
La avena es uno de los alimentos más completos y saludables, ideal para el desayuno o como snack nutritivo.
Rica en fibra, proteínas y antioxidantes, aporta energía sostenida y mejora la digestión. Sin embargo, prepararla mal puede disminuir sus beneficios o incluso hacerla menos saludable.
A continuación, te mostramos los cinco errores más comunes al cocinar avena y cómo evitarlos para aprovechar al máximo sus propiedades.

1. Usar avena instantánea en lugar de avena integral
Error: La avena instantánea ha sido procesada en exceso, perdiendo parte de su fibra y nutrientes esenciales. Además, muchas versiones comerciales contienen azúcares añadidos y conservantes.
Solución: Opta por avena en hojuelas o avena cortada (steel-cut oats). Aunque tardan un poco más en cocinarse, conservan mejor sus propiedades nutricionales y aportan una mayor sensación de saciedad.

2. No remojarla antes de cocinarla
Error: La avena contiene ácido fítico, un antinutriente que dificulta la absorción de minerales como el hierro y el zinc. Si no se remoja previamente, este compuesto puede reducir su valor nutricional.
Solución: Remoja la avena en agua o leche durante al menos 6 horas o toda la noche (overnight oats). Esto ayuda a desactivar el ácido fítico y mejora su digestión.

3. Cocinarla con demasiada agua o leche
Error: Usar una cantidad excesiva de líquido puede hacer que la avena quede demasiado líquida o insípida, perdiendo su textura cremosa y consistente.
Solución: La proporción ideal es 1 parte de avena por 2 partes de líquido. Si prefieres una consistencia más espesa, reduce ligeramente la cantidad de agua o leche y cocina a fuego lento.
4. Endulzarla en exceso con azúcar refinada
Error: Añadir grandes cantidades de azúcar refinada, miel o jarabes procesados puede convertir la avena en una comida poco saludable, elevando los niveles de glucosa en sangre.
Solución: Usa endulzantes naturales como puré de plátano, dátiles, canela o frutos secos. También puedes agregar frutas frescas para dar sabor sin necesidad de azúcar extra.

5. No añadir proteínas ni grasas saludables
Error: Comer avena sola puede provocar un pico de energía seguido de fatiga, ya que es principalmente una fuente de carbohidratos.
Solución: Combina la avena con proteínas y grasas saludables para equilibrar su efecto en el organismo. Algunas opciones son:
- Yogur griego o proteína en polvo.
- Mantequilla de almendra o de maní.
- Semillas de chía, linaza o nueces.