoterapéuticos son recomendados por especialistas debido a su eficacia en el tratamiento a largo plazo, aunque su objetivo no es la pérdida de peso, sino el control del trastorno alimentario y la mejora del bienestar emocional.

En algunos casos, se considera el tratamiento farmacológico para complementar la terapia psicológica. Los inhibidores selectivos de la recaptación de serotonina (ISRS) y la lisdexanfetamina son los medicamentos más utilizados, ya que pueden ayudar a reducir la frecuencia de los episodios de atracón al influir en los neurotransmisores que afectan el apetito y el control de los impulsos.

Sin embargo, estos tratamientos farmacológicos se utilizan generalmente cuando los enfoques terapéuticos convencionales no son suficientes por sí solos. Es fundamental que cualquier tratamiento sea supervisado por profesionales de la salud, ya que el trastorno por atracón puede ser normalizado y a menudo se encuentra estigmatizado, lo que puede dificultar su diagnóstico y tratamiento adecuado.