
Morderse las uñas es un hábito común que muchas personas desarrollan desde la infancia y continúan practicando en la adultez.
Aunque a simple vista pueda parecer solo una costumbre nerviosa, la psicología ha estudiado este comportamiento y ha encontrado que puede estar relacionado con diferentes aspectos emocionales y de personalidad.
¿Por qué las personas se muerden las uñas?
El hábito de morderse las uñas se conoce científicamente como onicofagia y está clasificado dentro de los trastornos del control de los impulsos.

Según estudios publicados en la revista Behaviour Research and Therapy, este comportamiento no solo está relacionado con el estrés, sino que también puede ser un mecanismo de afrontamiento ante la ansiedad, el aburrimiento o la frustración.
Algunas razones psicológicas por las que una persona no puede dejar de morderse las uñas incluyen:
1. <b>Ansiedad y estrés</b>
Diversas investigaciones han señalado que morderse las uñas puede ser una respuesta automática ante situaciones de estrés. Este hábito proporciona una sensación temporal de alivio, funcionando como una forma inconsciente de calmar la ansiedad.

2. <b>Perfeccionismo excesivo</b>
Un estudio publicado en el Journal of Behavior Therapy and Experimental Psychiatry encontró que las personas que tienden al perfeccionismo tienen una mayor tendencia a morderse las uñas. Esto se debe a que suelen experimentar insatisfacción constante, lo que los lleva a realizar acciones repetitivas como esta para liberar tensión.
3. <b>Aburrimiento o frustración</b>
Cuando la mente no está ocupada, algunas personas encuentran en la onicofagia una manera de canalizar su energía. Es un comportamiento automático que aparece cuando están aburridos o frustrados, sin que se den cuenta.
4. <b>Trastornos emocionales subyacentes</b>
En algunos casos, morderse las uñas puede estar vinculado con trastornos emocionales como el trastorno obsesivo-compulsivo (TOC) o el trastorno de ansiedad generalizada (TAG). Aunque no siempre es una señal de un problema grave, cuando este hábito interfiere en la vida diaria, puede ser recomendable acudir a un especialista.
¿Cómo dejar de morderse las uñas?
Si bien dejar este hábito puede ser difícil, existen estrategias psicológicas y prácticas que pueden ayudar a controlarlo:
- Identificar los detonantes: Observar en qué momentos ocurre el impulso de morderse las uñas ayuda a tomar conciencia y encontrar alternativas.
- Sustituir el hábito: Masticar chicle, usar pelotas antiestrés o realizar técnicas de respiración profunda pueden reducir la ansiedad y la necesidad de morderse las uñas.
- Mantener las uñas cortas y cuidadas: Tenerlas bien arregladas reduce la tentación de morderlas.
- Usar esmaltes con sabor amargo: Existen productos diseñados para evitar que las personas lleven sus uñas a la boca.
- Buscar apoyo profesional: Si el hábito es severo, la terapia cognitivo-conductual puede ser una herramienta efectiva para controlarlo.