El huevo, uno de los alimentos más completos y accesibles que podemos incluir en nuestra dieta, a lo largo de los años ha sido valorado por su versatilidad en la cocina y por sus excepcionales beneficios nutricionales. Rico en proteínas de alta calidad, vitaminas, minerales y antioxidantes, el huevo ofrece una amplia gama de nutrientes esenciales que contribuyen a nuestra salud de diversas maneras, desde mejorar la salud cerebral hasta promover una visión saludable.
Según un informe del Servicio de Información Agroalimentaria y Pesquera (SIAP), este alimento es ideal para personas de todas las edades y estilos de vida, ya que su contenido en proteínas de alta calidad contribuye al desarrollo muscular, especialmente útil en procesos de rehabilitación o para quienes practican fisicoculturismo. Además, su versatilidad en la cocina lo convierte en un elemento clave en la dieta diaria que puede ser preparado de manera rápida y sencilla.
De acuerdo con la Fundación Española de la Nutrición, el huevo tiene un elevado valor nutritivo y un aporte calórico moderado, con aproximadamente 84 kilocalorías por cada unidad de tamaño medio. Su proteína, considerada de máxima calidad por su alto poder biológico, contiene proporciones equilibradas de todos los aminoácidos esenciales, un atributo que impulsó a la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO) a utilizarlo como referencia para evaluar la calidad de las proteínas en otros alimentos.
Por qué es recomendado por los nutricionistas
El huevo es una fuente importante de nutrientes como omega-3, vitamina A, vitamina D, hierro, fósforo, selenio, zinc y potasio, según explicó Andrea Ferrara, nutricionista clínica y funcional, en declaraciones a National Geographic. Ferrara destacó que este alimento combina proteínas, grasas saludables, vitaminas y minerales esenciales, por lo que es un alimento perfecto para mantener una buena salud general.
La clara y la yema del huevo tienen características nutricionales complementarias. Mientras que la clara es rica en proteínas, la yema contiene grasas saludables y ácidos grasos omega-3. Ferrara subrayó que consumir el huevo entero permite aprovechar una gama completa de nutrientes y proteínas de alta calidad, esenciales para el organismo.
Otro de los aspectos más destacados del consumo de huevos es su impacto en los niveles de colesterol. Según Ferrara, investigaciones recientes han demostrado que, aunque el huevo puede aumentar el colesterol LDL (conocido como “malo”), también eleva el colesterol bueno (HDL), lo que genera una relación favorable entre ambos.
Además, la experta detalla que el huevo contiene antioxidantes como la luteína y la zeaxantina, que benefician la salud ocular. Estos compuestos, presentes principalmente en la yema, ayudan a proteger la visión y a prevenir enfermedades relacionadas con el envejecimiento. Por otro lado, la colina, una vitamina del complejo B presente en el huevo, desempeña un papel fundamental en la salud del hígado, el desarrollo neuronal y la prevención de enfermedades cardiovasculares al reducir los niveles elevados de homocisteína en la sangre.
Una receta con huevo, fácil y saludable
Según la Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural (SADER), las espinacas son un ingrediente clave en la gastronomía saludable gracias a su alto valor nutricional, ya que este vegetal además de ayudar a prevenir la diabetes y las enfermedades de la piel, fortalece el sistema nervioso y los huesos, mejora la actividad cerebral, controla el insomnio y favorece la salud del corazón, la vista, el cabello y las uñas. Por eso, combinarlas con otros alimentos nutritivos, como el huevo, ofrece un perfil nutricional completo.
Si buscas una opción ligera y deliciosa para incorporar el huevo y las espinacas en tu dieta, esta receta de tortilla de espinacas y queso fresco, publicada en Nestlé Cocina, estará lista en 15 minutos.
Ingredientes:
- 2 cucharadas de aceite de oliva
- sal y pimienta al gusto
- 100 gramos de espinacas baby
- 50 gramos de requesón
- 3 huevos
- 80 mililitros (4 cucharadas) de leche evaporada para cocinar
Preparación:
- Reserva unas hojas de espinacas frescas para el final. Luego, en un sartén grande, calienta unas cucharadas de aceite a fuego medio, agrega el resto de las espinacas y saltea durante un par de minutos hasta que se ablanden y pierdan volumen. Una vez listas, retíralas del fuego.
- En un bol, bate los huevos junto con la leche evaporada. Agrega sal y pimienta al gusto y mezcla bien hasta que los ingredientes estén completamente integrados. Incorpora las espinacas salteadas y revuelve para distribuirlas de manera uniforme.
- Cuaja la tortilla en la misma sartén con el resto de aceite, empujando las partes cocidas hacia el centro de manera que lo haga de manera uniforme.
- Cuando la tortilla esté casi cuajada, reparte el requesón y las hojas de espinacas que habías reservado sobre una mitad de la tortilla. Dobla la tortilla por la mitad, cubriendo los ingredientes.
- Sirve inmediatamente.