Más allá de la caza: la cooperación como clave en el procesamiento de alimentos en la historia humana

Un análisis difundido por Smithsonian Magazine y Sapiens subrayó la labor diaria de mujeres y niños en la ampliación de la dieta durante épocas de escasez y en etapas de cambio evolutivo

Guardar
La transformación de alimentos fue
La transformación de alimentos fue un motor silencioso en la evolución humana, dando forma a la supervivencia y organización social de la especie (Russell D. Greaves/Universidad de Utah)

El procesamiento de alimentos fue tan decisivo como la caza en la historia evolutiva de la humanidad, aunque durante mucho tiempo la narrativa dominante relegó este aspecto. Un análisis difundido por Smithsonian Magazine y originalmente publicado en Sapiens resalta que la labor diaria de mujeres y niños en la transformación de alimentos no solo garantizó la supervivencia en ambientes adversos, sino que también promovió cambios esenciales en la biología de la especie humana.

Esta visión, respaldada por la antropóloga Karen L. Kramer, cuestiona la creencia tradicional que sitúa la caza como motor fundamental de la evolución humana y coloca en primer plano la cooperación y la división del trabajo en sociedades cazadoras-recolectoras.

Adaptación a partir del procesamiento: más allá de la caza y la recolección

El procesamiento de alimentos —conjunto de técnicas que hacen comestibles y seguros los recursos naturales— fue constante en la adaptación humana desde hace millones de años. Más allá de recolectar, la transformación de raíces, semillas y frutos permitió ampliar la dieta y sobrevivir en épocas de escasez. Esta tarea, liderada principalmente por mujeres y niños, fue una estrategia esencial para afrontar temporadas difíciles y expandir el territorio humano.

Nuevas técnicas culinarias permitieron a
Nuevas técnicas culinarias permitieron a los primeros humanos habitar entornos más diversos y superar las limitaciones de la recolección simple (Imagen Ilustrativa Infobae)

Pumé de Venezuela: cooperación para subsistir

Un ejemplo revelador se encuentra entre los Pumé de Venezuela, un pueblo cazador-recolector en los llanos del sur del país. Durante la temporada de lluvias, cuando la sabana se inunda y disminuye la caza, mujeres y niños se convierten en el pilar de la subsistencia.

En estas condiciones, los hombres suelen regresar sin resultados tras jornadas de caza y pesca, mientras que mujeres y los más pequeños recolectan tubérculos subterráneos, que constituyen la base alimentaria de la época. Incluso las niñas menores de cinco años participan en la recolección, llenando cestas con raíces del tamaño de un pulgar.

De regreso al campamento, la labor continúa: pelan, cortan y remojan los tubérculos para eliminar el amargor antes de asarlos y compartirlos. Según datos de Smithsonian Magazine, durante la estación lluviosa, mujeres y niños aportan hasta el 85% de las calorías consumidas por la comunidad.

La colaboración entre mujeres y
La colaboración entre mujeres y niños garantiza la alimentación en tiempos difíciles, mostrando el valor del trabajo conjunto en la subsistencia (Russell D. Greaves/Universidad de Utah)

Técnicas para neutralizar toxinas y garantizar la conservación

El procesamiento de alimentos implica no solo volverlos comestibles, sino también neutralizar toxinas y mejorar su conservación. Muchos de los alimentos fundamentales de la dieta humana, como la yuca (mandioca o cassava), contienen compuestos tóxicos cuya eliminación requiere técnicas específicas.

Otros productos, como ciertas legumbres, frutos secos y semillas, resultan indigestos o peligrosos sin procesos de remojo, cocción, machacado o fermentación. Además, la transformación y almacenamiento fueron esenciales para sobrevivir en regiones donde la producción estacional obliga a crear reservas alimenticias. Sin estos conocimientos, amplias zonas del planeta habrían resultado inhabitables.

La revolución alimentaria se refleja, además, en la anatomía humana. A lo largo de la evolución, la reducción del tamaño de dientes y mandíbulas y la disminución del tracto digestivo evidencian una transición hacia alimentos ablandados y descompuestos fuera del cuerpo.

Este cambio liberó espacio en el cráneo para un desarrollo cerebral mayor y recortó el tiempo destinado a masticar, a diferencia de otros primates como los chimpancés, que dedican casi la mitad del día a esta tarea. En la actualidad, las personas emplean apenas el 5% de su jornada en masticar, cerca de 35 minutos diarios, y esta cifra disminuye aún más gracias a los productos industrializados.

La adaptación a alimentos más
La adaptación a alimentos más blandos y procesados, incluidos los productos ultraprocesados actuales, redujo drásticamente el tiempo y el esfuerzo para masticar, en contraste con antepasados y otros primates (Freepik)

Cooperación y especialización en sociedades cazadoras-recolectoras

La cooperación y la división del trabajo fueron pilares en las sociedades cazadoras-recolectoras. La vida diaria de los Pumé muestra que la supervivencia depende de la colaboración entre miembros de distintas edades y géneros. Ningún individuo podría encargarse en solitario de recolectar y procesar alimentos, obtener agua, cortar leña, fabricar herramientas, construir refugios y cuidar de los niños. Por ello, la organización colectiva y la especialización de tareas resultan imprescindibles.

Entre los Pumé, las mujeres dedican casi dos horas diarias a la fabricación de herramientas y utensilios para la recolección y el procesamiento, mientras los niños participan activamente desde pequeños. Esta dinámica se repite en otros pueblos, como los !Kung del Kalahari, donde las mujeres dedican cerca de una hora diaria a fabricar y reparar herramientas.

Estrategias colectivas en otros pueblos indígenas

El modelo de cooperación y procesamiento no es exclusivo de los Pumé. En las Grandes Llanuras de Norteamérica, los pueblos indígenas desarrollaron técnicas colectivas para producir pemmican, un alimento energético elaborado con grasa fundida, carne desmenuzada y bayas secas.

La recolección y procesamiento de las bayas exigía la participación de muchos grupos de mujeres, que debían actuar con rapidez para aprovechar la corta temporada antes de que los frutos fueran consumidos por animales. El pemmican resultó esencial para soportar los inviernos severos y posibilitó la ocupación de zonas de clima extremo.

La creación colectiva de pemmican,
La creación colectiva de pemmican, a partir de carne, grasa y bayas, permitió a los pueblos indígenas de Norteamérica sobrevivir los inviernos y aprovechar al máximo los recursos disponibles (Imagen Ilustrativa Infobae)

Rompiendo mitos: la importancia del procesamiento frente a la caza

A pesar de la evidencia etnográfica y arqueológica, la narrativa tradicional sobre la evolución humana privilegia la caza como motor de cooperación, reparto de alimentos y organización social. Sin embargo, como subraya Smithsonian Magazine, incluso la carne requiere procesamiento para ser digerida y aprovechada.

La centralidad de la caza en los relatos antropológicos invisibilizó el papel crucial de mujeres y niños en la transformación de los alimentos, una tarea que, lejos de ser secundaria, fue determinante para la expansión y éxito de la especie.

La diversidad de alimentos disponibles en la actualidad es fruto de una revolución silenciosa: el procesamiento, la cocción y la transformación diaria encabezados por mujeres, que permitieron prosperar a la humanidad en todos los entornos del planeta.

Últimas Noticias

De la corte húngara al terror universal: quién fue Elizabeth Báthory popularmente llamada “La Condesa Sangrienta”

Acusaciones de asesinatos atroces, rumores de baños en sangre y una investigación marcada por intereses políticos. El caso que dividió a la Hungría del siglo XVII y sigue generando debate

De la corte húngara al

La historia de los últimos dos navajos que protegieron el mayor secreto militar de la Segunda Guerra Mundial

Thomas Begay y Peter MacDonald comparten los recuerdos de su misión secreta y la importancia de un idioma que salvó miles de vidas y desafió la historia de Estados Unidos

La historia de los últimos

Vivió con un gemelo “parásito” en su cuerpo y se convirtió en un fenómeno de circo: el extraño caso de la mujer de cuatro piernas

Desde que fue descubierta con apenas un año, Betty Lou Williams vivió constantemente mirada. Su paso por “Ripley’s Believe It or Not!” marcó su breve vida, extraordinaria y profundamente atravesada por la fascinación y la explotación de su cuerpo

Vivió con un gemelo “parásito”

La vida en el principado de Sealand, el microestado de 400 metros cuadrados que tiene miles de “ciudadanos” que jamás lo visitaron

Situado en una vieja plataforma marina construida para la Segunda Guerra Mundial, en septiembre de 1967 se independizó del Reino Unido. Durante décadas el fundador defendió la soberanía de su pequeño territorio y en la actualidad concita adhesiones en todo el mundo. Pero ningún país lo reconoció

La vida en el principado

Un panadero descuidado, tres días de infierno y una ciudad devorada por las llamas: la historia del “gran incendio de Londres”

Era 2 de septiembre de 1666 por la madrugada cuando Thomas Farryner apagó mal las brasas de una chimenea y desató un fuego que se expandió por casi toda la capital inglesa propiciado por los vientos, el material de las construcciones y las vacilaciones del alcalde para combatirlo. Las llamas destruyeron más de 13.000 casas, 87 iglesias y casi todos los edificios importantes. El monumento que recuerda la tragedia y los suicidas que lo eligieron para matarse

Un panadero descuidado, tres días