Casa tomada en Malibú, Los Ángeles: la invitó a quedarse unos días... y la ley impide desalojarla

En California, un caso expone cómo las normativas que protegen a los inquilinos también pueden ser usadas para dañar a los propietarios desprevenidos, informa Vanity Fair

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Point Dume, una comunidad exclusiva
Point Dume, una comunidad exclusiva en Malibú, es conocida por sus residencias multimillonarias y vistas al Pacífico. Zona codiciada por las "celebrities", entre los vecinos se encuentran Julia Roberts y Bob Dylan, por citar dos ejemplos (Natural History Library)

En el apacible enclave de Point Dume, una exclusiva comunidad en Malibú, las residencias multimillonarias ofrecen vistas únicas del Pacífico y acceso restringido a playas privadas.

Poseer una “llave de playa” simboliza estatus, y pertenencia. Sin embargo, para Alden Marin, un artista de 65 años, ese oasis de tranquilidad se convirtió en un escenario de conflicto cuando una invitada inesperada trastornó su vida, como cuenta Vanity Fair.

Cuidado: Ellie Mae McNulty quiere ser tu amiga...

En septiembre de 2021, Marin conoció a Ellie Mae McNulty, una mujer británica de ojos penetrantes y acento marcado que se presentó como actriz y guionista.

Durante una época marcada por el aislamiento pandémico, sus encuentros casuales en la playa y otros puntos de Malibú se transformaron en una amistad.

Así de feliz como luce
Así de feliz como luce en Facebook, basta leer el artículo de Vanity Fair para saber que Ellie Mae McNulty no es recomendable como inquilina

McNulty aprovechó la vulnerabilidad de Marin, quien por esos días luchaba contra un melanoma avanzado y buscaba compañía, para obtener una invitación a quedarse temporalmente en su condominio de dos habitaciones.

Pero...

Lo que comenzó como un gesto de hospitalidad pronto tomó un giro oscuro. McNulty, según denunció Marin, desplegó una serie de tácticas de abuso psicológico: grabó videos de sus interacciones, lo ridiculizó por su condición médica y lo relegó a una habitación, prohibiéndole acceder a otras áreas de su propia casa.

La aparente intención inicial de quedarse “unos días” se convirtió en una estancia indefinida, sostenida por el conocimiento de las leyes de arrendamiento de California que McNulty parecía manejar a la perfección.

El abuso del sistema legal

En California, las leyes de
En California, las leyes de arrendamiento protegen a los inquilinos, pero generan oportunidades de abuso (AP)

En California, las leyes de arrendamiento están diseñadas para proteger a los inquilinos vulnerables, pero también abren la puerta a abusos.

Según el marco jurídico, un huésped que permanece más de 30 días puede adquirir derechos de inquilino, incluso sin pagar alquiler.

Esto convirtió a Marin en un rehén en su propia vivienda, enfrentando un complejo proceso judicial para desalojar a McNulty.

Durante este tiempo, su salud física y mental se deterioró, lo que culminó en una hospitalización por depresión mayor y un posible brote psicótico.

El caso de Marin no fue único. Al investigar, su hermana, Mindy Marin, descubrió que McNulty tenía un historial de casos similares que se remontaban a dos décadas.

La mujer había aplicado tácticas similares en propiedades desde Los Ángeles hasta Malibú, aprovechando vacíos legales para prolongar sus estancias mientras causaba estragos psicológicos y económicos a sus anfitriones.

Un historial de estafas y manipulaciones

Ellie Mae McNulty llegó a Estados Unidos en la década de 1990 con sueños de triunfar como actriz.

A lo largo de los años, acumuló demandas legales relacionadas con disputas de alquiler y desalojos en lugares como Los Ángeles.

Utilizaba su encanto, combinado con relatos fabricados, como incendios que la habían dejado sin hogar, para ganar la confianza de sus anfitriones.

Una vez instalada, alegaba circunstancias que la obligaban a permanecer, mientras creaba un ambiente de caos en las propiedades que ocupaba.

Algunos de sus antiguos caseros relataron comportamientos extraños, como arrojar desechos por el inodoro para bloquear las tuberías o negarse a abandonar propiedades, incluso después de ser formalmente desalojada.

En un caso, una viuda de 80 años en Santa Mónica terminó pagándole decenas de miles de dólares para que dejara su casa.

Point Dume, vecinos famosos y preocupados

La comunidad cerrada de Point Dume -hogar de celebridades como Julia Roberts y Bob Dylan-, parecía un lugar improbable para que alguien explotara el sistema.

Sin embargo, la experiencia de Marin mostró que incluso las comunidades más exclusivas no son inmunes a los abusos legales.

Otros residentes también reportaron incidentes con McNulty, quien, según testigos, paseaba gatos con correas por las playas privadas y frecuentaba cafeterías locales sin pagar.

La presencia de McNulty dejó una marca duradera en la vida de Alden Marin. Tras recuperarse de su hospitalización, decidió abandonar Malibú, permitiendo que su familia vendiera el condominio.

Su hermana Mindy, decidida a evitar que otros fueran víctimas, se dedicó a alertar a futuros propietarios sobre el peligro que representaba McNulty, quien continuaba buscando nuevos objetivos.

Hospitalidad costosa

El caso de Ellie Mae McNulty pone de manifiesto un problema sistémico: cómo las leyes de protección al inquilino pueden ser explotadas para perjudicar a propietarios desprevenidos.

Más allá de las disputas legales, las consecuencias humanas de este abuso son profundas, afectando la salud mental y física de las víctimas.

Mientras tanto, el paradero de McNulty sigue siendo incierto. Aunque algunos residentes aseguran haberla visto en puntos de Malibú, su rastro se desvanece rápidamente.

Lo que permanece es un recordatorio para comunidades como Point Dume de que, incluso en un paraíso exclusivo, nadie está completamente protegido contra el abuso de confianza.

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