
Sin duda alguna, una de las cosas más importantes para mantener la salud en buen estado, es la alimentación que llevamos.
Es por ello que se deben conocer las propiedades de los diferentes alimentos que se consumen. En la actualidad, se conocen algunos denominados como alimentos cancerígenos que aceleran la aparición del cáncer o aumentan las probabilidades de sufrirlo.
Muchos de estos alimentos están muy integrados en la dieta de las personas, e incluso, son considerados básicos e impresindibles.
Reducirlos de nuestra dieta y sustituirlos es uno de los pasos simples para ayudar a prevenir el cáncer, pues se disminuyen las probabilidades de sufrir algunos tipos asociados a su consumo, como puede ser cáncer de colon, próstata o páncreas.

Estos son algunos de los alimentos que son potencialmente cancerígenos y que puedes evitar consumir:
- Carnes rojas: La OMS advirtió, hace años, sobre el consumo excesivo de carnes rojas, mismas que, además de acrecentar las posibilidades de contraer cáncer, están relacionadas con un mayor riesgo de enfermedades cardiacas, diabetes y los accidentes cerebrovasculares.
Las carnes rojas que más se consumen en el mundo son: de cerdo, ternera, toro, cordero, cabra, pato y ganso.
- Procesados y ultraprocesados: La carne roja, además, puede ser carne procesada, como las salchichas de cerdo, las hamburguesas de ternera o el fiambre.

Y es que todos los alimentos procesados, sean carnes rojas o no, son potencialmente cancerígenos, y su consumo excesivo está relacionado con otros problemas de salud, como obesidad, enfermedades coronarias, trastornos metabólicos, etc.
Reducir o eliminar por completo los alimentos procesados de la mesa ayudan a cuidar de la salud y a mejorar la calidad de vida. Actualmente hay múltiples alimentos procesados, pero no todos ellos son perjudiciales en la misma medida.
Por otro lado, existen los alimentos ultraprocesados, que son más negativos y que conviene evitar por completo.
Un alimento procesado es todo aquel que no se encuentra de la misma forma en la que se encuentra en la naturaleza, pues no ha sufrido un cambio, no obstante, puede tener algunos ingredientes naturales.

En cambio, un alimento ultraprocesado es una preparación comestible que se elabora con las sustancias de algunos alimentos. Es decir, no contiene ningún alimento completo ni fresco, sino que solo se emplean algunas sustancias de cada uno de ellos.
En general, estos últimos contienen harinas refinadas, aditivos, sal y algunos aceites refinados.
- Fritos: Los alimentos fritos ofrecen un gran aporte de grasas. Por ello no es conveniente introducirlos de forma habitual en nuestra dieta. Con el paso de los años, pueden producir sobrepeso y problemas coronarios.
Aunado a esto, los fritos están relacionas con la incidencia de cáncer de hígado y de colon, entre otros. Uno de los motivos es que exponer a los alimentos a altas temperaturas produce una sustancia cancerígena llamada acrilamida.

- Alcohol: El alcohol está relacionado con ciertos tipos de cáncer, por ello conviene consumirlo de forma ocasional.
El motivo es que el etanol y el acetaldehído dañan el ADN de nuestras células saludables. La primera es una sustancia presente en el alcohol y la segunda es una que produce nuestro cuerpo cuando entra en contacto con este. Además, el alcohol en grandes cantidades puede producir un exceso de estrógenos relacionados con el cáncer de mama, ovarios y útero.
- Azúcares refinados: Los azúcares refinados son una amenaza para el organismo, pues así lo ha dicho la OMS en diversas ocasiones.
El azúcar refinado es común en casi todos los procesados y ultraprocesados.

Su consecuencia más directa es que genera estrés al páncreas porque estimula la producción de insulina. Al hacerlo, crea adicción a este mismo azúcar refinado y desorienta al organismo, es decir, altera el funcionamiento de nuestro cuerpo y crea adicción.
Su consumo se relaciona con la diabetes, la depresión, enfermedades cardiacas y el cáncer.