Cómo identificar a una persona mentalmente sana según la Psicología

La salud mental puede representarse en algunos aspectos de nuestra personalidad y nuestra apariencia física

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La salud mental es una
La salud mental es una parte importante de nuestro día a día. (Imagen Ilustrativa Infobae)

Se le conoce como salud mental al estado de bienestar emocional, psicológico y social de una persona. Este concepto abarca cómo los individuos manejan el estrés diario, se relacionan con los demás y toman decisiones siendo conscientes o no de sus acciones.

De acuerdo con el sitio especializado en salud, Mayo Clinic, la salud mental no solo implica la ausencia de trastornos psicológicos, sino también la capacidad de enfrentar desafíos cotidianos de manera eficaz y equilibrada en los que pueden contribuir distintos factores, incluyendo la genética, las experiencias de vida y el entorno social y cultural.

Aunque la salud mental de un individuo es un tema complejo que requiere del análisis de un especialista para comprenderse a profundidad, de acuerdo con un artículo de Carla Shuman, psicóloga clínica egresada de la Universidad George Washington, existen algunos hábitos cotidianos que suelen ser comunes entre personas mentalmente sanas.

Características de las personas con buena salud mental

Desear vivir nuevas experiencias y
Desear vivir nuevas experiencias y planear es una buena señal para determinar una buena salud mental.

De acuerdo con la psicóloga clínica, los hábitos más comunes entre personas mentalmente sanas son los siguientes:

Despertar con aprecio por tu vida: la resiliencia, manifestada en la capacidad humana para encontrar agradecimiento incluso en los momentos más difíciles, puede tener un impacto positivo en la salud mental. Practicar a diario este hábito fortalece la habilidad de valorar lo positivo, ya sean experiencias, objetos o relaciones significativas. Este ejercicio, afirman, funciona como una herramienta que impulsa a las personas a concentrarse en los aspectos buenos de sus entornos.

Tener planes a realizar: ya sea organizar unas vacaciones, compartir un evento con amigos o simplemente disfrutar de una noche tranquila en casa viendo una película favorita, el acto de planear actividades agradables es una señal positiva. Esta práctica demuestra un esfuerzo por incorporar experiencias enriquecedoras en la rutina diaria, algo que favorece el estado de ánimo y contribuye a un estilo de vida más equilibrado.

Mostrar una actitud persistente ante el fracaso: la perseverancia puede fortalecerse cuando una persona enfrenta dificultades. Aunque estas situaciones pueden agotar la energía e incluso generar pérdida de esperanza, se destaca que quienes gozan de una salud mental equilibrada suelen impulsar su capacidad de seguir adelante en medio de retos.

Ayudan a los que lo rodean: incluso cuando las propias circunstancias no son las mejores, las personas con una mentalidad resiliente y saludable mantienen su interés por ayudar a los demás. Según la especialista, aunque tal vez no puedan ofrecer grandes acciones, nunca dejan de preocuparse por las necesidades de quienes los rodean. Esta disposición a contribuir, aunque sea con pequeños gestos, refleja un enfoque constante en el bienestar colectivo.

No tienen envidia de lo que tienen los demás: No pasan tiempo comparándose con los demás o con lo que tienen los demás. se enfocan en lo que quieres y en lo que está a tu alcance.

Aunque estas características suelen repetirse entre este patrón de personas, Carla Shuman aclara que cada cabeza es un mundo, y la salud mental en su totalidad solo puede determinarse mediante sesiones con especialistas en psicología.

Estrategia para mejorar la autoestima

El ejercicio ayuda a reducir
El ejercicio ayuda a reducir los niveles de estrés en el cuerpo y mejora la salud mental.

Según el sitio Psicología y Mente los problemas de autoestima pueden ser tratados acudiendo a terapia y con ciertas estrategias para estimular la percepción personal.

Uno de los pasos iniciales para fortalecer la autoestima es establecer objetivos realistas. Según el sitio, fijarse metas demasiado ambiciosas puede generar frustración y, en consecuencia, disminuir la autoestima. La clave está en evaluar nuestras capacidades y recursos antes de proponernos alcanzar ciertos objetivos, asegurándonos de que sean alcanzables con el esfuerzo y los medios disponibles.

Otro aspecto crucial es evitar las comparaciones con los demás. Compararse constantemente con otras personas puede llevar a un ciclo de insatisfacción y competencia que impide disfrutar de los logros personales. En lugar de medir el éxito en función de los demás, es importante centrarse en el progreso individual y en las metas personales.

Además, es esencial reconocer y valorar las propias cualidades. Tomarse el tiempo para reflexionar sobre los logros y méritos personales puede ser un ejercicio poderoso para mejorar la percepción de uno mismo. Este reconocimiento interno ayuda a construir una imagen más positiva y realista de nuestras capacidades.

El ejercicio físico también juega un papel importante en el fortalecimiento de la autoestima. La actividad física regular no solo mejora la salud física, sino que también tiene efectos positivos en el estado de ánimo y la percepción personal. Por último, ser asertivo en las interacciones sociales puede ayudar a establecer límites saludables y a expresar las propias necesidades de manera efectiva.

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