Una profesora llevaba de baja 15 años cobrando el salario íntegro y el instituto acaba de darse cuenta: un millón de euros

La docente no se ha sometido a ningún control médico desde 2009 y se niega a hacerlo ahora

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Instituto en el que no
Instituto en el que no se detectó la baja laboral de una profesora en 15 años.

La baja médica de una profesora alemana ha saltado primero a la prensa nacional y ahora lo hace a la internacional. Fue en agosto de 2009 cuando la docente, que impartía las asignaturas de Biología y Geografía en un instituto en la localidad de Wesel, en el estado de Renania del Norte-Westfalia, solicitó este derecho por problemas psicológicos. Llevaba trabajando en el centro desde 2003, cuando finalizó la carrera de Magisterio.

Durante este periodo y hasta el día de hoy, esta profesional ha estado percibiendo su salario íntegro, que según la tabla retributiva y atendiendo a sus funciones oscila entre los 5.051 y 6.174 euros al mes. En los 15 años transcurridos, esto hace un total de en torno a un millón de euros la cantidad que ha percibido en su justificada ausencia laboral.

La “empleada fantasma”

La legislación alemana establece que después de tres meses de baja debe realizarse una revisión por parte de un perito médico a fin de valorar la continuidad o no de la incapacidad temporal. Sin embargo, en este caso no hubo tal examen, no se llevó a cabo. Nadie ni en la administración de la institución educativa ni en el organismo competente detectó la prolongación de la baja pero no ya en ese momento, sino en todo el tiempo hasta ahora.

Quién paga a un trabajador el dinero en una baja laboral: ¿empresa, Seguridad Social o mutua?

Una circunstancia lo complicó todavía más, ya que en 2015 ingresó un nuevo director en el instituto, al que por descontado no se informó de esta circunstancia en el relevo, enquistando el problema. No le contaron porque, extrañamente, a nadie constaba esta por la prensa alemana llamada “empleada fantasma”. Sí pesa sobre la administración de este recién llegado responsable y su equipo no hallar ninguna laguna en la contabilidad.

La auditoría que destapa todo

Esta ausencia de control se prolongó hasta 2024, cuando al fin una auditoría interna tras un nuevo relevo en la dirección, esta vez sí, sacó a la luz el caso. En ese momento, las autoridades educativas encontraron que una profesora estaba de baja y cobrando su nómina completa después de 15 años. Se trataba de un fallo que afectaba a varias escalas y urgía resolver. El primer paso, contactar con ella.

Tras el hallazgo, la administración pidió a la docente que se sometiera a un reconocimiento médico oficial para chequear su salud. La reacción de la profesora fue oponerse, negarse a pruebas periciales para determinar su situación. Días más tarde, a través de un abogado, recurrió esta orden, como hizo posteriormente en el Tribunal Superior de Renania del Norte-Westfalia, que ratificó la obligación del reconocimiento médico.

Alumnos en un aula. (Europa
Alumnos en un aula. (Europa Press)

Una posible segunda profesión

En pleno proceso saltó una sorpresa, ya que surgieron indicios de una posible segunda actividad profesional. Buscando su nombre en internet, el de la profesora, se encontraron registros a nombre de una naturópata. Coincidían además con la fecha en la que se había iniciado la baja, en 2009. En sus redes sociales, ella dice haberse formado en naturopatía.

Periodistas de Bild preguntaron en su entorno y a vecinos, que la conocían como profesora pero no que tuviera problemas de salud. Descubrieron que era propietaria de dos viviendas.

No tendría que devolver el dinero

La administración regional abrió una investigación para esclarecer lo sucedido, tanto con ella como la cadena de errores, humanos en su mayoría, por los que la profesora quedó fuera del radar. La consejera de Educación de Renania del Norte-Westfalia, Dorothee Feller, ha expresado su sorpresa a preguntas de WDR, entre otros medios: “Tengo muchas preguntas porque nunca me había enfrentado a un caso como este”.

Especialistas consultados consideran poco probable que la profesora deba devolver los salarios percibidos todo este tiempo que, recordemos, ascienden al millón de euros, incluso en el caso en el que pudiera constatarse que no existía una justificación médica para su baja laboral, algo que, tantos años después, es muy difícil de probar. Solo es seguro que ya ha dejado de recibir ese ingreso.